Tensión por la soja: EE.UU. presiona a Argentina y pone en duda la baja de retenciones
El Gobierno dejó entrever a algunas empresas exportadoras que la negociación con Estados Unidos por la soja viene cargada de tensión. En la declaración conjunta firmada entre ambos países, se anticipó un trabajo coordinado para “normalizar el mercado mundial de la soja”, pero fuentes involucradas en las conversaciones advierten que ese punto podría complicar la tan prometida baja de retenciones y exigir mayor transparencia en las exportaciones.
“Argentina y Estados Unidos cooperarán para facilitar la inversión y el comercio de minerales críticos. Ambos países también acordaron trabajar para estabilizar el comercio global de soja”, publicó la Casa Blanca. La frase encendió alarmas entre productores locales, especialmente en un momento en el que el precio internacional supera los USD 400 por tonelada impulsado por la expectativa de mayores compras chinas a EE.UU.
Aunque en el Gobierno predominan el hermetismo y las cláusulas de confidencialidad, Infobae pudo saber que ya hubo contactos informales con actores del sector. “Habrá intercambio de información sobre el mercado de soja”, explicó una fuente de alto rango, aunque aclaró que el comercio depende de la dinámica privada de oferta y demanda.
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Sobre la mesa también aparece la preocupación de EE.UU. por las retenciones argentinas. Según trascendió, Washington no quiere que Argentina aplique reducciones que terminen desplazando a la soja estadounidense en China. Esa exigencia complica las intenciones del Gobierno nacional de avanzar con la baja de retenciones prometida al agro.
Especialistas recuerdan que la cooperación aduanera entre ambos países existe desde los años 90. EE.UU. posee una Unidad de Transparencia Comercial para detectar maniobras irregulares y realiza análisis permanentes junto a otros países. “Podrían agregar una cláusula para que Argentina deba notificar anticipadamente cualquier rebaja de retenciones, como ocurrió en septiembre”, advirtieron.
La tensión se remonta a aquel episodio cuando las retenciones quedaron en cero durante 72 horas, justo mientras el equipo económico negociaba asistencia financiera con el Tesoro de EE.UU. Por esa decisión, se aceleraron liquidaciones por unos USD 7.000 millones. Sin embargo, productores denunciaron que la medida favoreció a grandes exportadoras y la Sociedad Rural Argentina afirmó que solo el 33% de ese volumen correspondió efectivamente a operaciones del campo.
Según el informe de comercio exterior, septiembre cerró con un superávit de USD 921 millones, impulsado por la eliminación temporaria de retenciones. Las exportaciones a China crecieron un 201,7%, lo que reavivó el malestar de los farmers estadounidenses por la competencia argentina.
¿Se viene o no la baja de retenciones?
Aunque Milei y Caputo aseguran que el objetivo es reducirlas cuando lo permita el superávit fiscal, el Presupuesto 2026 arroja otro mensaje: se proyecta un incremento del 100,4% en la recaudación por derechos de exportación, algo difícil de explicar sin un aumento de alícuotas o un salto extraordinario en las ventas externas.
Caputo ya enfrió las expectativas y señaló que “hay lujos que aún no nos podemos dar”, aunque insistió en que el plan apunta a eliminar impuestos distorsivos como Ingresos Brutos, el impuesto al cheque y las propias retenciones.
Tras la última rebaja anunciada por Milei, las alícuotas quedaron en: soja 26%, subproductos 24,5%, aceite 24,5%, maíz 9,5%, sorgo 9,5%, trigo 12%, girasol entre 4% y 5%, carne vacuna y aviar 5%, entre otros valores.









































