Afecciones podales e impacto productivo en rodeos lecheros del Noroeste Argentino

El objetivo fue estimar la prevalencia de afecciones podales (AP) en vacas en ordeñe de 16 tambos de Salta y sus relaciones con su grado de suciedad (GS) y pérdidas productivas.. El presente trabajo refleja el perjuicio que ocasionan las AP sobre los índices productivos, la salud y el bienestar de las vacas.

La cuenca lechera del Valle de Lerma se caracteriza por tener aproximadamente unos 35 tambos manejados en base a pasturas y verdeos con suplementación, aunque algunos han implementado sistemas más intensificados como “dry lots” o “free stalls”, siendo la producción promedio diaria de 21,5 ±5,3 l/vaca1. La intensificación y el progreso genético de la vaca lechera han favorecido la ocurrencia de problemas sanitarios en los animales perjudicando su bienestar y productividad. Las afecciones podales (AP) se han transformado en uno de los principales problemas de la lechería, conjuntamente con otros problemas mayores como los reproductivos o las mastitis 2-5. Hoy en día en el tambo las claudicaciones son ampliamente reconocidas como de gran incidencia sobre el bienestar de las vacas, debido a sus efectos nocivos tanto a nivel productivo, reproductivo y de comportamiento animal6. El comportamiento de las vacas que es reconocido como un indicador de bienestar animal (BA) se ve completamente alterado. Al comparar vacas con AP con vacas sanas se ha observado que éstas pastan por un período más corto de tiempo y permanecen más tiempo echadas, se retrasan en entrar a la sala de ordeño y durante el mismo alternan su peso de un miembro al otro7-11. Las AP pueden ser consecuencia tanto de trastornos propios de los animales como los nutricionales, genéticos, infecciosos, como también de una infraestructura deficiente, ya sea relativa a caminos, corrales o sala de ordeñe 6,12,13. Por su parte, Hughes14 y Cardozo y col.15, sugirieron que la variación entre las diferentes regiones anatómicas podría proporcionar información útil para ayudar en la identificación de la fuente de los problemas de higiene. De acuerdo con ISSN 1852-771X 8 estos autores, la suciedad a nivel de la región del tarso resultaría ser consecuencia de una alta concentración de barro en los potreros y caminos, mientras que los flancos sucios harían referencia a la limpieza de la cama fundamentalmente, además sugieren que ubre/pezón sucio serían una consecuencia de la combinación de los factores mencionados anteriormente. Poco se ha estudiado sobre la prevalencia y la incidencia económica de las AP en el NOA y específicamente en la cuenca del Valle de Lerma, por lo que el objetivo del presente estudio es describir la prevalencia de los AP en las vacas de los tambos del noroeste argentino (NOA) y estimar sus relaciones con la higiene de las vacas y las pérdidas productivas.

MATERIALES Y MÉTODOS

Lugar y animales de ensayo El estudio fue realizado a lo largo de un año mediante la visita a 16 tambos ubicados en la cuenca lechera del Valle de Lerma, ubicada a 1050 y 1300 ms.n.m. y que comprende los departamentos Capital, Cerrillos, Rosario de Lerma y El Carril de la provincia de Salta. El régimen de lluvias de esta región se caracteriza por poseer una estación seca que se prolonga de abril a noviembre y otra de lluvias intensas de diciembre a marzo, que en total promedia unos 800 mm anuales. El clima es templado con una temperatura media de 17°C con máximas de 36°C y mínimas de -6°C, y una humedad relativa que varía entre 20 y 80%. Los animales estudiados fueron vacas en ordeñe de raza Holstein mayormente originadas a partir de semen de Canadá y Estados Unidos.

