Exitosa experiencia de productores tucumanos en la producción y comercialización de pollos

En el marco de los Proyectos Especiales de Pro Huerta, financiados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y ejecutados por el INTA, se desarrolló una experiencia de producción de granja con fines comerciales.

La historia comenzó en la Localidad de Puerta de Marapa (Juan Bautista Alberdi-Tucumán), con un grupo de huerteros de baja escala productiva, que producía sólo para el autoconsumo y venta de los excedentes y no disponía de terreno ni herramientas adecuadas, sin poder llegar a los mercados de concentración hortícola o a las ferias locales. Sumado a esto, se presentaba la problemática de que sus integrantes trabajaban como jornaleros temporarios en cultivos y/o trabajos extra prediales.

Considerando estas necesidades y proyectando las oportunidades para los niños y adolescentes de esas familias, surgió la posibilidad de trabajar dentro de los Proyectos Especiales del Pro Huerta, con el asesoramiento técnico del INTA, para encarar un emprendimiento rentable que les permitiera trabajar a los adultos de las familias vinculadas, llegar a un mercado y cubrir parte de un sector que no estaba explotado en la zona. Para ello, se realizó un sondeo de mercado sobre la comercialización de pollos frescos de faena reciente, sabor palatable y aceptación de los consumidores finales. Y allí se tomó la decisión, junto a los huerteros e interesados, de formular y postular el Proyecto “Producción diferenciada de pollos para carne”.

“Desde ese primer bosquejo de una actividad rentable hasta el día de hoy fuimos dando pasos firmes, superando las expectativas productivas, avizorando el crecimiento económico de las familias involucradas, fortaleciendo organizaciones de productores y mostrando un camino planificado y estratégico hacia el Valor Agregado en Origen (VAO) de la cadena productiva”, explicó la Agr. Zulema Lescano de la Agencia de Extensión Rural Aguilares del INTA.

La metodología de trabajo utilizada por el grupo fueron reuniones informativas y capacitaciones de formación sobre las diferentes temáticas de la cadena. “De este modo, se pudieron conocer otros actores con idénticas y diversas problemáticas, favoreciendo la apropiación de ideas y el compromiso para llevar adelante la propuesta de trabajo”, aclaró Lescano.

A partir de allí, se planificaron y ejecutaron una serie de acciones destinadas a consolidar el grupo y fortalecer la actividad y organización de dichos productores. Entre los meses de mayo y junio de 2017, los integrantes del proyecto fueron capacitados en normativas vigentes de bromatología, lineamientos para la construcción de las instalaciones avícolas y fortalecimiento de la comercialización de productos en la Feria de los Huerteros de San Miguel de Tucumán, la Feria de Simoca y otros espacios de venta existentes en el sur de la provincia de Tucumán.

Entre julio y septiembre, con fondos del proyecto, se avanzó con la adquisición de herramientas, plantines de algarrobo -provenientes del Grupo Forestales del INTA Famaillá- para la forestación del predio y la primera compra de 100 pollitos. Paralelamente, se comenzó con la construcción del gallinero y se desarrollaron capacitaciones sobre bienestar animal, condiciones sanitarias adecuadas, seguimiento, nutrición, control de peso y conversión.

En octubre, después de 45 días de crianza de los animales, se llegó a la primera faena de 5 pollos con un peso de entre 2,700 y 3 kg, a un precio de $40 el kilo. Esto permitió realizar la primera venta. Ya en noviembre y diciembre, se realizó la compra de la segunda y tercera tanda de 100 pollitos parrilleros cada una. Y, durante los primeros meses del 2018, se lograron vender los últimos pollos y comprar nuevos animales.

“Actualmente, el grupo sigue creciendo, con sostenibilidad productiva, buscando incrementar la cría de sus pollos por camada o tanda y aspirando a la ampliación edilicia de su predio con mayor capacidad productiva. Esto genera nuevos conocimientos, arraigo local y trabajo genuino, con una mirada a futuro sobre el VAO a la producción”, concluyó la técnica del INTA.

Fuente: Prensa INTA Famailla