Lluvias oportunas sostienen al maíz temprano
Aunque el patrón de lluvias cambió y las precipitaciones se presentan de forma errática, los milímetros registrados en la región núcleo llegaron en el momento justo para apuntalar al maíz temprano, que en su gran mayoría transita la floración con excelentes condiciones, salvo algunos “lunares” en el sudeste cordobés.
Diciembre marcó un quiebre en el régimen de lluvias, con tormentas desparejas pero estratégicas para los cultivos de la región núcleo. Durante el último fin de semana, las precipitaciones dejaron acumulados superiores a los 20 milímetros en el 75% del área, valores que resultaron clave para sostener al maíz temprano en pleno período crítico. En localidades como Hernando se registraron hasta 68 mm, en Rosario 55 mm y en Santa Teresa alrededor de 40 mm, mientras que desde el noroeste bonaerense al sudeste de Córdoba los registros fueron más modestos, por debajo de los 15 mm.
A este escenario se sumó un alivio térmico. Tras jornadas con máximas superiores a los 35 °C, las temperaturas se moderaron notablemente, con mínimas que oscilaron entre 8 y 11 °C, generando condiciones favorables para el cultivo. Según técnicos y productores, las lluvias llegaron justo cuando el maíz comenzaba a evidenciar signos de estrés. “Se estaba secando la primera hoja de abajo y con esta agua se afirmó; ahora está realmente muy bien”, describen desde Aldao.
Actualmente, el 90% del maíz temprano de la región núcleo atraviesa la floración con una condición muy buena a excelente, superando incluso el panorama del año pasado. A igual altura del ciclo en 2024, el 85% mostraba buen estado, pero comenzaban a complicarse zonas del norte bonaerense. Este año, además del mejor estado general, las reservas hídricas en el suelo son superiores, con perfiles que se beneficiaron de acumulados anuales de entre 800 y 1.600 mm, reflejados en la recuperación de lagunas y la presencia de napas.
Las buenas perspectivas se traducen en expectativas de rinde elevadas. En el noroeste de Buenos Aires se habla de pisos de 100 qq/ha prácticamente asegurados, mientras que en Bigand los rindes se ubican en torno a los 80 qq/ha, con potencial de mejora si continúan las lluvias. En el sudeste cordobés, particularmente en Monte Buey, el maíz atraviesa pleno período crítico con pisos de 110 qq/ha y promedios esperados de 120 a 125 qq/ha, con lotes destacados que podrían alcanzar entre 140 y 160 qq/ha.
Sin embargo, no todo el panorama es homogéneo. En el sudeste de Córdoba y áreas limítrofes del centro-oeste santafesino, cerca del 10% del área muestra señales de alerta. Allí, los técnicos advierten que los maíces sembrados más temprano mantienen buen estado, pero en fechas posteriores comienzan a observarse fallas de polinización y espigas de menor tamaño. “Por ahora no hay síntomas severos de estrés, pero necesitan agua; sin nuevas lluvias, la situación puede ajustarse”, coinciden desde la zona.

En paralelo, la campaña de trigo 2025/26 baja el telón con números históricos. Con el 98% del área cosechada, se consolida una producción récord de 10,4 millones de toneladas y un rinde medio de 60 qq/ha, con casos destacados que superan ampliamente esos valores. A su vez, la siembra de soja de segunda avanza sin sobresaltos, alcanzando el 86% del área prevista en la región núcleo, y ya comenzó la implantación de los maíces tardíos, que cubren el 40% de las 180.000 hectáreas proyectadas.

Con nuevos pronósticos que anticipan el ingreso de un frente frío y la posibilidad de más lluvias, el foco del sector sigue puesto en que el agua continúe acompañando para consolidar rindes que, en gran parte de la región, ya se perfilan como muy prometedores.

Fuente: GEA BCR







































