Con leves subas para los precios de la soja y bajas para las cotizaciones del maíz y trigo pasó la semana de negocios en la Bolsa de Chicago, donde la sequía en la Argentina; el avance de la cosecha en Brasil; las exportaciones estadounidenses, y las perspectivas para el ciclo de granos gruesos 2018/2019 en los Estados Unidos estuvieron entre los fundamentos valorados por los operadores. En la plaza local, lo mejor se lo llevó el trigo, con valores muy firmes para la mercadería física y para la próxima siembra.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 16 | Viernes 9 | Diferencia en % | |
Petróleo | 62,30 | 62,04 | +0,42 |
Dólar/Euro | 1,2287 | 1,2307 | -0,16 |
Real/Dólar | 3,2789 | 3,2576 | +0,65 |
Peso/Dólar* | 20,10 | 20,150 | -0,25 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación
SOJA
Con altibajos cerró la semana para los precios de la soja en el mercado doméstico, donde la transición de las ofertas abiertas de los compradores para la oleaginosa disponible fue de 5900 a 5800 pesos por tonelada para las terminales del Gran Rosario. Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (Minagro) en $ 6244, mientras que para el lunes fue fijado en 6204 pesos por tonelada. En el cierre del segmento comercial, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera en 6087 pesos por tonelada.
La soja de la nueva cosecha para las entregas en mayo se mantuvo estable en la zona del Gran Rosario, en 285 dólares por tonelada. El balance fue negativo para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea, dado que las propuestas retrocedieron de 285 a 280 dólarespor tonelada. En cambio, el saldo fue alcista para las cotizaciones en el Mercado a Términode Buenos Aires (Matba), donde los ajustes de las posiciones mayo y julio crecieron de 294 a 298 y de 299 a 302,90 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 14 de marzo y el 2 de abril deben salir desde las terminales del Gran Rosario 126.000 toneladas de poroto de soja, 1.197.449 toneladas de harina y 139.215 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 40.000 toneladas de harina; desde Necochea, 13.690 toneladas de harina y 10.450 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 15.000 toneladas de harina.
Acerca de los cultivos, el jueves la BCR redujo de 46,50 a 40 millones de toneladas su proyección para la cosecha de soja, con un rinde promedio nacional previsto en 23,6 quintales por hectárea, en ambos casos lejos de los 57,30 millones de toneladas y de los 31,9 quintales del ciclo precedente. “La humedad continuó siendo insuficiente en los suelos, por lo que el cultivo de soja de primera siguió formando vainas y llenando sus granos en las peores condiciones. La ininterrumpida falta de agua que caracterizó al verano malograría poco más de 1 millón hectáreas. Se tratan en buena parte de cuadros de sojas de segunda. Tras el crecimiento del área triguera, la soja de segunda ocupa este año 4,2 millones de hectáreas, o sea el 23% de los 18 millones de hectáreas sembrados. Y su fracaso productivo se hace sentir sobre los promedios, ya que en gran parte de la región pampeana se estiman rindes que podrían quedar por debajo de los 20 a 15 quintales”, dijo la entidad.
Añadió que en el nivel provincial las caídas que se estiman en los rindes en soja en estas últimas tres semanas son muy graves. “Entre Ríos perdería casi 8 quintales y pasaría a 12,3 quintales por hectárea. Córdoba, con 5 quintales menos, obtendría 22,3 quintales, por lo que quedaría con 10 quintales menos que el año pasado. Santa Fe pierde 3,1 quintales y se estima ahora con 27,5 quintales. Buenos Aires también vuelve a retroceder. Baja 2 quintales respecto de lo estimado en febrero y obtendría 24,4 quintales”, detalló. Y como dato alentador la BCR indicó que el norte del país podría quedar al margen de este gran contexto negativo. “Hay buenas chances de que las lluvias lleguen en los próximos días a las zonas productivas de Chaco y de Santiago del Estero. Las lluvias podrían dejar acumulados que hasta podrían superar los 70 y 80. De esta manera, llegarían en un momento crucial para la oleaginosa y sostendrían las expectativas provinciales, que hoy están en torno de los 27 y 28 quintales, respectivamente”.
También el jueves, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) mantuvo sin cambios, en 42 millones de toneladas, su previsión sobre el volumen productivo de soja 2017/2018. “Comenzó la recolección, relevándose progresos aislados en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y sectores de Buenos Aires. A la fecha se logró cubrir menos del 2% del área nacional, con rendimientos recolectados muy variables. La cosecha cobrará mayor fluidez durante las próximas semanas, mejorando la precisión sobre los promedios regionales. Ello permitirá confirmar las expectativas de rinde recolectadas durante las semanas previas. Por otra parte, no se registraron lluvias en amplios sectores del NEA, incrementándose la proporción de lotes que comienzan a transitar etapas críticas bajo regular condición hídrica”, explicó la entidad.
