La semana dejó subas generales para los precios de los granos en la Bolsa de Chicago, donde la devaluación del dólar frente al euro y la apreciación del real resultaron los principales factores positivos. Para los granos gruesos se sumaron como datos alcistas el persistente aumento del valor del petróleo y la falta de humedad en la Argentina, mientras que, para el trigo, acentuó la tónica alcista la falta de humedad vigente en los principales Estados productores. En el mercado doméstico, el balance fue muy positivo, en gran medida por la fuerte devaluación del peso frente al dólar.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 26 | Viernes 19 | Diferencia en % | |
Petróleo | 66,09 | 63,32 | +4,37 |
Dólar/Euro | 1,2427 | 1,2220 | +1,69 |
Real/Dólar | 3,1511 | 3,1948 | -1,37 |
Peso/Dólar* | 19,470 | 18,895 | +3,04 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación
SOJA
En “la semana de las monedas”, el balance fue muy positivo para los precios de la sojaen el mercado doméstico, donde la devaluación del peso frente al dólar resultó crucial. En efecto, la transición de las ofertas de los compradores fue de 5100 a 5400 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario; de 4850 a 5150 pesos para Bahía Blanca (hacia el cierre del segmento la demanda estuvo retirada), y de 4750 a 5000 pesos para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (Minagro) en $ 5495, mientras que para el lunes fue fijado en 5477 pesos por tonelada. En el cierre del segmento comercial, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera en 5403 pesos por tonelada.
La tónica alcista también favoreció a la soja de la próxima cosecha, dado que la propuesta de la demanda por mercadería con entrega en mayo creció de 262 a 267 dólares por tonelada, luego de tocar los 270 dólares a mediados de semana. Lo propio ocurrió en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde el ajuste del contrato mayo aumentó de 266,40 a 267 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 24 de enero y el 14 de febrero deben salir desde las terminales del Gran Rosario 1.020.773 toneladas de harina y 44.776 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 57.118 toneladas de harina; desde Necochea, 68.000 toneladas de harina y 7150 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 47.967 toneladas de harina.
Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la siembra de soja sobre el 98,9% de los 18 millones de hectáreas previstos, con un progreso semanal de 2,2 puntos. “Durante los últimos siete días se registraron abundantes lluvias en amplios sectores del NOA y del NEA que recargan los suelos con humedad necesaria para concretar los planes de siembra durante los próximos días. En paralelo, el centro y el sur de la región agrícola sólo registró precipitaciones en sectores puntuales. Si durante las próximas semanas no se relevan lluvias que acompañen el cultivo en sus etapas críticas, la heterogeneidad hasta ahora registrada en la condición de lotes podría adoptar una tendencia negativa generalizada y poner en riesgo el volumen de producción nacional al cierre de campaña”, advirtió la entidad.
También el jueves, en su informe mensual de estimaciones agrícolas, el Minagro redujo de 16,80 a 16,75 millones de hectáreas su previsión sobre el área que será efectivamente cubierta con soja en la campaña 2017/2018. Lo que acentuó la diferencia respecto de los 18 millones proyectados por la BCBA y de los 18,50 millones calculados por la BCR.
El Minagro explicó que la condición general del cultivo es sumamente variable, producto de la irregularidad de las lluvias. “En términos generales, en Santa Fe y en el este de Córdoba los plantíos están (relativamente) en mejor estado, encontrándose áreas con problemas hídricos en varias zonas de Buenos Aires, La Pampa y de Entre Ríos. En el NEA y en el NOA, las siembras se efectúan en la medida que las condiciones lo van permitiendo. La soja de primera se encuentra 7% en emergencia; 53% en crecimiento; 34% en floración, y 6% en llenado. La de segunda, 12% en emergencia; 77% en crecimiento, y 9% en floración. En cuanto a la condición de los cultivos, el estado bueno/muy bueno se releva sobre el 81 y el 78%, respectivamente”.
