Panorama agrícola semanal

El balance de la semana fue positivo para los precios de los granos en el mercado estadounidense, donde el clima húmedo fue el principal fundamento alcista, dado que siguió demorando la siembra de los granos gruesos, poniendo en riesgo el cumplimiento de las proyecciones de áreas establecidas por el USDA en su último informe mensual. Por segunda semana consecutiva, las mejoras más significativas, superiores al 5%, fueron para el maíz y para el trigo, mientras que la soja logró una suba del 1%. El gobierno de Trump anunció el paquete de ayuda para los productores, que obliga a los farmers a sembrar algo si quieren acceder a los subsidios. El mercado local también mostró subas generalizadas.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

  Viernes 24 Viernes 17 Diferencia en %
Petróleo 58,63 62,72 -6,52
Dólar/Euro 1,1208 1,1164 +0,39
Real/Dólar 4,0160 4,0980 -2,00
Peso/Dólar* 44,62 44,80 -0,40

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

En línea con las mejoras externas y con la firmeza del FOB en los puertos argentino, la soja se negoció con saldo positivo durante la semana. La transición de las ofertas de los compradores por la mercadería con entrega inmediata fue de 9800 a 10.100 pesos por tonelada para el Gran Rosario, donde la exportación también llegó a proponer 10.300 pesos por grano con entrega entre el 15 de junio y el 15 de julio, pero con pago al momento de negocio, y de 220 a 225 dólares para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por la Secretaría de Agroindustria de la Nación en $ 10.280, mientras que para el lunes fue fijado en $ 10.458. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 10.290 pesos por tonelada. El valor FOB en los puertos argentinos para los embarques en junio creció de 321 a 330 dólares por tonelada.

El aumento más relevante en materia de precios lo dio la soja de la próxima cosecha, dado que los interesados posibilitaron un salto de 228 a 240 dólares por tonelada para el grano con entrega entre abril y mayo sobre el Gran Rosario. La tónica alcista también se reflejó en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde los ajustes de las posiciones julio y noviembre crecieron de 226,20 a 234,70 y de 235 a 244,20 dólares por tonelada. Para el contrato mayo la mejora fue de 233 a 240,80 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 22 de mayo y el 15 de junio deben salir desde las terminales del Gran Rosario 139.400 toneladas de poroto de soja, 1.553.542 toneladas de harina y 377.310 toneladas de aceitedesde Bahía Blanca, 218.000 toneladas de poroto, 35.000 toneladas de harina y 5000 toneladas de aceite; desde Necochea, 213.416 toneladas de poroto y 33.700 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 175.046 toneladas de poroto y 9000 toneladas de aceite.

En cuanto a los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la cosecha de soja sobre el 85% del área apta. “Gran parte del centro de la región agrícola, que aporta más del 76% del área sembrada, se encuentra próxima a finalizar la campaña, con excelentes rendimientos. Bajo este escenario se prevé que el rinde promedio nacional alcance un nuevo récord, de 33,5 quintales por hectárea al cierre del ciclo, permitiendo acumular un volumen final de 56 millones de toneladas”, dijo la entidad.

 

Por segunda semana consecutiva, los precios de la soja cerraron el segmento comercial en alza en la Bolsa de Chicago, donde las posiciones julio y agosto sumaron un 0,97 y un 1%, tras pasar de 301,94 a 304,88 y de 304,33 a 307,36 dólares por tonelada. Esta suba, muy medida y distante de las ganancias superiores al 5% obtenidas por los cereales, estuvo relacionada con el clima húmedo, que mantuvo ralentizado el ritmo de las siembras en el Medio Oeste de los Estados Unidos. Además, claro está, fue una reacción del mercado en simpatía con las pronunciadas alzas del maíz y del trigo.

Y no hubo mucho más para alentar ganancias mayores para la oleaginosa que, aún con algunas nuevas ventas y con un nivel de exportación semanal superior al volumen previsto por el mercado, continúa en un escenario negativo por el lastre de las existencias récord; por el incierto panorama del comercio con China, y por la posibilidad latente de que lo que no logre sembrarse con maíz vaya a incrementar las hectáreas destinadas a la oleaginosa, que cuenta con una ventana de siembra más generosa que la del cereal. Es por todo esto que mientras el maíz sumó un alza del 18% en dos semanas, el valor de la soja apenas creció un 4,11 por ciento. Ver toda la película y no sólo una escena resulta indispensable para tomar decisiones lo más certeras posibles.

