La Organización Meteorológica Mundial (OMM) declaró que “las condiciones de El Niño se están desarrollando en el Pacífico tropical por primera vez en siete años”, pero esto no es lo mismo que decir que El Niño ya está presente.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió este martes un informe sobre el estado actual del fenómeno de El Niño. En este documento, el Organismo realizó algunas declaraciones que rápidamente se tergiversaron y viralizaron en las redes y en las noticias.
El Organismo de las Naciones Unidas no declaró que El Niño ya está formado, sino que están presentes las condiciones necesarias para su desarrollo y que es muy probable (90%) que estas condiciones se mantengan durante los próximos meses.
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Última actualización del ENOS: ESTADO ACTUAL: TRANSICIÓN A FASE NIÑO
Para clarificar, se podría comparar con un embarazo, que en este momento se está transitando y que se espera que siga transcurriendo sin complicaciones. Pero para el nacimiento, todavía falta.
La OMM también anunció que es la primera vez en siete años que se presentan estas las condiciones, ya que es el tiempo transcurrido desde el último El Niño. El Niño ocurre en promedio cada dos a siete años, y los episodios suelen durar de 9 a 12 meses. Hay que recordar, que desde finales de 2019, las condiciones climáticas estuvieron asociadas a un fenómeno de La Niña.
Es momento de prepararse
Los pronósticos sobre este fenómeno son contundentes. En el segundo semestre de este 2023 el ENOS (El Niño-Oscilación del Sur) ya estaría completamente desarrollado y su intensidad podría ser moderada. Conocer esta información con anticipación permite a la población y gobiernos comenzar con los preparativos y tomar medidas de adaptación ante esta amenaza.
En nuestro país, las primaveras y veranos bajo la influencia de El Niño suele aumentar la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro y norte argentino. Esto se traduce en temporada donde se incrementa la probabilidad de tener inundaciones, crecidas de ríos, tormentas intensas, deslizamientos de tierra, entre otras consecuencias.
A nivel mundial, este fenómeno contribuye a un aumento de temperatura mundial, que se suma al calentamiento global generado por el ser humano. El Niño aumentará en gran medida la probabilidad de romper récords de temperatura y desencadenar un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano.
Fuente: SMN