Tras las bajas de la semana anterior, la soja cerró el segmento comercial con leves subas en la Bolsa de Chicago, donde las posiciones mayo y julio sumaron un 0,99 y un 1,14%, tras pasar de 381,86 a 385,63 y de 385,17 a 389,58 dólares por tonelada. No corrió la misma suerte la harina de soja, que terminó con una mínima baja, al variar de 411,82 a 411,05 dólares por tonelada. En una semana volátil, con subas el lunes y el martes; una baja importante el miércoles, y alzas nuevamente el jueves y el viernes, el fuerte recorte de la cosecha de soja argentina hecho por la BCR resultó el peso que inclinó la balanza de los precios hacia el terreno alcista.
El otro dato positivo fue el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas de poroto de soja por 1.269.600 toneladas, que, si bien quedaron por debajo de las 2.509.400 toneladas del reporte anterior, se ubicaron por encima del rango estimado por el mercado, de 800.000 a 1.200.000 toneladas. El organismo añadió que el volumen comercializado resultó un 30% superior al promedio de las cuatro semanas precedentes. Además, reportó ventas de harina por 173.300 toneladas, por debajo de las 200.600 toneladas de la semana pasada, pero dentro del rango calculado por los operadores, de 100.000 a 350.000 toneladas. El USDA también confirmó ventas por 77.400 toneladas de soja 2018/2019.
El potencial bajista para el mercado de la soja tiene cuatro patas: las existencias estadounidenses récord; las potenciales represalias de China contra los Estados Unidospor la pretensión del gobierno de Donald Trump de arancelar productos chinos; la cosecha de Brasil, que cada vez más estimadores la ubican en un nivel récord, y la posibilidad de que la superficie estadounidense 2018/2019 resulte récord.
De las existencias finales estadounidenses ya hemos hablado tras el informe mensual del USDA. Hoy, con 15,10 millones de toneladas, están un 83,92% por encima de los 8,21 millones del cierre del ciclo 2016/2017. El modo de achicarlas sería vía mayores exportaciones, sin embargo, las agresivas ventas brasileñas conspiran contra ese objetivo. Otra opción sería moler más para vender harina, sobre todo a partir de la menor disponibilidad de grano en la Argentina. Pero, al menos en su reporte de marzo, esa opción no fue valorada por el USDA.
Acerca de Brasil, el lunes Safras & Mercado elevó de 115,65 a 117,27 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de soja. En el cierre de la semana, esta misma firma estimó en 70 millones de toneladas el saldo exportable brasileño. El miércoles, Lanworth incrementó su cálculo para la producción de Brasil de 113,80 a 117,12 millones de toneladas, en tanto que Céleres lo hizo de 111,90 a 115,70 millones. En todos los casos, las cifras quedaron por encima de los 113 millones proyectados por el USDA en su informe mensual. En cuanto al avance de la cosecha, el viernes AgRural lo relevó sobre el 58% del área apta, frente al 62% vigente un año atrás y al 55% promedio de los últimos cinco años.
Respecto de la “guerra” comercial global desatada por el presidente de los Estados Unidosen su intento por fijar aranceles, primero fue el acero y después el resto de los productos importados, con un perjuicio eventual particular para China. Desde el coloso asiático se alzaron voces sobre posibles represalias y la soja fue el primer producto puesto sobre la mesa. Cuando aún resta pasar mucha agua debajo del puente, la chance de que China le imponga un arancel a la entrada de soja estadounidense no sólo complicaría a los vendedores, sino también a las fábricas procesadoras instaladas en China. La opción de dejar de comprar es poco menos que imposible, dado que sus requerimientos, que en breve alcanzarán los 100 millones de toneladas, no lograrían ser abastecidos sin la participación de grano estadounidense, sobre todo en una campaña que dejará poco grano argentino para vender sin procesar. Sin embargo, cualquier recorte que China haga en los volúmenes de compra a EE.UU. podría afectar sensiblemente al mercado estadounidense, por el abundante stock actual y por la previsión de una campaña que registraría una superficie sembrada récord.
