Se capacitó a 125 productores con herramientas para mejorar sus emprendimientos y potenciar las economías regionales mediante un desarrollo sustentable.
Por iniciativa de la Fundación Vicente Lucci (el Área de Responsabilidad Social del Grupo Lucci), 12 organizaciones de sectores públicos y privados participaron de este programa con el objetivo de promover el desarrollo productivo y laboral de la región, respondiendo a las necesidades de las comunidades y fortaleciendo los mercados locales. En ese marco, 125 productores del NOA fueron formados en 11 jornadas de capacitación.
Las instituciones participantes fueron la Dirección de Asuntos Comunitarios (DACSI) del Ministerio del Interior; los Municipios de Bella Vista, Famaillá y La Cocha de Tucumán; el Ministerio de Agroindustria de la Región del Albigasta; el INTA; la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán (FAZ-UNT); la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán (FACE-UNT); la Universidad del Norte Santo Tomas de Aquino (UNSTA); el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA); la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF); la Dirección de Ganadería de Tucumán; la Secretaria de Estado de Mipyme y Empleo del Ministerio de Desarrollo Productivo; la empresa Viluco S.A. y la Fundación Vicente Lucci.
El proyecto nació porque el Norte Argentino presenta un déficit en la producción de carne (aviar, vacuna, porcina) y huevos con respecto a la demanda local. Esto lleva a que provincias como Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Salta y Jujuy deban importar la mayor parte de estos productos para cubrir el consumo, generando aumento de precios y salida de dinero en perjuicio de la economía local. Por otra parte, cuentan con las condiciones agroecológicas y la disponibilidad de materias primas de calidad (maíz, soja y subproductos) para aumentar la producción animal y generar valor agregado.
En ese contexto se gestó el Programa Emprendedor Pecuario Regional con el objetivo de capacitar a productores rurales del norte argentino y potenciar las economías regionales mediante un desarrollo sustentable. Para ello, se trabajó en el diseño de estrategias de capacitación que le permitan al productor aplicar buenas prácticas pecuarias, desarrollar un negocio responsable y rentable en la cría de animales, armar un plan de negocios y administrar su inversión mediante las herramientas del emprendedurismo y utilizar alternativas para concretar un negocio formal (monotributo, conformación de cooperativas o pymes, entre otras).
Dentro de estas propuestas, entre el segundo semestre del 2017 y el primer semestre del 2018, se implementaron 11 capacitaciones en temáticas como cría porcina a campo para pequeños productores familiares; plan de negocios con una mirada emprendedora; nutrición animal de Viluco S.A.; estrategias comerciales para saber qué vender y a qué mercados dirigirse; administración financiera y control de gastos; normativas vinculadas a los procesos de producción y comercialización de porcinos en Tucumán; asesoramiento y mentoría en búsqueda de financiamiento.
Las disertaciones estuvieron a cargo de especialistas de las diferentes instituciones participantes: Daniel Baytala (Región de Albigasta); Carolina Olmos (DACSI); Ruth Macedo (INTA); Marcos Auat y Carolina Cizek (FAZ-UNT); Eduardo Ricobelli (UNSTA); Liliana Fagre (FACE-UNT); Roberto Rodriguez, Mario Ciccio y René Subelza (SENASA); Rafael Sanchez, Martín Suter y Ricardo Anís (SAF); Gabriela Gómez Campero, María Ruiz y Zulma Chemes (Dirección de Ganadería); Maximiliano Neme (MiPyME y Empleo); Claudio Hansen (Viluco S.A.) y Patricia Condorí (Fundación Vicente Lucci).
En referencia al aporte del INTA, la Ing. Zoot. Macedo explicó que la Institución “participó capacitando en la temática de cría porcina a campo, recomendando tecnologías de insumos y procesos apropiadas a los pequeños productores locales y abarcando todos los aspectos importantes que hacen a la producción animal como alimentación, instalaciones, manejo, sanidad, genética y comercialización. Es fundamental que el productor que está en la actividad o se va a iniciar, aunque sea en pequeña escala, se concientice de que producir cerdos es producir alimento, por lo que debe hacerlo en forma saludable y segura para el consumidor”.
Fuente: INTA