Datos registrados

Los tambos, que promediaban 190 ±88,4 vacas en ordeño, fueron visitados dos veces en el año de acuerdo al régimen de lluvias, una durante la época de seca (junio-agosto 2014) y la otra durante la época de lluvias (febrero-marzo 2015). En cada visita un mismo evaluador registró la prevalencia de AP y del grado de suciedad en vacas en ordeñe. El número de vacas observado fue calculado de acuerdo al total de vacas en ordeñe de cada tambo de acuerdo a lo normado por el Welfare Quality (2009)16. El promedio de vacas en ordeñe de los establecimientos fue de 220±30, por lo que el número de animales evaluados fue de entre 65-70 por tambo/visita. Cabe destacar que los animales a observar se seleccionaron al azar. Para las AP se tomaron como positivas los casos con grados de cojera 3, 4 y 5, teniendo en cuenta la escala establecida por Sprecher y col.17. Estos datos se discriminaron como cojeras leves (grado 3) y graves (grados 4 y 5) y a partir de las prevalencias de las AP leves y graves de cada rodeo se elaboró un índice de cojeras (IC= grado 3*0,5 + grados (4+5)*2)18, para representar en forma ponderada de acuerdo a la gravedad de las AP la prevalencia en cada tambo. En cuanto al grado de suciedad que presentaban las vacas en el flanco, ubre y garrón se evaluó de acuerdo a la calificación descripta en el Welfare Quality (2009)16. La prevalencia se obtuvo tomando el promedio de las prevalencias de las tres zonas corporales. Por otro lado, de los registros del software de gestión “DIRSA” de 3 de los tambos visitados se relevaron datos del tambo y del total de eventos del ganado de los últimos 10 años. A partir de estas bases de datos se observó en las vacas de ≥ a 3 lactancias registradas con AP (n= 73), las diferencias entre su producción de leche total, previa y posterior a la lesión con los mismos registros en su lactancia previa y posterior a aquella donde ocurrió su claudicación. Además, se registró su intervalo parto-parto (IPP) y el número de servicios posteriores necesarios para lograr preñez y su destino final ya sea que continúa en el tambo, descarte o muerte. También esto último se registró en vacas sanas sin AP (n=28) de ≥ a 3 lactancias registradas.

Análisis estadísticos

Las relaciones entre variables fueron analizadas usando correlación lineal (Pearson) y regresión lineal simple, además de estimar el chi cuadrado y odds ratio (OR), análisis varianza a través de programa estadístico InfoStat.

RESULTADOS

Las prevalencias estacionales y totales de las AP y del grado de suciedad están señaladas en la tabla 1; éstas corresponden para todo el período de registros de 1924 vacas observadas, de las cuales 264 presentaban AP leves y 152 AP graves y 1149 con suciedad en alguna de las zonas inspeccionadas. Se observaron diferencias significativas (p<0,008) entre las prevalencias de las AP graves, el índice de AP y el grado de suciedad de las vacas de los períodos de lluvias y de seca. En general las AP de las vacas se presentaron en un 85,7% en los miembros posteriores y en un 14,3% en los anteriores. Se hallaron asociaciones positivas entre la prevalencia de AP graves (r2= 0,29; p><0,002) y del índice de AP general (r2= 0,24; p><0,004) determinados a partir del promedio de la prevalencia del grado de suciedad de las vacas (Figura 1). Los datos de los registros del software de gestión “DIRSA” observados muestran que durante la lactancia estudiada, un 64,9; 16,2 y 18,3 % de las vacas con AP presentaron 1, 2 y ≥ de 3 eventos de AP; un 19% tuvieron AP en la lactancia previa y 22% repitieron AP en más de una ocasión en la lactancia siguiente. La tabla 2 muestra las diferencias entre el rinde de las lactancias de los registros de las vacas con AP y las lactancias anteriores y posteriores de las mismas. >

