Uno de los pilares tecnológicos sobre los cuales se basa la agricultura moderna es la genética que va en la semilla. Esta contribuye al comportamiento productivo, sanitario y de calidad de los cultivos. Para poder capitalizar el beneficio que otorga la elección de genotipos superiores resulta indispensable conocer el comportamiento productivo, sanitario y de calidad de los cultivares comerciales del mercado para los diferentes ambientes. Una adecuada caracterización de los cultivares ajustada por ambiente facilita la elección de la genética que maximiza los rendimientos (de la Vega et al., 2007; Santos et al., 2006). La experimentación con genotipos basada en ensayos comparativos de rendimiento en red aporta el insumo básico para el análisis del efecto del genotipo y su interacción con el ambiente. Mediante estos estudios se puede identificar la adaptabilidad de los cultivares a diferentes ambientes. El INTA, en convenio con la Asociación de Semilleros Argentinos, lleva a cabo esta tarea a través de la Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja (RECSO). La EEA INTA Manfredi, en carácter de participante de la RECSO, realizó este trabajo que tuvo por objetivo evaluar el rendimiento y el comportamiento agronómico de cultivares comerciales actualmente disponibles en el mercado en la localidad de Manfredi, región centro de la provincia de Córdoba, durante la campaña 2017-18.
Materiales y Métodos
Durante la campaña 2017-18 se realizaron ocho ensayos pertenecientes a la RECSO en la estación experimental INTA Manfredi (31º 49’ latitud Sur; 63º 46’ longitud Oeste). Los ensayos se desarrollaron sobre un suelo de la serie Oncativo (Capacidad de Uso: IIc), Haplustol éntico, de textura franco limosa, desarrollado sobre sedimentos eólicos, profundo, bien drenado y posee muy buena capacidad de almacenaje de agua (305 mm hasta 200 cm de profundidad). Se evaluaron 81 cultivares comerciales agrupados en ensayos por grupo de madurez (GM). Se realizaron dos fechas de siembra, una primera fecha sembrada en noviembre sobre rastrojo de maíz y una segunda fecha de diciembre sobre rastrojo de trigo. En la primera fecha se implantaron los cultivares del GM V corto, IV largo y V largo el 9 de Noviembre y III largo y V corto el 14 de Noviembre. En la segunda fecha se sembraron tres ensayos el 14 de diciembre con cultivares de GM III largo, IV corto y IV largo. En cada ensayo las unidades experimentales se distribuyeron en bloques completos al azar con tres repeticiones y cada parcela consistió en cuatro hileras de 6 m de largo separadas entre sí a 0,52 m. La densidad de siembra fue de 25 semillas por metro lineal de surco. El cultivo se mantuvo libre de malezas, insectos y enfermedades mediante la aplicación de agroquímicos. Se determinó fenología del cultivo según la escala morfológica de Fehr y Cavines (1977). Al momento de la siembra se midió el contenido de agua en el suelo hasta 2 m de profundidad por método gravimétrico. A cosecha, se determinó el rendimiento de granos (kg.ha-1) corregido por la humedad base de comercialización, peso medio de grano y número de granos por unidad de superficie como cociente entre los dos primeros, altura de plantas y vuelco según protocolo RECSO.
Se emplearon modelos lineales mixtos para analizar rendimiento y sus componentes, empleando un α = 0,05 y el test de DGC para diferenciación de medias.
En ambientes de secano y sin influencia de napa freática, la oferta hídrica para los cultivos está dada por las reservas de agua en el perfil de suelo explorado por las raíces a la siembra más las precipitaciones ocurridas durante el ciclo y los aportes o perdidas por escurrimiento (Dardanelli et al., 2003). A la siembra de los ensayos de primera, el suelo contenía 127mm (38% de agua útil) hasta los dos metros de profundidad, que fueron consumidos completamente durante el ciclo de cultivo (figura 1, izquierda). Por otra parte, a la siembra de los ensayos de soja de segunda, debido al consumo realizado por el cultivo anterior, el suelo contenía 37mm en los primeros 40cm y completamente seco en profundidad (Figura 1, derecha). 4 Las precipitaciones durante la campaña 2017-18 fueron menores a las históricas, totalizando desde noviembre a marzo 349mm (539mm de media histórica), y con un marcado déficit respecto a la evapotranspiración de referencia durante los meses de febrero y marzo (figura 2).
Resultados de Ensayos
En siembra de primera, el rendimiento medio de los cultivares del GM III largo fue de 3003 Kg.Ha-1, con un rango de 2690 Kg.Ha-1 a 3512 Kg.Ha-1 entre tratamientos; y en soja de segunda bajó a 1472Kg.Ha-1 con un rango entre tratamientos de 1033 a 1872 Kg.Ha-1. En la primera fecha de siembra no hubo diferencias significativas de rendimiento entre cultivares. Sin embargo, en la segunda fecha de siembra el cultivar de mayor rendimiento fue LDC 3.7 (1872 Kg.Ha-1) y hubo cinco cultivares que no rindieron significativamente menos.
