Es el pronóstico del economista Ricardo Arriazu, que estimó la pérdida de la última campaña en 7.500 millones de dólares. El Banco Central ratificó que espera un repunte a fin de año gracias al trigo.
El 41° aniversario de la Fundación Mediterránea sirvió para que más de 500 empresarios y dirigentes escucharan, de boca de los expertos, el rol preponderante que tiene el agro en la economía argentina y cómo, pese a haber sido el principal ancla para el PBI como consecuencia de la sequía, asoma casi como la única esperanza de un rebote el año próximo.
El experimentado economista Ricardo Arriazu fue el más enfático en este sentido: dijo que la caída de la cosecha de este año restó 7.500 millones de dólares de ingresos directos para el sector privado, que representan 0,4 por ciento del PBI. Pero si a eso se le suma lo que no se derramó en otros rubros, el perjuicio para la actividad económica general trepa a dos puntos del producto bruto.
Sin embargo, “en la historia argentina nunca hubo dos sequías seguidas y siempre, tras un mal año de rindes, al siguiente aumentaron”, destacó Arriazu. Eso, más un escenario económico favorable para los granos por los precios “disociados” de Chicago, configuran una cosecha 2018/19 que podría reportar hasta 11.000 millones de dólares más que la de este año.
En total, el valor agregado agrícola subiría hasta bordear los 40.000 millones de dólares, incluso por encima de los 35.500 millones del récord productivo 2016/17.
Repunte central
Antes de Arriazu, el panel económico que organizó la Mediterránea contó con la participación del director del Banco Central, Enrique Szewach, que ratificó la visión de la entidad crediticia madre: la recesión coyuntural es consecuencia de la sequía, pero para fin de año se iniciará un repunte gracias a la mayor siembra de trigo, un aspecto que luego destacó el propio presidente, Mauricio Macri.
El escenario base sobre el que trabaja el Banco Central considera que el PBI agropecuario se derrumbó 25 por ciento en el segundo trimestre, que derivó en una baja del 3,1 por ciento en toda la economía.
Pero el tercer trimestre ya marcaría una recuperación del 33 por ciento en el campo, que ayudaría al producto bruto total a incrementarse 0,6 por ciento en relación al trimestre anterior.
En resumen: “Si el agro se recupera como esperamos, el año cerrará con estancamiento o leve crecimiento”, dijo Szewach.
Fuente: Agrovoz | Por: Favio Ré