Características generales
Tangola, Tangola 161 y Tangola 162 son materiales híbridos rastreros, no presentan semillas viables y su reproducción es a través de segmentos de tallos denominados comunmente guías. Si bien florecen en el otoño, lo hacen sólo algunos años mostrando muy pocos ápices florales. Este comportamiento de las plantas, permite extender su etapa vegetativa /crecimiento hasta casi la entrada del invierno, maximizando la producción de hojas, y en consecuencia, mejorando su calidad forrajera.
Crecen durante la primavera, verano y otoño, las bajas temperaturas del invierno reducen su biomasa verde, se secan con las heladas, pero rebrotan rápidamente cuando aumenta la temperatura. La longitud de sus guías puede alcanzar varios metros, conformada por nudos distanciados cada 10 a 15 cm los cuales enraízan y generan macollos fácilmente cuando toman contacto con el suelo húmedo o el agua. Esta característica le otorga fuerte agresividad y facilidad para colonizar y generar buena cobertura en ambientes con anegamientos de poca profundidad; permitiendo competir muy bien con la vegetación natural.
Ambiente en el que se desarrolla
Los tres materiales forrajeros poseen un comportamiento muy plástico, adaptándose a una amplia gama de texturas y fertilidad de suelos. Son ideales aquellos sitios de suelos arcillosos con alternancia de encharcamiento, como los pajonales, palmares, espartillares etc. Se dispone de experiencias exitosas en Corrientes, Santiago del Estero, Norte de Santa Fe y Centro y Este de las provincias de Chaco y Formosa. En estas últimas, su incorporación significó un incremento del 100% en la receptividad de sus potreros.
Época de plantación
La época de plantación se inicia ni bien se dispone de guías verdes en la primavera, normalmente a partir de octubre y se prolonga hasta los últimos días de mayo.
Implantación
La preparación de suelo puede realizarse preferentemente en forma convencional (rastra de disco) o a través de la aplicación de herbicidas, en ambos casos el objetivo central es la eliminación de malezas, la cual ejercerá competencia y no permitirá una buena implantación y desarrollo de las plantas de Tangola.
La condición optima del suelo debe ser aquella cuando el terreno posee humedad o bien agua en superficie. Para la plantación se deben utilizar segmentos o tramos de guías, partes de las cuales deben ser incorporadas debajo del suelo, permitiendo que los nudos tomen contacto con la humedad del terreno.
Manejo
El primer pastoreo debe realizarse preferentemente a los 3 o 4 meses de la plantación. Es aconsejable hacerlo con alta carga y poco tiempo, favoreciendo más bien su pisoteo que su consumo, esto permite aumentar el número de guías en contacto con el suelo y de esa forma la densidad de plantas y cobertura del terreno.
Es importante realizar este primer pastoreo de formación, luego de una lluvia, a fin de favorecer el contacto de los tallos o guías con el barro. Un mes después de este pastoreo con buenas condiciones de temperaturas y humedad, el lote se considerará logrado. En los pastoreos sub-siguientes se recomienda dejar siempre suficiente remanente de hojas verdes después de cada ciclo de pastoreo, este manejo permitirá a las plantas un rápido rebrote y recuperación del lote.
Producción y calidad
Su productividad varía de acuerdo al ambiente donde se lo implanta (fertilidad, ph del suelo). Es de excelente palatabilidad y aceptación por los bovinos. Sus láminas pueden alcanzar valores de entre 14 a 15% de PB y de 60 a 62 % de Digestibilidad de la MS. En lotes fertilizados se alcanzaron valores de hasta 18% PB. La producción de biomasa promedia los 12 a 15 t de MS/ha.
Experiencias locales, estableciendo criterios de buen manejo, propiciando el consumo de láminas, mostraron un incremento de hasta 700 % en la receptividad y un aumento de la productividad de 68 kg a 236 Kg peso vivo/ha/año.
Fuente: INTA por Fernando Ramón Nenning