Los cultivares de GM III largo tuvieron una duración media del ciclo de 115 días (rango: 112- 119 días) y una altura media de 84cm (rango: 77 – 97 cm).
El ensayo de mayor rendimiento fue el IV corto sembrado en noviembre con una media de 3458 kgha-1, y un rango de 3261 KgHa-1 a 3646 KgHa-1. En soja de segunda la media de rendimiento bajó a 1645 KgHa-1. En ambos ensayos no hubo diferencias significativas de rendimiento entre cultivares.
Los cultivares de GM IV corto tuvieron una duración media del ciclo de 125 días (rango: 123- 127 días) y una altura media de 96 cm (rango: 89 – 103 cm).
Tabla 5: Rendimiento de cultivares comerciales del GM IV largo en dos fechas de siembra. Gradiente de color: verde a rojo indica gradiente de mayor a menor rendimiento. Signo “+” indica el cultivar con mejor rendimiento y letra “a” indica que no hay diferencia significativa respecto al cultivar de mayor rendimiento (LSD; alfa=0.05).
En fecha de siembra temprana la media de rendimiento de los cultivares de IV largo fue de 3065 kgha-1, con un rango de 2605 KgHa-1 a 3370 KgHa-1. En fecha de siembra tardía la media de rendimiento fue de 1538 kg/ha, con un rango de 1207 a 2013 Kg.Ha-1.
Los cultivares de GM IV largo tuvieron una duración media del ciclo de 128 días (rango: 122- 130 días) y una altura media de 95 cm (rango: 83 – 106 cm).
Tabla 7: Rendimiento de cultivares comerciales del GM V corto. Gradiente de color: verde a rojo indica gradiente de mayor a menor rendimiento. Signo “+” indica el cultivar con mejor rendimiento y letra “a” indica que no hay diferencia significativa respecto al cultivar de mayor rendimiento (LSD; alfa=0.05).
El ensayo V corto presentó el mayor rango de variación entre cultivares, desde 1838 a 3418 KgHa-1 con una media de 2552 Kg.Ha-1. El tratamiento de mayor rendimiento fue SRM5037 con 3418 Kg.Ha-1, aunque DM53i53IPRO no mostro diferencias significativas en rendimiento con el cultivar mencionado.
La duración media del ciclo de los cultivares de GM V corto fue de 129 días (rango: 124-135 días) y tuvieron una altura media de 98 cm (rango: 83 – 122 cm).
El ensayo de menor rendimiento medio en siembra de primera fue el V largo, con una media de 2132 KgHa-1 y un rango de 1547 a 2693 Kg.Ha-1. El cultivar de mayor rendimiento fue HO 59136 IPRO; y hubo tres variedades con diferencias de rendimiento no significativas respecto al mejor tratamiento.
Los cultivares de GM V largo tuvieron las mayores diferencias de alturas de plantas entre sí, desde 79 a 133 cm y una media de 108 cm. Los cultivares con mayor tendencia a vuelco fueron BIOCERES 5.91, RA5715 IPRO y SRM 5835 IPRO. Posiblemente, la principal causa de la caída de rendimientos de esta campaña respecto de la anterior fue la menor oferta hídrica, dado que no hubo diferencias importantes de fecha de siembra (17 de noviembre en la campaña 2016-17, y del 9 al 14 de noviembre en la 2017-18). Los menores rendimientos estuvieron asociados a reducciones en el número de granos por unidad de superficie y al peso medio de grano (Figura 3, izquierda). No obstante, el número de granos tuvo un porcentaje de reducción mayor, explicando en mayor medida las mermas (Figura 3, centro).
Además, el porcentaje de pérdida de rendimiento respecto a la campaña 2016-17 cambió entre los distintos grupos de madurez, siendo mayor a medida que aumentó duración de ciclo o GM. Estas diferencias estuvieron asociadas al retraso de la fecha de inicio del llenado de grano (R5) (Figura 3, derecha), etapa de mayor susceptibilidad al estrés hídrico (Andriani et al., 1991). Probablemente, debido a que a medida que avanzó la campaña las deficiencias hídricas se acrecentaron (Figura 4), y cuanto mayor fue el GM más tarde inició el llenado de granos, y mayor fue el nivel de déficit hídrico sufrido por el cultivo durante dicho periodo.
Consideraciones finales
Este ensayo solo aporta información de rendimiento de una localidad y campaña de la región centro de Córdoba. Para tener una idea completa de la performance de los cultivares comerciales actualmente disponibles en el mercado es necesario remitirse al informe RECSO, construido en base al conjunto de ensayos de este tipo realizados en las distintas regiones sojeras del país.
Fuente: INTA por Marcos Murgio, María Laura Ferreyra, David Fernando Luna





















