En cuanto a esto último, luego de un relevamiento entre productores, la firma estadounidense Allendale estimó la intención de siembra de soja para la nueva campaña de los Estados Unidos en 37,27 millones de hectáreas, una superficie que resultaría récord histórico. Vale añadir que la cifra quedó por encima de los 36,42 millones de hectáreas proyectados por el USDA en su Foro Anual de febrero y de los 36,48 millones cubiertos en el ciclo 2017/2018.
Por todo lo expuesto, y a pocas semanas del inicio de la siembra, el mercado de soja estadounidense deberá ser seguido con particular precaución durante los próximos meses, sobre todo si el clima se desenvuelve dentro de la normalidad.
En estos momentos el estado de los suelos del Medio Oeste está así:
MAÍZ
Mayormente negativo resultó el balance de la semana para los precios del maíz en el mercado local. En efecto, la transición de las ofertas de los exportadores fue de 3600 a 3450 pesos por tonelada para el Gran Rosario y de 185 a 180 dólares para Bahía Blanca. Para Necochea el valor del maíz se mantuvo estable, en 3500 pesos. Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por el Minagro en $ 3598, mientras que para el lunes fue fijado en 3514 pesos por tonelada. La actividad de los consumos se vio muy afectada por la medida de protesta de los transportistas, las principales propuestas relevadas por la BCBA por maíz seco se ubicaron entre 3200 y 3400 pesos por tonelada.
La tónica negativa también se reflejó sobre el maíz nuevo, que retrocedió de 175 a 173 dólares por tonelada para las entregas entre abril y mayo sobre el Gran Rosario. La misma suerte corrió el cereal en el Matba, dado que los ajustes de las posiciones abril y julio bajaron de 179,50 a 176 y de 178 a 174 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 14 de marzo y el 2 de abril deben salir desde las terminales del Gran Rosario 1.004.200 toneladas de maíz y desde Bahía Blanca, 231.000 toneladas.
Acerca de los cultivos, el jueves la BCR recortó de 35 a 32 millones de toneladas su proyección sobre la cosecha de maíz. “En Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires se consolidan los mayores daños productivos. De todas formas, Santa Fe obtendría el mayor rinde provincial con 70 quintales por hectárea de promedio, aunque pierde 5,6 quintales respecto de la cifra estimada en febrero. Buenos Aires le sigue, con 63,2 quintales. Córdoba se estima con un rinde de 60,2 quintales. Estos 8 quintales menos respecto de un mes atrás representan un gran golpe productivo, ya que repercuten en una merma de 2 millones de toneladas. Entre Ríos también evidencia en el maíz la gran adversidad climática que ha sufrido. Refleja una caída de 12 quintales y un rinde provincial de 45 quintales por hectárea”, detalló la entidad. Añadió que la superficie total sembrada sigue sin cambios, en 6,43 millones de hectáreas, y que el rinde promedio nacional desciende 4,7 quintales respecto de lo estimado en febrero, hasta los 59,8 quintales, lejos de los 79,2 quintales de la campaña precedente, en la que se recolectaron 38 millones de toneladas, sobre un área sembrada de 5,80 millones de hectáreas.
También el jueves, la BCBA mantuvo en 34 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de maíz para grano comercial y relevó el avance de la recolección sobre el 8% de los 5,4 millones de hectáreas sembrados, con un rendimiento medio nacional de 65,9 quintales por hectárea. “Los mayores avances se relevaron en las zonas centro-norte de Santa Fe y centro-este de Entre Ríos, sobre lotes tempranos. Los rindes recolectados se encuentran por debajo de los promedios de las últimas cinco campañas en gran parte de los cuadros. Por otro lado, los lotes tardíos y de segunda ocupación ven sus rindes potenciales disminuidos por la falta de lluvias de importancia durante las últimas semanas. De no registrarse nuevas precipitaciones, el volumen potencialmente recolectable en el nivel nacional podría modificarse”, advirtió la Bolsa.
Fue negativo el balance de la semana para los precios del maíz en la Bolsa de Chicago, donde los contratos mayo y julio perdieron un 1,98 y un 1,76%, al pasar de 153,73 a 150,68 y de 156,68 a 153,93 dólares por tonelada. Difícil de entender estas bajas, en medio de una ola de exportaciones estadounidenses que volvieron a quedar por encima de las expectativas de los operadores y frente a la caída de la oferta de la Argentina, que por menor significativa frente al poderío estadounidense, implica un potencial cupo adicional para cubrir. Quizá, la razón del retroceso esté vinculada con la caída de las cotizaciones del trigo y con la corriente vendedora de los fondos en las últimas tres ruedas del segmento, luego de que el maíz tocó el nivel de precios más alto en siete meses.
