Tragedias en el campo: 21 niños murieron en 2025 y alertan por la falta de prevención
El campo argentino atraviesa un problema poco visibilizado pero de enorme impacto humano: la seguridad de los niños en los ámbitos rurales. Lo que para muchos chicos es un espacio de juego, para los especialistas es un escenario cargado de riesgos que, en lo que va del año, ya dejó un saldo doloroso: 21 muertes infantiles por accidentes en establecimientos agropecuarios.
El dato fue confirmado por el médico cirujano y productor agropecuario Marcos Grigioni, referente en la prevención de incidentes rurales. Con más de 15 años de experiencia en grupos internacionales de investigación, Grigioni insiste en que la clave para revertir esta tendencia está en la capacitación de las familias, la supervisión constante y la difusión de buenas prácticas.
👉 El último caso que encendió las alarmas ocurrió con una niña de cinco años, que cayó dentro de una tolva de maíz mientras jugaba. “Para los chicos es un lugar lúdico, pero para los adultos sabemos que es un sitio de trabajo con riesgos permanentes. Ese contraste es letal”, advierte Grigioni.
Un riesgo poco visible, pero cotidiano
Según el Censo Agropecuario 2018, en la Argentina viven cerca de 100.000 niños menores de 14 años en zonas rurales. A eso se suman los miles que visitan los campos de familiares o amigos cada año. La convivencia entre el trabajo productivo y la vida familiar multiplica las chances de accidentes: silos, tolvas, tractores, cosechadoras, caballos o tanques de agua son percibidos por los más chicos como “espacios de juego”, cuando en realidad son entornos peligrosos.
“Desde 2013 llevamos registrados 550 casos fatales en niños en el ámbito rural, aunque si tomamos las estimaciones internacionales, habría que multiplicar esa cifra por cinco para acercarnos a la magnitud real del problema”, detalló Grigioni.
El especialista recuerda que, en el 95% de los incidentes, había al menos un adulto familiar presente. “No es falta de compañía, sino de supervisión exclusiva. Los productores trabajan bajo presión y no siempre tienen quién cuide a los chicos. La dinámica laboral del campo hace que los niños se muevan alrededor de las máquinas o los animales sin que alguien los esté controlando permanentemente”.
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Las principales causas de accidentes
Un relevamiento de tres años realizado por Grigioni y su equipo indica que los ahogamientos ocupan el primer lugar. Desde represas hasta simples bebederos de animales pueden convertirse en trampas mortales.
En segundo lugar aparecen los accidentes con maquinaria: caídas de tractores o carros, atrapamientos y vuelcos. El tercer lugar lo ocupan los accidentes con animales, en especial caídas o golpes provocados por caballos.
“Existe una falsa creencia de que en el campo nunca pasa nada. Pero los datos muestran lo contrario: el riesgo es real y sostenido en el tiempo”, afirmó el médico.
El desafío: prevenir y educar
En el plano internacional, Grigioni trabaja junto a universidades de Estados Unidos y ONG europeas en programas de prevención. En Argentina, impulsa actividades en conjunto con cooperativas y grupos de mujeres rurales. Además, la Sociedad Argentina de Pediatría ya incluyó un capítulo específico sobre seguridad en el campo en su manual de prevención de accidentes en la infancia.
Las recomendaciones son claras:
-
Evitar que los niños estén presentes en zonas donde operan máquinas.
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Designar a un adulto con supervisión exclusiva sobre los chicos.
-
Explicarles de forma sencilla los riesgos del entorno rural.
“El campo es el mejor lugar para que un chico crezca y desarrolle habilidades únicas, pero necesita reglas claras de seguridad. Lo lúdico y lo productivo no pueden convivir sin prevención. De lo contrario, vamos a seguir lamentando tragedias que podrían haberse evitado”, concluyó.
Imagen generada por IA