Según un informe, si se prolonga el fenómeno la cosecha caería en 11,3 millones de toneladas contra el ciclo 2016/2017 y el ingreso por exportaciones pasaría de 27.970 millones de dólares a US$24.696 millones.
Si la sequía se prolongara, la Argentina podría ver recortado en US$3274 millones su ingreso por divisas respecto de lo que logró en la cosecha pasada, 2016/2017.
Así se desprende de un informe que realizó Gustavo López, analista de la consultora Agritrend, considerando datos de producción, precios y volúmenes de exportación del ciclo en marcha, 2017/2018. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, de este ciclo todavía falta por implantar 2,25 millones de hectáreas con soja y 1,2 millones con maíz. Gran parte de lo que resta sembrar en la campaña debería hacerse en el norte.
En esa entidad ya están admitiendo que podría haber un recorte de entre 80.000 y 120.000 hectáreas en el área con soja, sobre una previsión total de una superficie con 18,1 millones de hectáreas.
Según el trabajo que López envió a La Nación, en el ciclo anterior, 2016/2017, el país sembró en total 35,87 millones de hectáreas, cosechó 129 millones de toneladas, exportó 95,5 millones de toneladas y tuvo ingresos por dividas de unos 27.970 millones de dólares.
Para el nuevo ciclo, López trazó dos hipótesis, la primera con clima normal y la segunda con sequía, que es lo que ocurre en amplias zonas de la pampa húmeda.
En el primer caso, de acuerdo al experto la superficie total quedaría levemente similar al ciclo anterior, con 35,65 millones de hectáreas. Luego, la producción rondaría los 127,6 millones de toneladas (por menor área, la soja bajaría entre una campaña y otra de una cosecha de 57 a 54 millones de toneladas), quedaría un saldo exportable de 92,3 millones de toneladas y el ingreso por divisas ascendería, con un menor precio FOB versus la campaña anterior (US$ 293 versus 288 dólares por tonelada promedio de los productos) a 26.591 millones de dólares. Es decir, habría una merma de US$1379 millones.
En el segundo escenario, esto es con sequía prolongada, según el especialista la superficie sembrada cerraría en 34,39 millones de hectáreas, 1,26 millones de hectáreas menos que el cálculo con clima normal. En este contexto, además se cosecharía menos y la recolección totalizaría 117,7 millones de toneladas. Esto es, 11,3 millones de toneladas menos versus la campaña anterior.
Para López, habría un repunte de los precios por la sequía y el promedio de los productos sería de 293 dólares por tonelada. Bajo este escenario, quedando un saldo exportable de 84,4 millones de toneladas el ingreso por divisas sería de US$24.696 millones.
Contra la situación con clima normal, el ingreso por divisas se reduciría en US$1895 millones. Sin embargo, versus el ciclo anterior, 2016/2017, este escenario con sequía haría que el ingreso por divisas se reduzca en 3274 millones de dólares.
“Hay un final abierto; estas semanas serán definitorias porque la soja se está acercando a la fecha límite (para la siembra) y quedan 2,20 millones de hectáreas”, señaló López.
Hoy, por la situación climática actual el experto no cree que se vaya a tener una cosecha de 54 millones de toneladas, que es la previsión para la situación de clima normal.
Fuente: La Nación | Por: Fernando Bertello
