La compañía sostiene que acordó con la “abrumadora” mayoría de sus acreedores. El banco reclama su deuda y pide quiebra.
Su escenario se hizo más crítico en 2018, cuando tuvo que desistir de su intención de abrir su capital a la Bolsa, donde esperaba obtener unos u$s 333 millones, de los cuales una parte iba a ser destinada al pago de deudas.
Según consignó Ámbito Financiero, en su último balance la empresa informó pasivos financieros con plazo a pagar a un año por un total de 15.000 millones de pesos y 3.200 millones de pesos a entre 1 y 2 años, 1.800 millones a entre 2 y 5 años y 550 millones a pagar en más de 5 años.
En febrero la compañía había anunciado que estaba acordando con sus acreedores para reestructurar su deuda. Este martes, la empresa recordó este ítem y dijo que cuentan con “un apoyo decisivo en el proceso de continuación de nuestras operaciones industriales y comerciales, en forma normal”.
La compañía, líder en el sector de producción de harinas, concentra casi el 80% del mercado, y cuenta con 21 plantas industriales en Argentina, Brasil, y Uruguay. Produce, entre otras, las marcas Pureza, 9 de Oro, aceite Cañuelas, y Mamá Cocina.
Fuente: Ambito.com