Alphitobius diaperinus, conocido como el “escarabajo de la cama de pollos”, es una plaga endémica que afecta instalaciones avícolas de todo el mundo. Se encuentra comúnmente en alta densidad en las camas de cría de estas aves, donde encuentra lugar propicio para su reproducción. Produce efectos traumáticos en los pollos, es vector y reservorio de enfermedades aviares, y puede inducir reacciones alérgicas en los trabajadores de las granjas, además de causar daños físicos en las propias instalaciones.
En la actualidad, una gran diversidad de enzimas son objeto de investigación para el desarrollo de biocombustibles. Particularmente, se estudian enzimas con actividad sobre los principales componentes de la biomasa lignocelulósica para la producción de bioetanol de segunda generación. El desarrollo de este tipo de combustible alternativo resultaría en una reducción en el uso del petróleo, así como en el aprovechamiento de desechos lignocelulósicos disponibles en grandes cantidades, provenientes de actividades agrícolas, forestales e industriales. En este proceso, el paso crítico es la degradación de la pared de lignocelulosa, cuyos componentes principales son celulosa, hemicelulosa y lignina. La acción de las enzimas ligninolíticas facilita el acceso al resto de los componentes de las enzimas con actividad sobre carbohidratos. Las enzimas ligninolíticas denominadas lacasas, pertenecen a la familia de enzimas multicobre-oxidasas.
Su control está basado principalmente en el uso de insecticidas químicos, entre los que se encuentran piretroides, carbamatos u organofosforados, con los que se trata el piso y paredes del galpón de producción. Este proceso se desarrolla durante la etapa de vacío sanitario, cuando las aves no se hallan presentes, y previo a la entrada del nuevo ciclo de producción. Su aplicación indiscriminada puede llegar a producir la intoxicación de aves y trabajadores, como también generar problemas de resistencia en la plaga.
La implementación de una estrategia complementaria o alternativa de control “amigable con el medioambiente”, podría incluir el uso de bioinsecticidas que contengan la bacteria Bacillus thuringiensis como ingrediente activo. En esta misión nos hemos encontrado investigadores y técnicos del Laboratorio de Insumos Bacterianos del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (INTA, Castelar), quienes a nivel de laboratorio estamos evaluado un prototipo experimental de un biolarvicida que contiene la cepa Bacillus thuringiensis INTA Mo4-4.
Particularmente la cepa nativa mencionada, seleccionada en el marco de una primera etapa de investigación, resultó ser tóxica para la plaga y demostró contar con el potencial biotecnológico como para ser incluida en el desarrollo. Además, se realizó la caracterización fenotípica y genotípica de esta cepa, estudios fundamentales para los microorganismos que constituyen bioinsumos.
Durante todo este proceso se estableció y mantuvo una cría artificial del escarabajo de la cama de pollos, la primera en su especie en Argentina con fines de investigación, que se utilizaron en la evaluación de la toxicidad. También se ha trabajado y continua trabajando en la optimización del crecimiento bacteriano y en el mejoramiento de la producción de las toxinas que constituirán el ingrediente activo. Este bioinsecticida que está siendo desarrollado por INTA tiene la posibilidad de ser aplicado sin problemas durante todas las etapas del ciclo productivo al ser totalmente inocuo para las aves y trabajadores.
Fuente: INTA por Diego Hernán Sauka, Graciela Beatriz Benintende, Melisa Paula Perez