El lunes el USDA relevó el avance de la siembra de soja sobre el 19% de la superficie prevista, frente al 9% de la semana pasada; al 53% de igual momento de 2018; al 47% promedio de las últimas cuatro campañas, y al 22% previsto por el mercado, dentro de un rango posible que fue del 17 al 25 por ciento. Añadió que emergió el 5% de las plantas, contra el 24% de igual momento de 2018 y el 17% promedio. Para el reporte del martes (el lunes es feriado en EE.UU. por el Memorial Day) los operadores estimaron un progreso de la siembra sobre el 30% del área prevista.

Acerca de las exportaciones semanales de los Estados Unidos, el USDA relevó el jueves ventas 2018/2019 de poroto de soja por 535.800 toneladas, por encima de las 370.900 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por el mercado, que fue de la posibilidad de cancelaciones hasta ventas efectivas por 400.000 toneladas. Menos auspicioso fue el dato 2019/2020, dado que el organismo relevó apenas 5100 toneladas, por debajo de las 303.400 toneladas de la semana pasada y del rango calculado por los operadores, de 100.000 a 400.000 toneladas.

El jueves el gobierno de los Estados Unidos anunció el paquete de ayudas para los productores afectados por las consecuencias de la guerra comercial con China. Lo dispuesto por la administración Trump dejó conformes a pocos. Del monto de 16.000 millones de dólaresdispuesto, 14.500 millones se destinarán a pagos directos a los productores de una amplia variedad de productos agrícolas y pecuarios, mientras que los 1500 millones restantes formarán parte de un programa de compras de productos agropecuarios, particularmente frutas, verduras y alimentos procesados.

Los pagos directos se calcularán por condado, según un cálculo del perjuicio ocasionado por los conflictos comerciales vigentes, y en función de la superficie sembrada en 2019, que no podrá exceder la implantada en 2018. De manera de no influir con las decisiones de siembras, dichos pagos no variarán según cultivo, sino que serán fijos, pero sólo para quienes siembra algo en el presente año. Las “ayudas” se efectivizarán en tres etapas. La primera se prevé entre fines de julio y principios de agosto, pero la segunda y la tercera etapa “según lo exijan las condiciones del mercado y las oportunidades comerciales”. Es decir que hoy no hay certeza de que esos dos tramos se lleguen a efectivizar. “Si las condiciones lo ameritan, los tramos segundo y tercero se realizarán en noviembre y a principios de enero”, se detalló en el texto del anuncio.

Luego de un primer impacto bajista del anuncio, que desestimula a los farmers a entrar en el programa de siembras impedidas porque sólo accederán a las “ayudas” previstas en el paquete quienes siembren algo, independientemente de qué cultivo elijan, el viernes el mercado volvió a poner en el centro de las preocupaciones al clima, dado que los reportes meteorológicos auguraron dos semanas con precipitaciones superiores a los registros usuales para la época del año en la mayoría de los Estados que hoy ven atrasadas las siembras. Se puede querer sembrar, pero si el tiempo no lo permite habrá poco por hacerhasta que el sol vuelva a brillar. Para la soja, las próximas dos a tres semanas serán clave. Determinarán buena parte de lo que pase en la campaña 2019/2020 con los precios.

MAÍZ

Fue positiva la semana para los precios del maíz argentino, en sintonía con las importantes mejoras externas y con el aumento del valor de exportación. La transición de las ofertas de los compradores fue de 6300 a 6800 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario; de 140 a 150 dólares para Bahía Blanca, y de 135 a 140 dólares para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agroindustria en $ 6150, mientras que para el lunes fue fijado en 6339 pesos. Las ofertas de los consumos relevadas por la BCBA se ubicaron entre 5500 y 6300 pesos por tonelada, según condición, calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB en los puertos argentinos para los embarques en junio creció de 160 a 171 dólares por tonelada.

La mejora también se reflejó sobre el maíz de la próxima campaña, dado que los interesados elevaron sus ofertas de 145 a 150 dólares por tonelada para las entregas entre marzo y mayo sobre el Gran Rosario. Asimismo, la tónica alcista tuvo correlato en el Matba, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre crecieron de 135,20 a 139 y de 139,20 a 143 dólares por tonelada. El contrato abril, en tanto, subió de 145,70 a 150,50 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 22 de mayo y el 15 de junio deben salir desde el Gran Rosario 1.590.510 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 627.372 toneladas; desde Necochea, 18.000 toneladas, y desde otros puertos, 40.000 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 36,1% del área apta. “A medida que se recolectan cuadros tardíos, los rindes zonales se mantienen por sobre las expectativas iniciales. Los mayores avances se relevaron en Córdoba, Santa Fe y en Buenos Aires. Luego de recolectarse más de 2,1 millones de hectáreas, el volumen parcial registrado asciende a 20,3 millones de toneladas, sobre un total previsto para el cierre del ciclo de 48 millones”, indicó la entidad.

