El Laboratorio Vegetal del Senasa controla la inocuidad de los alimentos

Bajo el concepto de las buenas prácticas agrícolas (BPA), el productor agropecuario es el responsable de aplicar los plaguicidas para combatir a las plagas y enfermedades que afectan a su cultivo.

Cuando los plaguicidas son aplicados al suelo pueden ser absorbidos por la planta. La cantidad inicial que pudiera haber quedado absorbida se va reduciendo a medida que transcurren los días, tendiendo a desaparecer. La porción menor de plaguicida que puede quedar en el vegetal es denominada residuo.

La realización de los controles analíticos permite saber si quedaron residuos y en qué cantidad. En ese caso, se verifica que la variedad y cantidad de residuos encontrados en los vegetales no supere los Límites Máximos de Residuos (LMR), es decir, la concentración máxima de un residuo de plaguicida que resulta de su uso de acuerdo con las BPA, reconocida como aceptable en un alimento.

El LMR no debe conducir a ingestas que superen la Ingesta Diaria Admisible (IDA), un dato determinado por toxicólogos para asegurar que no produzca daño a la salud de quien lo consume.

La coordinadora del Área de Residuos de Plaguicida del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Silvia Puebla, explica cómo realizan las determinaciones: “utilizamos cromatografía gaseosa y cromatografía líquida con detectores específicos que nos permiten separar, identificar y cuantificar una gran cantidad de residuos de plaguicidas en forma simultánea, es decir, saber qué tenemos y cuánto tenemos. Para ello disponemos del equipamiento de última generación requerido por los organismos internacionales de referencia en el tema”.

En Argentina, la Resolución 934/10 establece el LMR para productos y subproductos agropecuarios vigentes para mercado interno e importación. A nivel internacional, el CODEX ALIMENTARIUS recomienda LMR aceptables para el comercio de materias primas de alimentos y forrajes.

Todas estas acciones implementadas resguardan la salud de los consumidores cuidando la inocuidad en los alimentos.