Estados Unidos registra su menor stock bovino en 70 años, pero sostiene la producción; Argentina busca mejorar su eficiencia

Estados Unidos registra su menor stock bovino en 70 años, pero sostiene la producción; Argentina busca mejorar su eficiencia

Estados Unidos atraviesa un momento histórico: su rodeo bovino se ubica en 94,2 millones de cabezas, el nivel más bajo de las últimas siete décadas. Sin embargo, mantiene una producción de carne sorprendentemente alta gracias a una elevada tasa de destete y a un peso de faena muy superior al argentino.

Según el informe de julio 2025 de AZ Group para la Asociación Argentina de Angus, Argentina cuenta con 49,4 millones de cabezas y produce unas 3 millones de toneladas de carne al año. En contraste, Estados Unidos, con casi el doble de animales, alcanza 14,1 millones de toneladas anuales. Esta comparación deja en claro que el potencial productivo no depende únicamente de la cantidad de ganado, sino también del rendimiento por animal.

Los especialistas señalan dos puntos clave para mejorar la competitividad argentina: aumentar la proporción de terneros por vaca y elevar el peso de faena.

En el primer aspecto, Argentina muestra avances, con un índice cercano al 70%, impulsado por una mejor fertilidad, el interés del mercado chino y mejoras en manejo, genética y nutrición. Aun así, está por debajo del 87% de Estados Unidos. Esta diferencia impacta en la “tasa de extracción” —la cantidad de animales enviados a faena sin reducir el stock—, que en Argentina ronda el 24% frente al 36% estadounidense.


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El segundo desafío, y quizás el más urgente, es el bajo peso de faena. Aunque en el último año se recuperaron algunos kilos, el promedio nacional es de apenas 232 kg de res en gancho, muy por debajo de Uruguay (264 kg), Brasil (251 kg) y a gran distancia de los 432 kg de Estados Unidos. De alcanzar el peso promedio uruguayo, Argentina podría sumar más de 439 mil toneladas de carne sin aumentar el número de animales faenados.

El informe resalta que existen condiciones favorables para lograrlo: precios altos del ternero que incentivan recuperar la inversión, costos competitivos para el engorde y un clima que, en general, acompañó durante la campaña 2024/25, a pesar de algunos eventos extremos como inundaciones y sequías localizadas.

No obstante, el stock argentino continúa en retroceso. En la primera campaña de vacunación de 2025 se registró una caída de 1,2 millones de cabezas respecto al año anterior, acumulando tres años de disminución. Aunque la faena anualizada se mantiene en 13,7 millones de cabezas y podría cerrarse con un saldo positivo de 250 mil animales, la alta proporción de hembras faenadas (48%) indica un escenario más cercano a la “liquidación” que a la retención.

Para revertir esta tendencia, el sector apunta a recuperar la confianza, mejorar las condiciones climáticas y acceder a financiamiento más accesible, factores que permitirían retener más vientres y aumentar tanto la tasa de terneros por vaca como el peso de faena, dos pilares esenciales para una ganadería más eficiente y competitiva.

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