Los ambientes de Chaco y Formosa presentan una notable diversidad influenciada por las condiciones del terreno y del clima. Comprender esta variabilidad es crucial para la optimización de la producción ganadera. Con este enfoque, los especialistas del INTA El Colorado han desarrollado una guía que proporciona recomendaciones prácticas para el manejo integral de pasturas en la región.
Cristian Ramírez, investigador del INTA El Colorado, enfatiza la importancia de seleccionar pasturas adaptadas a las características específicas de cada tipo de suelo. Por ejemplo, el pasto tangola (Brachiaria arrecta x Brachiaria mutica) es una opción recomendable para suelos bajos e inundables.
Te puede interesar
- Pronóstico de lluvias hasta el 11 de noviembre
-
Urge la necesidad de reducir retenciones para salvar a productores en quiebra
- Explorando la excelencia de una cooperativa agrícola de Primer Mundo
- Defraudación multimillonaria: secuestran agroquímicos valuados en más de mil millones de pesos
Su capacidad de reproducción a través de estolones permite a los productores crear semilleros de forma económica, asegurando pasturas de alta calidad.
Para suelos pesados, se sugiere el uso de cultivares de Dicantio (Dicantium erectum), que son altamente adaptables a la región. Otra opción destacada es el pasto clavel (Hemarthria altísima cv. Bigalta), conocido por su digestibilidad excepcional. Además, la grama Rhodes se presenta como una alternativa eficiente para suelos de media loma, proveyendo una cobertura del suelo efectiva. La selección adecuada de pasturas puede mejorar significativamente la productividad ganadera y maximizar los beneficios de cada ambiente.