 

Por segunda semana consecutiva, las cotizaciones del maíz registraron fuertes mejoras en la Bolsa de Chicago. En efecto, las posiciones julio y septiembre sumaron un 5,48 y un 5,63%, al pasar de 150,88 a 159,15 y de 153,73 a 162,39 dólares por tonelada. El cereal alcanzó el nivel de precios más alto en un año. El fundamento alcista excluyente volvió a ser el tiempo húmedo que impidió el normal avance de las siembras que, así, acentuaron su atraso.

En ese sentido, el lunes el USDA relevó el progreso de la siembra de maíz sobre el 49% del área prevista, respecto del 30% de la semana pasada; del 78% vigente un año atrás, y del 80% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial quedó por debajo del 50% previsto por mercado, dentro de un rango posible de entre el 42 y el 61%. Añadió que emergió el 19% de las plantas, contra el 10% de la semana pasada; el 47% de igual momento de 2018, y el 49% promedio. Para el reporte del martes los operadores calcularon el avance de las siembras sobre el 65% del área prevista.

Como señalamos en el espacio de la soja, el paquete de ayudas dispuesto por la Casa Blanca pone como exigencia que el productor siembre algo. Esto hizo que muchos se replantearan la posibilidad de entrar en el programa de siembras impedidas para cobrar el subsidio que ese programa contempla y apostar a siembras tardías para compensar menores rindes con los pagos directos ofrecidos por el Gobierno. Dada la mejora que registraron los precios del maíz en las últimas semanas, el cereal se presenta como una de las mejores opciones. Sin embrago, en la medida que los días pasen y que el tiempo continúe imposibilitando el andar de las máquinas los farmers deberán resolver si estiran la espera por el maíz o si pasan al Plan S.

Lo que sí pocos cuestionan es que no se lograrán cubrir los 37,55 millones de hectáreas proyectados por el USDA en su último informe mensual. Con el “impulso” dado por el paquete de ayudas oficial, el mercado considera que el maíz podría aspirar a cubrir entre 36,40 y 36,80 millones de hectáreas. Pero el clima tendrá la última palabra en las próximas dos semanas donde, a juzgar por los reportes que auguran lluvias mayores a los promedios usuales, no debería causar sorpresa si finalmente la superficie destinada al maíz no logra extenderse más allá de los 35,70/36 millones de hectáreas. Así, el maíz es hoy el producto con mayor potencial de firmeza, sustentado en cuestiones propias del mercado agrícola.

Claro que para potenciar esa firmeza resultaría necesario que la performance exportadora estadounidense mejorara. En ese sentido, el reporte semanal sobre las ventas externas publicado el jueves por el USDA fue neutral para la construcción de precios. El organismo relevó negocios 2018/2019 por 442.100 toneladas de maíz, por debajo de las 553.300 toneladas del trabajo anterior, pero dentro del rango calculado por los operadores, de 200.000 a 600.000 toneladas. Las ventas 2019/2020 fueron reportadas en 183.900 toneladas, por encima de las 80.800 toneladas de la semana pasada, pero lejos del máximo esperado por el mercado, en un rango que fue de 50.000 a 450.000 toneladas

TRIGO

También para el trigo argentino resultó positiva la semana de negocios. En efecto, las ofertas de los exportadores por el grano disponible crecieron de 180 a 190 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 185 a 195 dólares para Bahía Blanca, y de 170 a 180 dólares para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agroindustria en $ 8215, mientras que para el lunes fue fijado en 8250 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó 800/9800 a 7900/9950 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo pan en los puertos argentinos para los embarques en junio creció de 220 a 223 dólares por tonelada.

Las ofertas de los exportadores por el trigo de la próxima cosecha se mantuvieron mayormente estables, con US$ 160 por tonelada para noviembre/diciembre; US$ 163/165 para enero; US$ 166/167 para febrero, y con US$ 168/170 para marzo. El saldo fue alcista en el Matba, donde los ajustes de las posiciones julio y enero crecieron de 190 a 195 y de 165 a 167 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 22 de mayo y el 15 de junio deben salir desde el Gran Rosario 107.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 58.300 toneladas; desde Necochea, 66.000 toneladas, y desde otros puertos, 9000 toneladas.

