Las trabas que enfrentas las exportaciones del agro argentino

En el primer semestre de 2024, las exportaciones agroindustriales argentinas han experimentado un notable crecimiento del 19% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se traduce en ingresos significativos para la economía nacional, alcanzando la cifra de 24 mil millones de dólares. La importancia de estas agroexportaciones se subraya por su contribución esencial a la economía argentina, representando seis de cada diez dólares que ingresan al país.

El impacto económico de las exportaciones agroindustriales no puede subestimarse. El sector agroindustrial, con su capacidad de generar divisas, actúa como un motor vital para la estabilidad económica del país. Productos como la soja, el maíz y el trigo desempeñan un papel fundamental en este panorama, no solo por su alta demanda en los mercados internacionales, sino también por su capacidad para diversificar la base exportadora de Argentina.

Según Nicolle Pisani Claro, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), las exportaciones agroindustriales han mostrado una notable resiliencia y adaptabilidad ante los desafíos globales. Este desempeño positivo refleja la eficiencia y competitividad de los productores argentinos en el ámbito global. La diversificación de productos y mercados ha permitido a Argentina no sólo sostener sus niveles de exportación, sino también crear nuevas oportunidades para expandirse en mercados emergentes.

Entre los productos principales exportados se encuentran, además de los granos, la carne bovina, los productos lácteos y los aceites vegetales. Estos productos no solo tienen una importancia crucial para la economía argentina, sino que también destacan en el mercado global por su alta calidad y cumplimiento de estándares internacionales. La capacidad de Argentina para adaptarse a las exigencias del comercio mundial ha sido un factor clave para el éxito continuo de sus exportaciones agroindustriales.

En resumen, el panorama actual de las exportaciones agroindustriales argentinas es positivo y muestra un crecimiento robusto. La capacidad del sector para generar divisas, junto con la resiliencia y competitividad de sus productos, subraya su papel esencial en la economía nacional y su destacada presencia en el mercado global.


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Distribución y diversificación de las exportaciones agroindustriales

La agroindustria argentina se destaca por su notable capacidad exportadora, diversificada en múltiples productos y sectores. Según datos proporcionados por el Monitor de Exportaciones Agroindustriales, el 72% de las exportaciones agroindustriales de Argentina provienen de las cadenas de granos, lo que subraya la prominencia de este sector en la economía nacional. Estas cadenas de granos incluyen productos como trigo, maíz y soja, siendo este último uno de los principales motores de ingresos por exportación para el país.

Por otro lado, el 13% de las exportaciones se origina de economías regionales. Esta categoría engloba una variedad de productos con fuerte identidad y tradición local, tales como el vino, las frutas y verduras, entre otros. Estas economías no solo generan ingresos importantes sino que también promueven el desarrollo económico y social en diversas regiones de Argentina.

Las exportaciones de carne representan un 8% del total, destacándose la carne vacuna argentina, reconocida mundialmente por su calidad. La aceptación global de la carne argentina es un testimonio de las prácticas de cría y producción que satisfacen altos estándares internacionales. Esto ha permitido a los productores argentinos consolidar una reputación robusta en los mercados globales.

El sector lácteo, aunque representa solo el 2% del total de las exportaciones, contribuye de manera importante con productos como el queso y la leche en polvo. Estos productos tienen una demanda significativa en varios países, ayudando a diversificar la oferta exportadora del país.

Una parte interesante y a menudo destacada de las exportaciones incluye productos como el jugo y aceite de limón, aceite de soja, maní, porotos, y yerba mate. Estos productos han logrado un liderazgo en exportaciones mundiales, fortaleciendo la posición de Argentina en el comercio global. Asimismo, el maíz y la harina de soja continúan siendo pilares esenciales en la estructura exportadora argentina, contribuyendo significativamente a los ingresos nacionales.

En conclusión, la diversificación de las exportaciones agroindustriales argentinas genera un balance adecuado entre distintos productos y sectores, asegurando robustez económica y una mayor adaptación a los cambiantes mercados internacionales.

Obstáculos para el crecimiento de las exportaciones

El sector agroexportador argentino enfrenta una serie de desafíos que limitan su capacidad de crecer y competir en los mercados internacionales. Entre las principales trabas identificadas por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) se destacan la falta de acuerdos internacionales, la excesiva cantidad de trámites administrativos, los derechos de exportación y el atraso cambiario. Cada uno de estos obstáculos afecta negativamente la competitividad y la capacidad de exportación del país de diversas maneras.

  • Falta de acuerdos internacionales

La falta de acuerdos comerciales internacionales impide que los productos agroindustriales argentinos ingresen a mercados nuevos o se afiancen en mercados existentes bajo condiciones favorables. Los acuerdos internacionales no solo reducen aranceles, sino que también eliminan barreras no arancelarias, como restricciones sanitarias y fitosanitarias. Para mejorar la competitividad, es esencial que Argentina promueva y participe en acuerdos que faciliten el acceso de sus productos a más mercados.

