Panorama agrícola semanal

La semana en la que se difundió el nuevo informe mensual del USDA dejó subas generalizadas para los precios de los granos en Chicago, que superaron el 4,5% para la soja; el 3,7% para el maíz, y el 5,5% para el trigo. Los signos de acercamiento de China, con compras de soja estadounidense y con la reducción del arancel del 30 al 25%, influyeron sobre el resultado alcista de la oleaginosa. El deterioro de los cultivos fue el dato positivo para el maíz, en tanto que para los deprimidos precios del trigo ganó relevancia el dato de exportaciones y el fin de la cosecha de invierno. En el nivel local hubo mayoría de alzas para las cotizaciones del los granos.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

  Viernes 13 Viernes 6 Diferencia en %
Petróleo 54,85 56,52 -2,95
Dólar/Euro 1,1074 1,1030 +0,40
Real/Dólar 4,0850 4,0780 +0,17
Peso/Dólar* 55,91 55,62 +0,52

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Con mayoría de alzas cerró la semana de la soja en el mercado doméstico, donde las ofertas por la mercadería disponible crecieron de 235 a 240 dólares por tonelada (de 13.071 a 13.415 pesos) para el Gran Rosario y de 232 a 235 dólares (de 12.904 a 13.139 pesos) para Necochea. En cambio, para Bahía Blanca las propuestas retrocedieron de 245 a 235 dólares (de 13.627 a 13.139 pesos.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 13.353, mientras que para el lunes fue fijado en 13.399 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 13.126 pesos por tonelada. El valor FOB en los puertos argentinos subió 342 a 353 dólares por tonelada.

Las propuestas por soja de la próxima cosecha, para las entregas entre abril y mayo sobre el Gran Rosario, se mantuvieron estables, en 235 dólares por tonelada, luego de tocar los 240 dólares el martes. En el Matba Rofex el saldo fue positivo para la soja, en línea con lo sucedido en Chicago. Los ajustes de las posiciones noviembre y mayo subieron de 244,50 a 248,80 y de 233,75 a 239,50 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 11 de septiembre y el 10 de octubre deben salir desde las terminales del Gran Rosario 636.000 toneladas de poroto de soja, 1.716.294 toneladas de harina y 214.853 toneladas de aceitedesde Bahía Blanca, 391.200 toneladas de porotodesde Necochea, 134.483 toneladas de poroto y 10.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 21.800 toneladas de aceites. Lo planteamos la semana pasada y los números lo confirma, como sucedió en 2018, el último cuatrimestre del año apunta a ser el momento de mayores embarques de poroto de soja, con destino cierto hacia a Oriente.

En su informe mensual con las estimaciones de oferta y demanda mundial, el jueves el USDA redujo la cosecha argentina de soja 2018/2019 de 56 a 55,30 millones de toneladas, pero elevó las ventas externas de 7,75 a 7,90 millones. Acerca de la campaña 2019/2020, mantuvo sus proyecciones de cosecha y de exportaciones en 53 y en 8 millones, respectivamente.

 

El balance de la semana en la Bolsa de Chicago resultó muy positivo para la soja estadounidense, dado que los contratos septiembre y noviembre sumaron un 4,70 y 4,78%, al pasar de 310,49 a 325,09 y de 315,17 a 330,23 dólares por tonelada. Entre los fundamentos de la tónica alcista se destacaron las compras chinas del jueves, que fueron calculadas en torno de las 600.000 toneladas por los operadores. Pero más allá del volumen (hasta el viernes el USDA sólo confirmó negocios por 204.000 toneladas), el hecho de que las operaciones hayan sido concretadas por privados y no por las empresas estatales chinas se sumó como dato alentador porque hasta ahora solo Cofco y Sinograin monopolizaban los negocios al estar exentas del pago del arancel. En ese sentido, otro factor alcista fue la decisión del gobierno de China de dar marcha atrás con el arancel adicional del 5% aplicado a la soja desde el 1º de septiembre, por lo que el gravamen volvió al 25% impuesto en junio de 2018.

Estos movimientos del gobierno de Xi Jinping fueron hechos como “gesto de buena voluntad” frente a los intercambios bilaterales que derivarán en una reunión formal entre los negociadores de China y de Estados Unidos durante el mes próximo en Washington. El miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, había anunciado vía Twitter que por pedido del Viceprimer Ministro chino diferiría del 1º de octubre al 15 del mismo mes la entrada en vigor del aumento de aranceles del 25 al 30% para bienes chinos por hasta 250.000 millones de dólares.

Mucho se ha dicho y escrito sobre la guerra comercial, tantas veces dada por superada y tantas veces vuelta a iniciar, por lo que mejor será esperar que los hechos nos libren de más palabras. Octubre será un mes clave para saber si las diferencias comerciales de fondo y los egos permiten arribar a acuerdos reales y no a treguas virtuales.

