Descubren diferencias genéticas que determinan la resiliencia de los bosques frente a la sequía

Descubren diferencias genéticas que determinan la resiliencia de los árboles frente a la sequía

Un estudio internacional con participación del INTA y del Conicet descubrió que los árboles no responden igual ante la sequía: existen diferencias genéticas que influyen en su capacidad de recuperación frente al estrés hídrico. Este hallazgo abre la posibilidad de seleccionar ejemplares más resilientes para programas de reforestación y manejo forestal sustentable.

El trabajo, publicado en la revista científica Ecology and Evolution, analizó más de 1.200 ejemplares de Pinus contorta —una especie ampliamente distribuida en el oeste de América del Norte— plantados hace más de 35 años. Los investigadores integraron datos de crecimiento, anillos de los troncos, registros climáticos y herramientas genómicas para evaluar cómo las distintas poblaciones enfrentan periodos prolongados de sequía.

“Observamos que los árboles que se recuperan más rápido después de una sequía mantienen un mejor desempeño a largo plazo. Esta información es clave para orientar los programas de mejoramiento forestal frente a la variabilidad climática”, explicó Eduardo Cappa, investigador del Instituto de Recursos Biológicos del INTA y del Conicet.


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El equipo científico —integrado por especialistas de Argentina, Canadá y Estados Unidos— desarrolló además un nuevo índice que permite cuantificar con mayor precisión la respuesta de los árboles ante sequías repetidas. Esta herramienta podría incorporarse a los programas de mejora genética, facilitando la selección de individuos más adaptados.

Entre los resultados más destacados, los investigadores observaron que los árboles provenientes de zonas más cálidas y secas mostraron un mejor desempeño bajo condiciones de estrés hídrico. Esto sugiere que el origen poblacional es un factor determinante para la adaptación al cambio climático.

“El enfoque integrador del estudio —que combina dendrocronología, información climática, análisis genómicos y modelado estadístico avanzado— permite comprender mejor cómo los árboles responden al estrés ambiental y ofrece herramientas concretas para mejorar la planificación forestal”, señaló Cappa.

El investigador destacó, además, que este trabajo “demuestra la capacidad del INTA y del Conicet para liderar y participar en investigaciones de frontera a nivel internacional, aportando conocimiento clave para un manejo forestal más sostenible y resiliente en un contexto de creciente variabilidad climática”.

Fuente: INTA Informa

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