Como señalamos anteriormente, por quinta semana consecutiva el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos resultó positivo para el mercado. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas por 2.505.100 toneladas de maíz 2017/2018, por encimade las 1.857.500 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de 1,3 a 1,7 millones. El organismo destacó que el volumen comercializado resultó el más alto semanal en lo que va del ciclo comercial y que quedó un 41% por encima del promedio de las cuatro semanas precedentes. Además, el USDA reportó la venta de 100.000 toneladas de cereal 2018/2019.
Otro dato que debería haber aportado sostén a los precios del maíz fue la proyección de una menor intención de siembra para la nueva campaña 2018/2019 en los Estados Unidos.En ese sentido, el miércoles la firma Allendale calculó la siembra sobre 35,82 millones de hectáreas, una superficie que quedó por debajo de los 36,42 millones previstos en febrero por el USDA y de los 36,49 millones implantados en el ciclo 2017/2018.
TRIGO
Con mayoría de alzas terminó la semana para el trigo argentino, donde las ofertas de los exportadores por el cereal disponible crecieron de 200 a 205 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 195 a 200 dólares para Necochea. Para la zona del Gran Rosario el valor del cereal se mantuvo en $ 3750 por tonelada. Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por el Minagro en $ 4069, mientras que para el lunes fue fijado en 4079 pesos por tonelada. El rango de propuestas de los molinos, relevado a diario por la BCBA, creció de 3500/4300 a 3650/4250 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.
La tónica alcista se potenció en el Matba, donde los ajustes de las posiciones julio y enero subieron de 200 a 210 y de 190,50 a 193,50 dólares por tonelada. En cuanto a este último contrato, que marca el ingreso formal de la cosecha 2018/2019 en el mercado, resultó un 21,7% superior al vigente un año atrás, de 159 dólares por tonelada.
Sin embargo, como lo destacó el sábado en el diario La Nación Adrián Seltzer: “El precio es muy bueno, pero nadie se atreve a comprometer mercadería por la incertidumbre que genera el clima, en medio de una seca que ya dejó su sello sobre la cosecha gruesa y que continúa paralizando decisiones en el campo”. Agregó que hoy no hay productor al que le sobre el agua y pueda planificar lo que viene en forma normal si no se registra un cambio de clima hacia un patrón más húmedo. “Tras los quebrantos que va a dejar la cosecha gruesa por los menores rindes, la preocupación de muchos agricultores pasa por ver de qué forma se refinanciarán las deudas”, explicó, y añadió: “Lamentablemente, poca gente está mirando la campaña siguiente”.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 14 de marzo y el 2 de abril deben salir desde las terminales del Gran Rosario 173.128 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 77.100 toneladas; desde Necochea, 90.435 toneladas, y desde otros puertos, 42.000 toneladas. Al 15 del actual, el Minagro relevó Declaraciones Juradas de Ventas Externas de trigo 2017/2018 por 8.160.125 toneladas.
Volvió a resultar negativo el balance de la semana para los precios del trigo en los Estados Unidos. En efecto, en la Bolsa de Chicago las posiciones mayo y julio del cereal perdieron un 4,39 y un 4,05%, al pasar de 179,77 a 171,87 y de 185,74 a 178,21 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos resignaron un 4,04 y un 3,87%, tras variar de 191,25 a 183,53 y de 197,41 a 189,78 dólares por tonelada. La previsión de lluvias sobre las principales zonas productoras del grano fino estadounidenses durante los próximos días y las magras exportaciones semanales fueron los principales fundamentos bajistas del segmento.
Resultó negativo para el mercado el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas de trigo por 162.800 toneladas, por debajo de las 391.500 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de 250.000 a 500.000 toneladas. El organismo destacó que el volumen comercializado implicó una caída del 47% respecto del promedio de las cuatro semanas anteriores. Además, el USDA reportó negocios por 56.700 toneladas de trigo 2018/2019.
Otro dato negativo para el mercado de trigo estadounidense es el buen clima que se registra en los países productores de la zona del Mar Negro, principalmente Rusia y Ucrania, que en breve comenzarán con la siembra del trigo de primavera. Asimismo, la consultora UkrAgoConsult indicó el viernes que la condición de los cereales de invierno en Ucrania es “la mejor en cuatro años”. Tetyana Adamenko, jefa del departamento de agricultura en el centro meteorológico estatal de Ucrania, dijo que “la situación es fabulosa para las siembras de granos de primavera porque el nivel de humedad en el suelo es significativo”.
Fuente: Granar