Los Grobo, contra las cuerdas: venta clave y alianza millonaria para evitar el colapso
El histórico gigante sojero Los Grobo atraviesa uno de los momentos más desafiantes de su trayectoria. Años atrás, la compañía era sinónimo de expansión, multiplicando su superficie de siembra de 15.000 a 75.000 hectáreas en tiempo récord. Hoy, en cambio, avanza en un complejo concurso de acreedores mientras intenta reordenar su estructura y recuperar oxígeno financiero.
Con pasivos verificados que alcanzan los $70.124 millones y u$s151 millones —unos u$s220 millones al tipo de cambio actual—, el proceso judicial se encuentra bajo supervisión del juez Diego Hugo Papa. La empresa deberá presentar su propuesta formal de pago en agosto de 2026, mientras continúa la revisión final de la deuda.
Desde la firma remarcan que el concurso se desarrolla “dentro de los plazos previstos” y que la prioridad es sostener la operatoria comercial: más de 500 clientes activos y entre 700.000 y 800.000 toneladas anuales de soja, maíz, trigo y girasol continúan en movimiento. Un volumen que mantiene a Los Grobo como actor central del circuito agroindustrial argentino.
Venta del Molino Cánepa: la pieza clave para generar caja
Una de las decisiones más fuertes del plan de reestructuración es desprenderse del Molino Cánepa, ubicado en Chivilcoy. El activo será subastado judicialmente y su recaudación se destinará al pago de acreedores con privilegio especial. Entre los interesados aparece Molinos Fénix, que analiza sumar la planta a su red productiva.
Desde Los Grobo aseguran que la venta es “una medida de ordenamiento de capital” y que no afecta el funcionamiento del resto de las operaciones, que continúan activas en su totalidad. De hecho, la compañía ya discontinuó el negocio de siembra propia —considerado poco rentable— para concentrarse en sus áreas más competitivas: insumos, originación y acopio.
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Amaggi, el socio estratégico que sostiene la campaña
En paralelo, Los Grobo reforzó su alianza con Amaggi, el gigante brasileño que garantiza el flujo operativo y la compra de granos para toda la campaña 2025/26. Este respaldo, según fuentes internas, es clave para mantener la confianza de productores y asegurar la próxima cosecha.
Además, más de 550 acreedores granarios participan de un mecanismo de compensación previsto en la Ley de Concursos: las deudas se cancelan mediante entrega de granos, con bonificaciones de hasta u$s7 por tonelada en soja o girasol, y u$s5 en cereales.
¿Un camino hacia la normalización?
En el entorno de la empresa describen esta etapa como un proceso de “ordenamiento y normalización”, orientado a presentar un concurso corto que permita recomponer el acceso al crédito. La combinación de desinversiones selectivas —como el Molino Cánepa— y alianzas de peso internacional —como la de Amaggi— busca equilibrar el balance y consolidar su posición estratégica.
Mientras se avanza en la verificación de pasivos por u$s220 millones, Los Grobo apuesta a que el 2026 marque un punto de inflexión. Su desempeño en la campaña 2025/26 definirá no solo su futuro, sino también el ritmo de la originación de granos, una pieza clave para la entrada de divisas del país.
¿Podrá el histórico grupo emerger más fuerte tras la tormenta? El sector agroindustrial sigue cada movimiento con atención.







