Datos para tener en cuenta: Acerca de las variables comerciales 2016/2017, el Minagromantuvo en 910.000 toneladas la importación temporaria, pero redujo de 48,50 a 47,35 millones la molienda y de 8,50 a 8 millones el saldo exportable. Así, el stock final de soja fue elevado de 8,31 a 9,95 millones de toneladas. De esta forma, se mantiene la tendencia hacia un sostenido crecimiento del remanente de soja campaña tras campaña, que fue de 6,8 millones en el ciclo 2014/2015, y de 9,40 millones en la temporada 2015/2016.
En su relevamiento semanal, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) advirtió que en la zona núcleo agrícola “la productividad promedio de la soja podría retroceder más de 5 quintales por hectárea respecto del año pasado, cuando alcanzó casi 40 quintales. Todos los técnicos coinciden: es crítico que llueva en los próximos 10 días. Marchitamiento, baja altura de las plantas, crecimiento detenido, pérdida de hojas, flores y de vainas. La condición regular ya alcanza el 10% del área de soja de primera”.
Por segunda semana consecutiva, los precios de la soja cerraron con saldo positivo en la Bolsa de Chicago, donde los contratos marzo y mayo sumaron un 0,84 y un 0,86%, al pasar de 359,08 a 362,11 y de 363,21 a 366,34 dólares por tonelada. A su vez, también volvió a ser alcista el segmento para el valor de la harina de soja, que ganó un 1,24%, tras variar de 365,52 a 370,04 dólares por tonelada.
Entre los fundamentos alcistas que influyeron sobre los precios se destacaron dos por sobre el resto: la devaluación del dólar y la persistente incertidumbre sobre el impacto de la falta de humedad en la Argentina.
Acerca de las monedas, el jueves el dólar cayó al nivel más bajo en tres años frente al euro, al marcar una paridad de 1,2537. Y si bien en la jornada del viernes la tendencia de pérdida de valor de la divisa estadounidense se interrumpió y limitó el movimiento alcista, el derrotero semanal implicó una mejora en la competitividad de las exportaciones estadounidenses, que se complementó con la apreciación del real frente al dólar, que deterioró el posicionamiento de las materias primas exportables brasileñas, como el poroto de soja o el maíz.
Y en cuanto a lo que ocurre en la Argentina, el mayor impacto fue hacia el mercado de la harina de soja, por su liderazgo en el comercio global. Los operadores estadounidenses confían en poder usufructuar la eventual menor oferta argentina para sumar mercados para la harina estadounidense. Claro que la devaluación del peso frente al dólar limitó las ganancias.
Otro dato que viene siendo persistentemente alcista para productos como la soja y el maíz es el aumento del valor del petróleo, que influye sobre el estado de los agrocombustibles, más allá de las oscilaciones políticas en cuanto al apoyo del Gobierno de Donald Trump al fomento de la producción de biodiésel y de etanol.
Resultó negativo para el mercado de soja el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos. En efecto, el viernes el USDA relevó la venta de 616.300 toneladas de poroto 2017/2018, por debajo de las 1.240.200 toneladas del trabajo precedente y de la expectativa de los operadores. Además, confirmó negocios por 143.100 toneladas 2018/2019. En cuanto a la harina, el organismo relevó operaciones por 223.100 toneladas del ciclo actual, por debajo de las 281.800 de la semana pasada.
MAÍZ
A partir de la devaluación del peso y en tándem con la persistente demanda exportadora, fue positivo el balance de la semana para los precios del maíz argentino. La transición de las ofertas por el cereal con entrega inmediata fue de 2850 a 3000 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario; de 2950 a 3050 pesos para Bahía Blanca, y de 2850 a 2950 pesos para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por el Minagro en $ 3006, mientras que para el lunes fue fijado en 3007 pesos por tonelada. Las principales propuestas de los consumos relevadas por la BCBA por maíz seco se ubicaron entre 2900 y 3000 pesos por tonelada.
La tendencia alcista también comprendió al maíz de la próxima cosecha, dado que las ofertas de los compradores crecieron de 149 a 155 dólares por tonelada para el cereal con entrega desde marzo sobre el Gran Rosario. Lo mismo se evidenció en el Matba, donde los ajustes de las posiciones abril y julio aumentaron de 153,50 a 155,10 y de 148 a 149,50 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 24 de enero y el 14 de febrero deben salir desde las terminales del Gran Rosario 614.785 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 164.000 toneladas; desde Necochea, 44.260 toneladas, y desde otros puertos, 56.967 toneladas.
Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el progreso de la siembra de maíz para grano comercial sobre el 92,4% de los 5,4 millones de hectáreas previstos, con un avance semanal de sólo 1,1 puntos. “Los avances de siembra de lotes de segunda ocupación y tardíos se dieron sobre la zona centro-norte de Santa Fe y en Corrientes. Por otro lado, en las regiones NOA y NEA, lluvias permitieron reponer humedad en los perfiles, particularmente en las provincias de Chaco y de Santiago del Estero”. Sin embargo, la entidad advirtió que en determinadas áreas de esas mismas provincias “las precipitaciones generaron excesos hídricos, tal el caso de Sáenz Peña”. En paralelo, “los lotes tempranos transitan diferentes etapas del llenado de grano con expectativas de rendimiento cercanas a los promediosde las últimas campañas”, indicó la entidad. Y añadió que, en el sur de la provincia de Buenos Aires, “la falta de humedad aún restringe el crecimiento de los cuadros sembrados a principios de la ventana de siembra”.
En su trabajo mensual de estimaciones agrícolas, el Minagro mantuvo el jueves en 8,8 millones de hectáreas su previsión sobre el área que será cubierta por el maíz en la campaña 2017/2018, de las cuales 6,8 millones serán con destino a grano y 2 millones entre “silajes, diferidos, pérdida, etcétera”. La entidad explicó que la mayor parte de las principales zonas maiceras acusa déficit hídrico en mayor o en menor grado. “Se presentan casos de fallas en la granazón de planteos que no recibieron lluvias en el período de floración. No se informan problemas fitosanitarios o ataques insectiles graves. Se encuentra un 5% en emergencia; un 46% en crecimiento; un 26% en floración, y un 23% en llenado. El 76% de los cultivos está entre bueno y muy bueno, en tanto que el resto aparece entre regular y malo”.
Datos para tener en cuenta: En el análisis de las variables comerciales 2016/2017, el Minagro elevó de 14,37 a 16 millones de toneladas el maíz usado para alimentación animal, en tanto que redujo de 27,50 a 26 millones el saldo exportable. El stock final fue reducido de 9,83 a 9,70 millones. A partir del fuerte aumento de la producción tras la remoción de los derechos de exportación y de las trabas a la exportación, el remanente registrado al cierre de cada campaña deberá ser un tema más en el análisis comercial. En efecto, de los 3,60 millones del ciclo 2014/2015 se creció a 5,65 millones en la temporada 2015/2016, para pasar ahora a 9,70 millones.
En su análisis semanal sobre la zona núcleo agrícola argentina, la GEA advirtió que “siempre y cuando no se agrave la seca, los maíces de primera promediarían 87 quintales por hectárea en la región. Están terminando de llenar sus granos con las reservas de agua que quedan en el perfil. Van quedando ya muy lejos los techos de 145 quintales por hectárea que se obtuvieron en pasado ciclo en Marcos Juárez o los 135 quintales en Bigand. El estrés termo-hídrico en floración y la escasez de agua durante el llenado bajaron las expectativas del cereal, posicionando al 15% de los lotes en condiciones regulares”, detalló el reporte.
Por segunda semana seguida, las cotizaciones del maíz cerraron en alza en la Bolsa de Chicago, donde los contratos marzo y mayo sumaron un 1,14 y un 1,18%, al pasar de 138,77 a 140,35 y de 142,02 a 143,69 dólares por tonelada. Los principales fundamentos positivos fueron el aumento del petróleo, la devaluación del dólar y la apreciación del real.
Éste último punto no es menor, frente al máximo objetivo vigente para el mercado estadounidense, de reducir el abundante volumen de sus existencias. En efecto, uno de los países que puede complicar el cumplimiento de ese cometido es Brasil. Por esto, si a la menor producción brasileña prevista para el ciclo 2017/2018 se suma una caída en la competitividad por la apreciación del real, se comprende por qué el combo resulta alcista para el maíz estadounidense.