  • Excesiva cantidad de trámites administrativos

La burocracia en el proceso de exportación es otro de los grandes retos que enfrenta el sector. Los productores deben cumplir con una gran cantidad de trámites administrativos, lo que consume tiempo y recursos. Este exceso de trámites no solo ralentiza el proceso de exportación, sino que también incrementa los costos operativos. Para aliviar esta carga, es necesario simplificar y agilizar los procedimientos administrativos, permitiendo que los exportadores se concentren en la producción y comercialización.

  • Derechos de exportación

Los derechos de exportación, también conocidos como retenciones, son una carga impositiva significativa para los productores agroindustriales. Estas retenciones disminuyen la rentabilidad y desalientan la inversión en el sector. Reducir o eliminar estos derechos de exportación podría aumentar la capacidad de los productores para invertir en mejoras y expandir sus operaciones, facilitando el crecimiento de las exportaciones agroindustriales.

  • Atraso cambiario

El atraso cambiario es otro problema crítico. Un tipo de cambio desfavorable reduce la competitividad de los productos argentinos en el mercado internacional, ya que encarece los costos de producción en comparación con otros países. Abordar este problema podría implicar políticas monetarias que reflejen de manera más precisa la realidad económica y fortalezcan la moneda local.

Conclusión

En resumen, agilizar los procesos administrativos, reducir la presión impositiva y establecer más acuerdos comerciales internacionales son medidas esenciales para dinamizar las exportaciones agroindustriales argentinas y mejorar su competitividad en los mercados globales.

Perspectivas futuras para las exportaciones agroindustriales

De cara a lo que resta de 2024, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) anticipa un panorama optimista para las exportaciones agroindustriales del país. Según las últimas proyecciones, se espera que la demanda internacional mantenga una tendencia al alza, impulsada por la recuperación económica global y una mayor necesidad de productos alimenticios de alta calidad. Este contexto mundial ofrece una oportunidad única para que Argentina fortalezca su posición en los mercados internacionales.

En términos de competitividad cambiaria, la evolución del tipo de cambio será un factor crítico. Un tipo de cambio favorable podría mejorar significativamente la competitividad de los productos agroindustriales argentinos, incentivando así a los productores y exportadores a aumentar su oferta. FADA estima que, si se mantienen las condiciones macroeconómicas actuales y se implementan políticas de estímulo adecuadas, el valor de las exportaciones agroindustriales podría situarse entre 45 mil y 50 mil millones de dólares, superando los niveles de 2023.

La oferta exportable también está sujeta a factores climáticos y tecnológicos. La incorporación de nuevas tecnologías en el sector agrícola, junto con la mejora en las prácticas de cultivo, podría incrementar significativamente la producción y, por ende, la capacidad exportadora. Además, es fundamental reducir los obstáculos existentes, como las regulaciones burocráticas y los costos logísticos, para maximizar el potencial de crecimiento del sector agroindustrial.

Finalmente, el impulso a las exportaciones agroindustriales no solo contribuiría al ingreso de divisas al país, sino que también podría tener un impacto positivo en la generación de empleo y la atracción de inversiones extranjeras. Lograr estas metas requerirá un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado, y una estrategia clara para enfrentar los desafíos actuales. En suma, las perspectivas apuntan a un crecimiento sólido, siempre y cuando se fortalezcan las condiciones estructurales necesarias.

ANEXO / Algunos números del Monitor de Exportaciones

Exportaciones agroindustriales son 63% de las exportaciones totales del país.

6 de cada 10 dólares generan las cadenas agroindustriales que exportan.

En el primer semestre de 2024, ingresaron al país USD 24.000 millones en concepto de exportaciones, un 19,4% más que el primer semestre 2023, casi USD 4.000 millones más.

3.610 millones de dólares aportaron las cadenas agroindustriales en Derechos de Exportación durante el primer semestre 2023.

– Podio mundial: Somos primeros exportadores mundiales de aceites esenciales y jugo de limón y aceite de soja. 

– Top 3 de mayores exportadores: complejo soja (41%), complejo maíz (16%) y trigo (8%).

– Top 5 de complejos con mayor inserción internacional: té (92%), limón (89%), soja (89%), maní (78%) y cebada (74%).

– Top 3 de complejos con mayor concentración de origen: té (100% NEA), cebada y lácteo (100% Pampeanos) y legumbres (99% NOA).

– Top 3 de complejos con mayor concentración de destinos: cebada (99%), yerba (86%) y (85%).

– 50% es la inserción internacional promedio de los 20 complejos.

– 65% es la concentración promedio en los primeros 5 destinos de las exportaciones de los 20 complejos

Fuente: Fundación Fada

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