Crece la modalidad de cerrar los contratos de arrendamiento a través del pago en cuotas

El dueño del campo busca asegurarse un ingreso mensual tras la sequía.

La pérdida de la cosecha en la campaña pasada producto de la sequía dejo a muchos productores desfinanciados que se tradujo en el no pago de los contratos de arrendamiento una vez vencidos estos. Ante esta situación y pese a que nada predice que pasará lo mismo en 2019 en materia climática, la modalidad de celebrar los nuevos alquileres en cuotas de manera mensual, bimestral o trimestral empieza a ser una opción en el negocio.

Los datos fueron consignados en un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba que rebeló que en la nueva campaña “hay un aumento notable” de los contratos en cuotas.

“Es una forma en donde el dueño del campo busca asegurarse los pagos frente a la modalidad más común que es pactar a cosecha”, señaló a BAE Negocios el economista de la Bolsa, Gonzalo Agusto.

“Sucede que muchos productores o salieron hechos o quedaron debiendo plata”, afirmó el economista.

Esto quiere que los pagos adelantados que comúnmente se ve en los arrendamientos cambió en algunas zonas producto de la caída en la rentabilidad de los productores. Muchos recibieron cartas documento porque depositaron menos de lo pactado hace un año.

El responsable de Agrosoluciones, Marcelo Ljubich desde Córdoba reconoció que “hay menor liquidez muchos ya optaron por las cuotas, lo que habla que plata no hay”.

Para Juan José Madero de L.J. Ramos Brokers Inmobilarios “el pago mensual se esta empezando a ver en forma más generalizada, pero no necesariamente en este año ni tampoco por el hecho al temor de no cobrar sino mas en relación a tener un ingreso para la subsistencia”.

Por lo pronto el escenario poscosecha hace que los dueños de los campos resignen ganancias entre un 10% y 15% respecto del año pasado.

Los arrendamientos en soja muestran bajas del 20% en promedio en la zona central del país.

Con gastos de 15 quintales por hectárea y otros 18 quintales que irán a las manos del dueño del campo, muestra a las claras que poco le queda al productor pensando en los nuevos contratos.

Al respecto la entidad cordobesa arrojó su primera estimación de arrendamientos agrícolas para la campaña 2018/2019 el cual tiene un costo promedio provincial de 10 quintales de soja por hectárea, medio quintal menos que el ciclo previo.

Medido en dólares, el precio de los alquileres cae un 15% a u$s270 por hectárea, debido a que el preciode la oleaginosa en los contratos negociados en los mercados futuros a mayo de 2019 se ubica un 11,5% por debajo del valor registrado en mayo del presente año.

Está claro entonces que al no haber circulante no sólo se reduce la ganancia que pide el arrendador sino que impulsa la necesidad de ofrecer negocios diferentes, con lo cual el que traiga el dinero se quedará con el campo y quizás no sea, precisamente, un actor del sector.

 

Fuente: CRA