Fue entre neutro a levemente alcista el reporte semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el viernes el USDA relevó ventas de maíz 2017/2018 por 1.445.900 toneladas, por debajo de las 1.888.300 toneladas del informe precedente, pero por encima de la expectativa del mercado. Además, el organismo confirmó negocios por 85.100 toneladas del ciclo 2018/2019.
TRIGO
Para completar el cuadro semanal positivo para los precios de los granos locales, también por la devaluación del peso y por la fortaleza de la demanda exportadora, el trigo cerróel segmento comercial con valores en alza. La transición de las ofertas de la exportación fue de 3150 a 3300 pesos por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea, y de 3070 a 3300 pesos para el Gran Rosario.
Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por el Minagro en $ 3251, mientras que para el lunes fue fijado en 3252 pesos por tonelada. El rango de propuestas de los molinos, relevado a diario por la BCBA, creció de 2900/3600 a 3100/3750 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.
En el Matba se amplió el pase, dado que el ajuste de la posición marzo pasó de 174 a 174,10 dólares, mientras que el del contrato julio creció de 177,50 a 180,70 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 24 de enero y el 14 de febrero deben salir desde las terminales del Gran Rosario 709.115 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 319.050 toneladas; desde Necochea, 275.100 toneladas, y desde otros puertos, 80.000 toneladas. Al 25 del actual, el Minagro relevó Declaraciones Juradas de Ventas Externas de trigo por 6.149.578 toneladas.
En su informe mensual sobre estimaciones agrícolas, el jueves el Minagro elevó de 18 a 18,50 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2017/2018 de trigo, pese a reducir de 5,95 a 5,90 millones la superficie implantada. Y en su primera valoración de las variables comerciales del ciclo, el organismo estimó un stock inicial de 1,04 millones; la molienda de 6,20 millones, contra los 5,86 millones 2016/2017; 900.000 toneladas para semillas y otros usos, y un saldo exportable de 11 millones, contra los 12,60 millones de la campaña anterior. El stock final fue proyectado en 1,44 millones de toneladas.
Tras dos semanas bajistas consecutivas, los precios del trigo de los Estados Unidos lograron terminar el segmento comercial con importantes mejoras. En efecto, las posiciones marzo y mayo del cereal en la Bolsa de Chicago sumaron un 4,31 y un 4,19%, al pasar de 155,34 a 162,04 y de 160,02 a 166,73 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos repuntaron un 3,63 y un 3,74%, al variar de 157,08 a 162,78 y de 162,13 a 168,20 dólares por tonelada.
El principal fundamento alcista para los precios del trigo fue la devaluación del dólar frente al euro y a otras monedas centrales para el comercio de materias primas, dado que resultó un punto a favor para mejorar la competitividad estadounidense, en un mercado dominado por el trigo de la zona del Mar Negro, con Rusia como el líder global.
Otro factor alcista que es seguido con mucha atención por el mercado es la falta de humedad que afecta no sólo la región de las Grandes Planicies trigueras, sino los Estados del Sur, como Oklahoma y Texas. Según el mapa de monitoreo de la sequía del Centro Nacional de Mitigación de la Sequía, con datos al 25 de enero, Kansas (es el principal productor de trigo estadounidense con más de 9 millones de toneladas en 2017) tiene déficit de humedad en el 100% del Estado, mientras que un 52,91% de sus suelos evidencian síntomas de sequía moderada; un 19,19%, de sequía severa, y un 4,08%, de sequía extrema. En cuanto a Oklahoma (aportó casi 2,7 millones de toneladas en 2017), que también tiene el 100% de su territorio con déficit, presenta un 99,17% bajo condiciones de sequía moderada; un 52,62% con sequía severa, y un 14,56% con sequía extrema.
La especulación en torno del clima y del estado de los suelos en las principales zonas de producción de trigos de invierno es liderada por los fondos de inversión, que conservan una fuerte posición vendida en el mercado, que podría tender a reducirse si se mantiene el combo dólar débil/déficit hídrico.
Aportó a la firmeza del mercado de trigo el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el viernes el USDA relevó ventas del grano fino por 427.200 toneladas, por encima de las 153.000 toneladas del reporte anterior y de la expectativa de los operadores. Además, el organismo confirmó negocios por 26.500 toneladas del ciclo 2018/2019.
Fuente: Granar