El jueves la BCBA confirmó el inicio de la siembra de trigo de la campaña 2019/2020. “Con el cese paulatino de los eventos de lluvias en el norte del país se ha podido comenzar con las primeras labores de siembra de trigo. Para el presente ciclo se estima un área de 6.400.000 hectáreas, alrededor de un 3% más que en la campaña pasada”. La entidad agregó que a la fecha se avanzó sobre el 3,1% de la superficie, concentrando gran parte de la siembra en las regiones NOA, NEA, centro-norte de Córdoba y en los Núcleos Norte y Sur. “Considerando que la reserva hídrica se encuentra en la mayoría de los casos en valores entre óptimos y adecuados, de mediar buenas condiciones climáticas en las próximas semanas se espera que las labores vayan cobrando mayor impulso hacia fin de mes”.

 

Los precios del trigo terminaron la semana con importantes mejoras en el mercado estadounidense por segunda semana consecutiva. En la Bolsa de Chicago las posiciones julio y septiembre ganaron un 5,27 y un 5,41%, al pasar de 170,86 a 179,86 y de 173,15 a 182,52 dólares por tonelada. En la Bolsa de Kansas los mismos contratos sumaron un 5,17 y un 5,16%, tras variar de 154,42 a 162,41 y de 158,37 a 166,54 dólares por tonelada. Los factores alcistas resultaron el tiempo húmedo, que podría atentar contra la calidad de los trigos de invierno, y el impulso alcista que el maíz le otorga al resto de los forrajes.

Pero, pese al exceso de humedad en determinadas zonas, en su trabajo sobre cultivos el lunes el USDA ponderó el 66% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por encima del 64% de semana pasada y muy lejos del 36% vigente un año atrás. El nuevo dato oficial quedó por encima del 63% previsto por el mercado, dentro de un rango posible que fue del 60 al 66 por ciento. Indicó que el 60% de los trigos del Estado de Kansas presenta una condición buena/excelente, por encima del 56% de la semana pasada y, también, muy por encima del magro 15% de igual momento del año pasado. Además, indicó que en el nivel país está espigado el 54% de los cultivos, contra el 42% de la semana anterior; el 59% vigente un año atrás, y el 66% promedio de las últimas cuatro campañas.

En cuanto al trigo de primavera, el USDA sorprendió al mercado al relevar el avance de la siembra sobre el 70% del área prevista, frente al 45% de la semana pasada; al 76% vigente un año atrás, y al 80% promedio. El dato oficial quedó por encima del 63% previsto por los privados, que manejaron un rango del 58 al 69%. Añadió que emergió el 26% de las plantas, contra el 10% de la semana anterior; el 34% de 2018, y el 51% promedio.

Resultó entre neutro a levemente negativo el informe semanal sobre las ventas externas de los Estados Unidos. En efecto, el jueves el USDA relevó exportaciones 2018/2019 por 48.400 toneladas de trigo, por debajo de las 114.400 toneladas del trabajo precedente, pero dentro del rango previsto por el mercado, que contemplo la posibilidad de cancelaciones por 100.000 toneladas y de ventas efectivas por 200.000 toneladas. Los negocios 2019/2020 fueron reportados en 344.900 toneladas, por debajo de las 419.400 toneladas de la semana anterior y dentro del rango calculado por los operadores, de 100.000 a 500.000 toneladas.

A considerar, si bien es cierto que el empuje alcista impulsó al trigo por el efecto que una menor oferta de maíz podría tener sobre el mercado de forrajes, resulta difícil (no imposible) imaginar un consumo doméstico de trigo forrajero superior a los 4 millones de toneladas (luego de los 4,37 millones consumidos en el ciclo 2016/2017 se bajó a 1,39 y a 1,36 millones de toneladas en las siguientes dos campañas), sobre todo porque, más allá del volumen de la cosecha que logre aportar el maíz 2019/2020, las existencias finales del grano grueso son abundantes, con una previsión de 53,23 millones de toneladas. Por esto, lo que ocurra en las próximas dos semanas con el maíz también marcará el rumbo de los precios del grano fino.

Conviene no perder de vista que las previsiones internacionales para la cosecha 2019/2020 de trigo son positivas, dado que tanto Rusia como la Unión Europea lograrían cosechas superiores a las obtenidas en la campaña anterior, por lo que la puja en el mercado de exportación estaría garantizada y el éxito se definirá por cuán competitivas resulten las ofertas para los compradores. Durante la semana desde Rusia se indicó que se está a la espera de las respuestas de Arabia Saudita y de Argelia, luego de las pruebas hechas con el trigo ruso para definir si incluyen al país de la zona del Mar Negro entre sus potenciales abastecedores durante 2019, algo que podría afectar las colocaciones estadounidenses y francesas.

Fuente: Granar

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