El otro factor alcista de la semana fue el informe mensual del USDA, donde el organismo sorprendió al recortar su proyección sobre las existencias finales de soja 2018/2019, de 29,13 a 27,36 millones de toneladas, frente a los 28,69 millones previstos por los privados. Los fundamentos del ajuste fueron el crecimiento de las exportaciones, de 46,27 a 47,49 millones de toneladas, y de la molienda, de 56,20 a 56,74 millones.

En cuanto a la nueva cosecha de los Estados Unidos, el USDA la proyectó en 98,87 millones de toneladas, por debajo de los 100,16 millones estimados en agosto, pero por encima de los 97,35 millones calculados por el mercado. Este movimiento respondió al ajuste en la cifra del rinde promedio nacional, de 32,62 a 32,21 quintales por hectárea, frente a los 31,74 quintales pronosticados por los privados. Tanto el área sembrada como la superficie que llegará a la cosecha fueron sostenidas en 31,04 y en 30,70 millones de hectáreas.

Con el dato de la caída de las existencias iniciales como base del nuevo ciclo comercial, el organismo mantuvo la molienda en 57,56 millones de toneladas; elevó el uso total de 60,98 a 61,04 millones, y dejó sin cambios su previsión sobre las exportaciones, en 48,31 millones. En el balance de todas estas cifras, el stock final fue proyectado en 17,43 millones de toneladas, por debajo de los 20,54 millones del mes pasado, pero levemente por encima de los 17,96 millones esperados por los operadores.

Si el nuevo esquema de oferta y demanda de soja en los Estados Unidos se cumple tal cual lo proyecta el USDA –luego del inestimable papel del clima como “regulador” de las abundantes reservas estadounidenses– y si eventualmente la guerra comercial concluye, los precios de la soja podrían avizorar un proceso de “reconstrucción” algo más cercano. Pero para eso deben confluir inexorablemente ambos fundamentos.

En su valoración sobre la condición de las plantas, el USDA mantuvo sin cambios, en el 55%, la proporción de soja en estado bueno/excelente, por debajo del 68% vigente un año atrás. El dato oficial quedó por en línea con el 55% calculado por el mercado. Está formando vainas el 92% de los cultivos, frente al 86% de la semana precedente; al 100% de 2018, y al 99% promedio.

Aportó a la tónica positiva de los precios de la soja el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el jueves el USDA relevó negocios por 1.172.200 toneladas de poroto de soja, por encima de las 788.500 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por el mercado, de entre 600.000 a 1.100.000 toneladas.

Respecto de Brasil, el viernes la agencia Reuters publicó un relevamiento entre estimadores privados que, según el promedio de las cifras, ubicó la próxima cosecha de soja en 122,62 millones de toneladas, con un rango que fue de 119,70 a 125,70 millones de toneladas y frente a los 115 millones de la campaña 2018/2019. La intención de siembra fue proyectada por los privados en 36,70 millones de hectáreas, contra los 35,87 millones del ciclo precedente.

Vale recordar que en su informe mensual el jueves el USDA mantuvo la cosecha 2018/2019 de Brasil en 117 millones de toneladas, pero redujo de 76,85 a 75,80 millones sus exportaciones. En cuanto a la campaña 2019/2020, proyectó sin cambios la producción, en 123 millones, y las ventas externas, en 76,50 millones.

MAÍZ

Un balance positivo dejó la semana para los precios del maíz argentino. Las ofertas por el grano disponible crecieron de 125 a 130 dólares por tonelada (de 6953 a 7268 pesos) para la zona del Gran Rosario y de 130 a 135 dólares (de 7231 a 7548 pesos) para Bahía Blanca y para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 6811, mientras que para el lunes fue fijado en 6864 pesos. Las ofertas de los consumos relevadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) se ubicaron entre 6600 y 7600 pesos por tonelada, según condición, calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB en los puertos argentinos subió de 140 a 146 dólares por tonelada.

La tónica alcista también favoreció al maíz de la próxima cosecha, para las entregas entre febrero y abril sobre el Gran Rosario, dado que las propuestas de los exportadores crecieron de 132 a 138 dólares por tonelada, con hasta 140 dólares por el grano con entrega en mayo. En el Matba Rofex, donde se reflejaron las subas externas, el tránsito semanal de los ajustes de las posiciones diciembre y abril fue de 132,50 a 137,90 y de 133,50 a 140 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 11 de septiembre y el 10 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 1.618.011 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 405.200 toneladas, y desde Necochea 173.509 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA dio por iniciada la siembra de maíz 2019/2020, con un progreso sobre el 2,2% de los 6,2 millones de hectáreas previstos para el grano comercial. Dicha intención de siembra implica un incremento de 200.000 hectáreas frente a la superficie implantada en la campaña precedente. “Los mayores progresos de siembra se dieron en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, y, en menor medida sobre Córdoba”, dijo la entidad.