DISCUSIÓN

La prevalencia de AP hallada fue muy alta, si se toma como máximo el 8% para calificar a un tambo como de baja prevalencia de AP19, a su vez se debe tomar en cuenta que, a pesar de las diferencias importantes que hubo entre los 16 tambos, las AP sin excepción aumentan durante el período de lluvias. Es así que las AP se correlacionan con el grado de suciedad de las vacas originado en el gran nivel de encharcamiento observado en los caminos, bebederos y corrales de los tambos durante el período de lluvias, reafirmándose la necesidad de prevenir y mejorar el estado por donde transitan las vacas. Para mejorar el grado de limpieza de los animales existen recomendaciones para la preparación de caminos y accesos, etc.20 En los tambos del Valle de Lerma de fines de diciembre a mediados de marzo el nivel de precipitaciones es muy intenso y la presencia de barro se torna un problema importantísimo21 en contra de la sanidad del ganado y la preparación por duplicado de senderos, accesos o tener suficiente espacio para subdividir corrales se torna imprescindible. Las afecciones podales, mayormente ocurridas en el tren posterior debido a que son esos miembros los que soportan más peso porque ejercen funciones de sostén y propulsión, se verían favorecidas por la exposición constante de las vacas al barro y el agua y agravadas por la naturaleza pedregosa del terreno que impacta en las pezuñas de los animales. Aunque no hay estudios en la región, estos factores predisponentes causarían pododermatitis primarias debido a hemorragias o ablandamientos de la suela y consecuentemente la ocurrencia pododermatitis sépticas22. En cuanto a los datos extraídos de las bases de datos se debe considerar que fueron limitados ya que en solo 3 tambos se registraban los eventos necesarios para los análisis productivos sanitarios y con una antigüedad de no más de 10 años, y que se debían considerar vacas de tres o más lactancias para poder comparar resultados en animales con todo su potencial productivo. A pesar de esta limitante, los datos extraídos muestran que los eventos que involucran AP están relacionados con la salud general de las vacas y pérdidas importantes en litros de leche anteriores a la detección y posteriores al tratamiento de afecciones podales en la anterior y posterior lactancia del orden de los 5 litros. Estudios previos muestran mermas desde las 2 semanas previas al diagnóstico de AP y hasta casi las 4 semanas posteriores de entre 4 y 5 l8,23. Además, al comparar las diferencias entre el total producido y los totales de las lactancias previas y posteriores que oscilaron en promedio entre 408 y 571 l/vaca, observamos que cifras similares fueron las obtenidas (562 l/vaca) en la cuenca central del país24 en vacas en transición debidas a AP. En el mismo sentido en Gran Bretaña se observó una reducción fijada en 305 días de lactancia de 360 kg de leche23. En cuanto al porcentaje de mortalidad ocurrido en las vacas con AP, un estudio de tambos con alta prevalencia de AP (≥ 16%) presentó 2,9 más chances de ocurrencia de muerte o sacrificios en comparación con tambos con baja prevalencia de AP25. En el presente estudio no se pudo determinar en muchos casos el origen de las muertes o descartes, pero evidentemente el estrés y dolor que causan las AP son un factor predisponente a sufrir problemas reproductivos u otras afecciones de la salud de las vacas26,27. Además de las muertes o descartes de animales productivos, las claudicaciones en ganado lechero producen pérdidas económicas debido a la disminución en la producción de leche, las fallas reproductivas17, aumento en los costos veterinarios y de la mano de obra asociadas a los tratamientos12,13,28. Con un 15% de vacas con AP en el Valle de Lerma las pérdidas diarias totales ascenderían a 16000 l/día si consideramos las mermas obtenidas en el presente estudio (Ẋ= 489 l/vaca/305 d) que representan 1,6 l/día, ya que el mismo cuenta con aproximadamente 5500 vacas en ordeño que en promedio rinden 6405 l/vaca/305 d., es decir unos 21 l/diarios1. Tadich y col.29 en Chile, a partir de una estimación similar, señalan que con un 9% de vacas que presenten una claudicación al año podrían reducir alrededor 20 a un 50% la producción láctea de la región en estudio. Si bien las claudicaciones han sido estudiadas desde el punto de vista de los factores etiológicos, patológicos o productivos, existen menos estudios sobre la asociación entre el daño de los tejidos y el dolor, la dificultad de desplazarse, de estar de pie y el estrés por la incapacidad por competir por alimento, sombra, es decir por el bienestar animal30. Ciertos estudios muestran cómo a medida que avanza la selección genética de las vacas en dirección al incremento de su productividad aumentan los perjuicios sobre su salud y su bienestar, y que los objetivos de selección deberían dirigirse hacia vacas más resistentes a las enfermedades y caracteres relacionados con el bienestar animal31.

CONCLUSIONES

El presente trabajo pone de manifiesto a nivel de los tambos del NOA el perjuicio que ocasionan las AP sobre los índices reproductivos, el descarte temprano y la salud general de las vacas, como también sobre su rinde lácteo, y señala la necesidad de la adopción de medidas preventivas.

 

Fuente: INTA

 

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