El regreso del asado: el consumo de carne vacuna repunta y rompe la racha negativa en Argentina
En un contexto de retracción general del consumo, la carne vacuna volvió a ganar protagonismo en la mesa de los argentinos. Según datos oficiales de la Secretaría de Agricultura, el consumo promedio en los últimos doce meses superó los 50 kilos por habitante, un salto del 5,6% respecto al mismo período de 2024.
El total de carnes (bovina, aviar y porcina) alcanzó los 114,06 kilos per cápita, lo que marca un crecimiento del 4,6%. Dentro de ese combo proteico, la carne porcina subió a 17,92 kilos (+7,7%) y la aviar a 45,90 kilos (+2,4%).
Aunque el pollo y el cerdo consolidaron su lugar en la dieta, la carne vacuna sigue liderando las preferencias nacionales. Desde el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) atribuyen el repunte a la caída del 16% en las exportaciones entre enero y junio y al mantenimiento del ritmo de faena, lo que fortaleció la oferta para el mercado interno.
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Solo en julio, la faena de vacunos llegó a 1.244.608 cabezas, un 10% más que en junio, con un mayor peso de novillitos y vaquillonas.
En materia de precios, el IPCVA detectó que en julio la carne vacuna aumentó en promedio 1,3% mensual. Entre los cortes que más subieron se encuentran la falda (+3,1%), la picada común y la carnaza común (+2,9%), y el peceto (+2,6%). En contraste, el matambre (+1,5%), el asado de tira (+0,13%) y el cuadril (+0,12%) mostraron leves bajas.
El repunte actual se da tras décadas de descenso en el consumo per cápita. En los años 60, cada argentino comía en promedio 82 kilos de carne vacuna al año; en los 80 bajó a 78 kilos, en los 90 a 70 kilos y en 2010 a 57 kilos. Durante la pandemia de 2020 cayó a 50 kilos y en 2024 tocó un mínimo histórico de 42 kilos.