Aapresid advierte: la siembra directa retrocede al 82% y preocupa el avance de la labranza para controlar malezas

Aapresid advierte: la siembra directa retrocede al 82% y preocupa el avance de la labranza para controlar malezas

La Siembra Directa (SD), emblema de la agricultura argentina y pilar de la conservación de suelos, atraviesa un retroceso que enciende señales de alerta. Según datos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid, en la campaña 2024/25 el 18% del área agrícola nacional volvió a prácticas de labranza, interrumpiendo una tendencia que durante décadas posicionó al país como líder global en sustentabilidad.

El principal motivo detrás de este cambio es el control de malezas resistentes: más de la mitad de las hectáreas trabajadas con labranza (53%) respondieron a esa necesidad. En provincias como Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe el porcentaje trepa al 70%, reflejando la magnitud del problema.

Impacto regional

El retroceso es más marcado en Entre Ríos, Chaco y Santa Fe, donde la proporción de suelos removidos supera el 20%. En otras provincias agrícolas clave como Buenos Aires, Córdoba y Santiago del Estero, la incidencia es menor en términos porcentuales, pero su impacto es significativo debido a la extensión de la superficie cultivada.


Te puede interesar


¿Sirve la labranza como estrategia?

Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA, realizado en lotes con más de 20 años de Siembra Directa en Carlos Casares, mostró que la labranza no reduce de manera efectiva la cantidad de malezas: las semillas no desaparecen, sino que se redistribuyen en el perfil del suelo y pueden germinar en campañas futuras.

Es decir, se trata de un “atajo de corto plazo”, que genera la sensación de control inmediato pero compromete la sustentabilidad del sistema a largo plazo.

Lo que se pone en riesgo

El abandono de la Siembra Directa implica pérdida de cobertura, deterioro de la estructura del suelo y menor capacidad de infiltrar agua, daños que pueden tardar años en revertirse.

Por eso, desde Aapresid remarcan la necesidad de mantener la visión integral de la SD, con estrategias que incluyan diversificación de cultivos, uso de cultivos de servicio e intensificación de secuencias.

Una señal que preocupa

De haber alcanzado un 95% de adopción histórica, la Siembra Directa hoy cubre apenas el 82% del área agrícola. Para Aapresid, este retroceso es una señal de advertencia: las decisiones reactivas que solucionan una campaña no deben hipotecar el futuro de un sistema que demostró ser clave para la sustentabilidad productiva del agro argentino.

Fuente: Prensa Aapresid

MÁS INFORMACIÓN PARA TU CAMPO ENTRA AQUÍ