Investigaciones recientes del INTA y del CONICET han revelado un nuevo aspecto sobre la enzima MBD4L, un catalizador esencial en la reparación del ADN de las semillas. Este descubrimiento se centra en su función no solo en la germinación de las semillas, sino también en la prevención del envejecimiento durante el almacenamiento. Aunque se ha reconocido su importancia en mamíferos desde hace tiempo, su equivalente en plantas había sido menos investigado.
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El estudio, publicado en The Plant Journal, muestra cómo la MBD4L activa mecanismos que eliminan daños en el ADN, crucial para asegurar la viabilidad de las semillas. Según Ignacio Lescano, investigador del INTA, la falta de esta enzima causa un retardo notable en la germinación y reduce la viabilidad de las semillas que han sido almacenadas por períodos prolongados. Por otro lado, las líneas transgénicas que producen más copias de MBD4L responden mejor en términos de reparación y tienen una germinación más rápida.
Este hallazgo tiene profundas implicaciones para la agricultura y la biotecnología, especialmente en la búsqueda de herramientas que mejoren la resistencia al envejecimiento de las semillas. Con el cambio climático exacerbando las condiciones de almacenamiento, optimizar la calidad de las semillas se vuelve fundamental para asegurar la producción agrícola sostenible. En conclusión, los avances logrados a través del estudio de MBD4L no solo amplían nuestro entendimiento científico, sino que también ofrecen soluciones prácticas en la lucha por mantener la salud de nuestras cosechas.