Por su parte, el miércoles la BCR redujo de 7,50 a 7,25 millones de hectáreas su proyección sobre la intención de siembra de maíz para todos los usos en la campaña 2019/2020, que igualmente quedó arriba de los 7 millones del ciclo anterior. “Este es un primer ajuste, que puede profundizarse, porque gran parte de las decisiones de siembras tardías están en suspenso”, advirtió la entidad en su informe mensual de estimaciones agrícolas. Agregó que con 6,2 millones de hectáreas que irían a grano comercial, “se espera una cosecha en torno de los 50 millones de toneladas, cuando un mes atrás se calculaba una producción que largamente podría superar los 51 millones”.

En su informe mensual, el USDA mantuvo sin cambios sus estimaciones sobre la cosecha y sobre las exportaciones argentinas de maíz 2018/2019, en 51 y en 36 millones de toneladas. Respecto de la campaña 2019/2020, también sostuvo sus cifras sin variantes, en 50 y en 33,50 millones de toneladas, respectivamente.

 

Fue positivo el balance de la semana para los precios del maíz estadounidense en la Bolsa de Chicago, donde los contratos septiembre y diciembre sumaron un 3,79 y un 3,73%, al pasar de 134,84 a 139,95 y de 139,95 a 145,17 dólares por tonelada. Las mejoras se sustentaron en el deterioro de los cultivos y en la influencia alcista que ejerció la soja el jueves, tras el informe mensual del USDA.

En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA redujo del 58 al 55% la proporción de maíz en estado bueno/excelente y la dejó por debajo del 68% vigente un año atrás. El dato oficial resultó inferior al 58% previsto por el mercado, dentro de un rango que fue del 57 al 59%. El organismo añadió que atraviesa la etapa de llenando de grano el 89% de las plantas, contra el 81% del reporte precedente; el 99% del año pasado, y el 97% promedio. Está dentado el 55% del maíz, respecto del 41% de la semana pasada; del 84% de 2018, y del 77% promedio. Y está maduro el 11% del maíz, frente al 6% del trabajo anterior; al 33% del año pasado, y al 24% promedio. El lunes próximo el USDA comenzará a relevar el avance de la cosecha de maíz.

Pese a las subas de los precios el jueves, que como se indicó anteriormente fueron en “simpatía” con la soja, el informe mensual del USDA tuvo más de bajista que de alcista para el rumbo de las cotizaciones del cereal. Ocurre que en su repaso por la vieja campaña estadounidense, el organismo elevó inesperadamente para el mercado su estimación sobre el stock final 2018/2019, de 59,96 a 62,12 millones de toneladas, frente a los 60,99 millones previstos por los privados. Ese incremento del remanente tuvo que ver con recortes de 308,12 a 306,85 millones de toneladas en el uso total y de 53,34 a 52,33 millones en las exportaciones.

Acerca de la nueva cosecha de los Estados Unidos, fue estimada por el USDA en 350,52 millones de toneladas, por debajo de los 353,09 millones previstos en agosto, pero por encima de los 347,28 millones calculados por los operadores. Para arribar a dicho volumen el organismo redujo de 106,39 a 105,57 quintales por hectárea el rinde promedio, contra los 104,94 quintales esperados por los privados. Las respectivas cifras de áreas sembrada y cosechada, que tantas quejas despertaron entre productores y operadores, fueron sostenidas sin cambios en 36,42 y en 33,19 millones de hectáreas.

En cuanto al resto de las variables comerciales, y con el dato de mayores existencias iniciales como base, el organismo mantuvo el uso forrajero en 131,45 millones de toneladas, pero redujo de 306,85 a 306,21 millones el uso total, producto de un ajuste del volumen destinado a la industria del etanol, de 139,07 a 138,44 millones. Las exportaciones fueron sostenidas en 52,07 millones. El balance de todas las cifras dejó un cálculo de stock final de 55,62 millones de toneladas, levemente superior al de agosto, de 55,40 millones, pero sensiblemente mayor al esperado por el mercado, de 50,85 millones.

Por último, fue levemente negativo para el mercado de maíz el informe semanal sobre las ventas externas estadounidenses. En efecto, el jueves el USDA relevó negocio por 498.100 toneladas, por encima de las 416.700 toneladas del reporte anterior y cerca del mínimo previsto por los operadores, que manejaron un rango de entre 500.000 y 900.000 toneladas.

TRIGO

El balance semanal dejó mayoría de subas para los precios del trigo argentino. En efecto, las ofertas por el grano disponible crecieron de 200 a 205 dólares por tonelada (de 11.124 a 11.462 pesos) para Bahía Blanca y de 180 a 185 dólares (de 10.012 a 10.343 pesos) para Necochea, mientras que para el Gran Rosario la propuesta se mantuvo estable, en 205 dólares (con una variación de la equivalencia, de 11.402 a 11.462 pesos).

Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 10.994, mientras que para el lunes fue fijado en 11.049 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó de 10.800/13.100 a 11.000/13.150 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo pan en los puertos argentinos subió de 228 a 230 dólares por tonelada.

El resultado semanal positivo también favoreció al trigo de la nueva cosecha, dado que las ofertas de los exportadores crecieron de 152 a 155 dólares para las entregas entre noviembre y diciembre; de 155 a 160 dólares para enero; de 158 a 162 dólares para febrero, y de 160 a 165 dólares para marzo. En el Matba Rofex los ajustes de las posiciones diciembre y enero subieron de 157,50 a 158,50 y de 159 a 161,50 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 11 de septiembre y el 10 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 112.900 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 51.250 toneladas; desde Necochea, 33.000 toneladas, y desde otros puertos, 10.700 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA dijo que tras una semana con eventos variables pero generalizados de precipitaciones, “la condición de trigo entre normal y excelente pasó del 85 a 88%, mientras que la condición hídrica entre adecuada y óptima varió de 80,6 a 84%. De todas formas, hay ciertos cuadros que no han recibido lluvias o que las mismas han sido escasas, y requieren que en el corto plazo se den nuevos eventos. A su vez, hacia el sur de la región se han detectado daños a nivel foliar por las heladas de la semana pasada, y los trigos están a la espera de mejoras en las condiciones climáticas para recuperarse”.

En su informe mensual, el jueves el USDA mantuvo sin cambios sus proyecciones sobre la cosecha y sobre las exportaciones argentinas de trigo, en 20,50 y en 14,50 millones de toneladas.

 

Tras ocho semanas bajistas consecutivas, el trigo estadounidense que se negocia en la Bolsa de Kansas logró cerrar con resultado positivo. En efecto, las posiciones septiembre y diciembre recuperaron un 2,20 y un 1,65%, al pasar de 137,88 a 140,91 y de 144,50 y de 146,88 dólares por tonelada. El cierre de la cosecha de las variedades de invierno en los Estados Unidos fue uno de los factores que descomprimieron la presión bajista sobre esta plaza. El saldo positivo del trigo también se reflejó en la Bolsa de Chicago, donde los ajustes de los contratos septiembre y diciembre sumaron un 5,54 y un 4,26%, tras variar de 169,11 a 178,48 y de 170,40 a 177,66 dólares por tonelada.

En el plano general, las mejoras de los precios del trigo desde niveles bajos o muy bajos, según la plaza que se considere, se sustentaron en las buenas ventas semanales de la exportación y en la competitividad que hoy logró la oferta de los Estados Unidos. Además, el martes se conoció el dato de que durante los primeros siete meses de 2019 las exportaciones rusas de trigo sumaron 13,60 millones de toneladas, un 41,13% menos que en igual segmento de 2018, cuando se embarcaron 23,10 millones.

Como se señaló, fue positivo para el mercado de trigo el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 610.900 toneladas, por encima de las 312.100 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por el mercado, de entre 300.000 a 600.000 toneladas.

En cuanto al informe mensual del USDA, el organismo no hizo ninguna modificación sobre las cifras respectivas a los Estados Unidos publicadas en agosto, es decir, las existencias iniciales fueron sostenidas en 29,18 millones de toneladas; la cosecha, en 53,89 millones; las importaciones, en 3,67 millones; el uso forrajero, en 4,63 millones; el uso total, en 32,60 millones; las exportaciones, en 26,54 millones, y el stock final, en 27,60 millones, cerca de los 27,65 millones previstos por los privados.

En cuanto a la competencia exportadora de los Estados Unidos, el USDA redujo la cosecha de Rusia de 73 a 72,50 millones de toneladas, pero el saldo exportable lo sostuvo en 34 millones. Durante la semana, la consultora SovEcon elevó de 74,50 a 74,90 millones de toneladas su pronóstico sobre la producción rusa.

Además, el USDA elevó las exportaciones de la Unión Europea, de 26,50 a 27,50 millones de toneladas y las de Canadá, de 24 a 24,50 millones, pero redujo las ventas de Australia, de 12,50 a 10,50 millones, y las de Kazajstán, de 6,50 a 5,20 millones.

Por último, a la espera del inicio de la siembra de los trigos de invierno, que el USDA comenzará a relevar el lunes, el avance de la cosecha del cereal de primavera se dio sobre el 71% del área apta, contra el 55% de la semana pasada; el 92% de 2018 para la misma fecha, y el 87% promedio. Este avance superó el 69% previsto, en promedio, por el mercado.

Fuente: Granar

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