Arranca la primera ola de calor del verano: hasta 40 °C en el centro del país y lluvias desparejas en el norte
El cierre de 2025 llega con un escenario climático exigente para el agro argentino. La primera ola de calor de la temporada ya comienza a sentirse en amplias zonas del centro y norte del país, con temperaturas extremas que pondrán a prueba tanto a los cultivos como a la producción ganadera. Al mismo tiempo, el patrón de lluvias será irregular: mientras algunas regiones recibirán precipitaciones abundantes, otras quedarán prácticamente al margen.
Las proyecciones indican mínimas superiores a los 20 °C y máximas que superarán los 35 °C, con picos cercanos a los 40 °C en sectores clave. Este contexto genera estrés térmico significativo, especialmente en los planteos agrícolas de pleno desarrollo y en los rodeos expuestos a altas sensaciones térmicas.
Tormentas aisladas y alivio transitorio
Dentro de este marco caluroso, algunas zonas encontrarán un respiro temporario gracias al desarrollo de tormentas aisladas. El aumento de la humedad en la mitad norte del país, combinado con el pasaje de una perturbación en niveles medios de la atmósfera, favorecerá la formación de tormentas localmente fuertes sobre el Litoral, Córdoba y el norte argentino.
Desde la madrugada del sábado, se esperan chaparrones y tormentas de distinta intensidad sobre Santa Fe, Entre Ríos y sectores de Córdoba, con desplazamiento posterior hacia Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Tucumán. En el centro de Santa Fe y el norte entrerriano, los acumulados podrían superar los 100 mm, mientras que en el resto de las áreas se prevén registros de 30 a 90 mm. Hacia la tarde, las tormentas alcanzarían Formosa y Misiones, con mejoras temporarias.
El domingo continuará la inestabilidad en el norte del país, con chaparrones y tormentas —algunas intensas— dentro de un ambiente muy caluroso y húmedo. En contraste, la zona central y el norte de la Patagonia presentarán condiciones mayormente estables, con temperaturas máximas de 32 °C a 39 °C.
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Semana clave: calor persistente y lluvias puntuales
Entre el lunes 29 de diciembre y el viernes 2 de enero, la masa de aire húmedo e inestable seguirá dominando el norte argentino. Se prevén tormentas aisladas, alternadas con mejoras temporarias, y temperaturas máximas nuevamente elevadas, con sensaciones térmicas muy altas.
En forma puntual, los acumulados podrían alcanzar los 150 mm, agravando los excesos hídricos ya presentes en Chaco y Corrientes. En otras regiones, en cambio, estas lluvias representarían una recarga clave para cultivos como maíz y soja, especialmente en etapas sensibles como la floración.
En la zona núcleo —norte de Buenos Aires, sur de Córdoba, sur de Santa Fe y Entre Ríos— y en Cuyo, se concentrarían las temperaturas más extremas, con valores cercanos a los 40 °C. Desde el lunes, el ingreso de viento del oeste-sudoeste favorecerá un ambiente más seco, manteniendo el calor pero con menor humedad.
Patagonia: baja de temperaturas y viento
A diferencia del resto del país, la Patagonia experimentará un descenso térmico a partir del lunes, con viento del oeste y temperaturas que oscilarán entre 15 °C y 25 °C. No se descartan lluvias aisladas en la zona cordillerana, mientras que el resto de la región mantendrá condiciones mayormente secas.
Acumulados y balance de fin de año
Entre este viernes y el miércoles 31, las precipitaciones se concentrarán sobre el norte argentino, donde se esperan acumulados superiores a 75 mm, con sectores que podrían superar los 125 mm en pocos días. En contraste, el centro del país y gran parte de la Patagonia mostrarán escasa o nula precipitación, con lluvias débiles limitadas al extremo sur.
Un cierre de año marcado por temporales
En los últimos días, tormentas intensas afectaron amplias áreas del NEA y NOA. La ciudad de Corrientes fue una de las más castigadas, con más de 550 mm acumulados en el mes, superando ampliamente la media histórica. Solo en Navidad, cayeron cerca de 200 mm en pocas horas, provocando anegamientos urbanos y complicaciones en campos de la región.
Mirando a enero de 2026
De cara al inicio de 2026, los modelos anticipan lluvias por encima del promedio en la zona núcleo y el NOA, mientras que en el resto del país podrían registrarse valores inferiores a los normales. En la Patagonia, salvo en Santa Cruz, persistiría un escenario deficitario en precipitaciones.
Todo indica que el nuevo año arrancará con condiciones climáticas muy variables entre regiones productivas, marcando un quiebre respecto de campañas recientes dominadas por patrones más uniformemente secos. El monitoreo fino del clima será clave para la toma de decisiones en el arranque del ciclo productivo.





































