Alerta por notable ataque de bacteriosis en duraznero

Si bien se espera que en noviembre aparezcan los primeros síntomas de esta enfermedad, este año se está observando un ataque más temprano, principalmente en lotes que fueron afectados por el granizo.

“Hay lotes que están bastante afectados, donde se ve daño por granizo, síntomas de bacteriosis en hojas y frutos con lesiones y gomosis”, explica Mariel Mitidieri, quien destaca que se trata de una situación diferente a la normal.

La Mancha bacteriana es una enfermedad que afecta al duraznero, habiéndose identificado variedades más susceptibles, generalmente de origen californiano. En años muy húmedos, de primaveras muy lluviosas, provoca defoliación, cancros, descarte en los frutos y predispone a podredumbre morena. Puede identificarse por manchas oscuras, recostadas sobre la nervadura de la hoja.Se diferencia de la mancha con forma de gota y de márgenes nítidos, fruto de fitotoxicidad. Donde hay lesiones, hay proliferación de gomosis, y pueden predisponer para el ataque de Monilia, el causante de la podredumbre morena. Esta enfermedad debilita a la planta y reduce su vida útil.

Si bien se recomiendan aplicaciones con cobre en otoño, en esta época del año podría producir fitotoxicidad. Por eso se recomienda aplicar solo en la zona donde está el foco y dosis bajas combinado con ziram, ya que ambos se sinergizan para el control del patógeno. “Ensayos que hemos realizado en INTA San Pedro indican que usar una dosis mayor de cobre a 50 gramos cada 100 litros, generaba toxicidad cuando ya está la hoja desarrollada, por eso se recomienda prestar atención en este momento de desarrollo del cultivo”, explica Mitidieri, y agrega: “otras recomendaciones en caso de que el productor opte por esta alternativa sería no mezclar el cobre con coadyuvantes, ni ácido fosfórico para no generar mayor fitotoxicidad”. Por otra parte es importante considerar el período de carencia que debe respetarse para cada fungicida.

En cualquier caso, la recomendación es consultar al asesor técnico. El INTA también recibe material con síntomas para diagnosticar, tanto en la Estación Experimental como en la Agencia de Extensión, y responde desde su Clínica de Plantas al +54 9 11 6999-8824 o por email a mitidieri.mariel@inta.gob.ar

Más sobre la Mancha bacteriana

La mancha bacteriana (Xanthomonas arboricola pv pruni) es una de las principales enfermedades que afectan los cultivos de duraznero en la zona de San Pedro. Se manifiesta en hojas como manchas circulares de color verde pálido en el envés, rodeadas de un borde de apariencia acuosa. Al aumentar la infección, en el haz, estas manchas toman un color oscuro y forma angular, causando clorosis y caída de la zona afectada o de toda la hoja; lo que termina siendo responsable de intensas defoliaciones en años de alta incidencia de la enfermedad.

En los brotes afectados, se observan cancros que en algunas oportunidades pueden afectar la corteza interna y constituyen la principal fuente de inóculo ya que se transforman en el refugio del patógeno durante el invierno. Después de la floración, también se asocia a esta enfermedad con la aparición de la floración de ramitas con muerte terminal o yemas muertas.

Los daños en los frutos, se manifiestan como manchas circulares deprimidas que exudan goma y luego confluyen en rajaduras de la epidermis afectada, lo cual desmerece totalmente la calidad. Un efecto secundario negativo de esta bacteriosis es predisponer al ataque de Monilia sp. que ocasiona la podredumbre morena, a través de las heridas que provoca en los frutos.

Cuando caen las hojas en otoño, queda una cicatriz, que permite la entrada del patógeno, la bacteria sobrevive durante el invierno en los espacios intracelulares de la corteza, el floema y el parénquima del xilema, infectando las hojas al inicio de la brotación.

El control “curativo” de esta enfermedad a través del uso de bactericidas como antibióticos y productos cúpricos, apenas contribuye a reducir la severidad, siendo las medidas más efectivas las preventivas.

Entre las medidas preventivas se destacan: evitar instalar los montes en lotes expuestos a fuertes vientos, instalar cortinas rompe – vientos, evitar plantar cultivares muy susceptibles, realizar tratamientos otoñales, el primero cuando hubieron caído el 25 % de las hojas y el segundo a la caída del 75% de las mismas, quemar las ramas con cancros, evitar los excesos de nitrógeno, utilizar porta injertos sanos y controlar insectos (ej. mosca de los frutos) que puedan provocar heridas en plantas y frutos que sean vías de acceso de la bacteria.

En variedades susceptibles y en años en que se esperen intensas precipitaciones en primavera, se recomienda realizar tratamientos con dosis bajas de cobre, 1.5 por mil, hasta comienzos de floración y con dosis de 1 por mil hasta caída de envolturas florales. En cada caso se recomienda acompañar al producto cúprico con ziram (PM 90 %) en la dosis de 200 gramos cada 100 litros. Es importante recordar que el cobre es fitotóxico para las hojas de duraznero, por lo que estas aplicaciones sólo deben realizarse en los momentos recomendados.

 

Fuente: INTA por Mariel Silvina Mitidieri, Mariana Piola, Lorena Claudina Peña