Agricultura, la doble pérdida

En cultivos de verano destinados a silaje, una alta carga de malezas puede generar un doble efecto negativo.

Las malezas compiten por los recursos del ambiente -luz, agua y nutrientes-, por lo tanto su efecto principal sobre los cultivos es fisiológico.

Tanto el maíz como el sorgo (principales cultivos sembrados en la zona para ensilar) son muy sensibles a la competencia por recursos alrededor de la floración, período crítico de ambos cultivos para la generación del rendimiento. Un estrés en este período genera importantes pérdidas de rendimiento en grano.

Distintas experiencias desarrolladas en la Chacra Experimental Chascomús (Convenio INTA-MAIBA) muestran reducciones de rendimiento en grano que rondan el 30% en parcelas enmalezadas con respecto al testigo libre de malezas (Tabla 1).

Efecto secundario

En lotes destinados a ensilado, las malezas enmascaran un segundo efecto negativo, el cual es puramente mecánico y de menor magnitud. Los lotes con elevada carga de malezas obligan a las máquinas picadoras a elevar la altura de corte para evitar atoraduras en el cabezal, lo que implica otra pérdida de forraje (Tabla 2).

No obstante, como el componente más afectado es el tallo, porción de menor calidad nutricional de la planta, los cultivos picados más altos suelen tener una mayor proporción de espiga y, por ende, mayor calidad.

Teniendo en cuenta que los costos de picado son relativamente fijos por hectárea, pudiendo representar entre el 50 y el 70% del costo total según el cultivo en cuestión (maíz o sorgo); reducciones en el rendimiento por distintas causas, como la menor generación de forraje o el incremento en la altura de corte, generan un incremento en el costo de la ración.

Los lotes con elevada carga de malezas obligan a elevar la altura de corte, pudiendo afectar el rendimiento hasta en un 24%

Para evitar ésto es fundamental conocer la historia de los lotes, respetar la rotación de cultivos y realizar un correcto manejo del cultivo, incluyendo fecha y densidades de siembra, para minimizar la aplicación de herbicidas.

Fuente: INTA | Por: Mariano Cicchino