Así surge de una estimación del Mercado Rosario Ganadero (Rosgan). Si bien este escenario está directamente vinculado al régimen de lluvias de los próximos meses, la entidad anticipó un escenario complejo para la actividad pecuaria vacuna.
Por una parte, si la falta de precipitaciones se extiende, los ganaderos deberán liberar hacienda de sus campos con menos kilos logrados. Pero si el contexto climático es más favorable, es probable que se inclinen por retener hacienda, para ganar más kilos. En ambos casos, la disponibilidad de carne se verá afectada.
Según el Rosgan, para que el stock bovino no caiga, se deberán incorporar entre 14,8 y 15,1 M de terneros y terneras. Estos números exceden el promedio anual de la ganadería argentina, que no logra crecer, hace años, en sus índices de preñez y tasa de destete.
La producción de terneros, por ejemplo, tuvo su pico máximo, en 2019, con 14,9 M de animales y en los años siguientes rondó entre 14,3 y 14,4 M. “Suponer un nuevo pico en la cantidad de terneros y terneras logradas, resulta a priori ambicioso”, consideró el Rosgan.
Según los datos oficiales de movimientos de hacienda, hasta noviembre pasado se registró una salida de terneros y terneras de más de 9,5 M de cabezas. Respecto del mismo mes de 2021, ese número representó un crecimiento de 500.000 cabezas, situación que se potenció a partir de la sequía.
Además de esta variable, otro factor clave a tener en cuenta será el porcentaje de destete alcanzado, que será crucial para determinar la producción de carne en 2023.
Actualmente, la disponibilidad forrajera está comprometida por la condición de los campos y obliga a los criadores a sacar una invernada más liviana, lo que aumentó la oferta y presionó a la baja su cotización.
“Sin embargo, aun con una reposición barata, el fuerte aumento de costos que enfrenta el engorde a corral torna sumamente onerosa la incorporación de kilos a grano”, dijo el Rosgan. En este sentido, proyectan que, a partir de una oferta de maíz temprano, muy restringida, para los próximos meses estiman una suba de hasta 30% en el cereal.