Es porque el combustible que consiguen los productores alcanza a cubrir la mitad de las necesidades diarias de los productores. Tal es el caso de Denis Konsimal, de Bajo Hondo, al sur de Presidencia Roque Sáenz Peña, quien tuvo que parar sus 2 cosechadoras de algodón y estacionarlas al costado del lote durante 2 días, pese a que el clima estaba bueno y él necesitaba continuar con su trabajo.
En condiciones normales, Konsimal trabaja de 8 a 10 horas diarias, pero por la escasez de combustible no llega a cumplir 5. Además, tuvo que dejar de prestar servicios a terceros en campos vecinos. La situación se repite para miles de productores chaqueños que ven limitado su trabajo por la escasez de gasoil.
“Da impotencia, con todo el esfuerzo que hubo por detrás, duele mucho no poder levantar la producción”, se lamentó Konsimal ante el diario La Nación. El productor relató que en su zona les venden de a 300 litros por día. Con eso es imposible abastecer a las dos cosechadoras. Una requiere 385 litros y la otra 250. “En realidad, con el gasoil que nos entregan para una jornada completa dispondría de una sola máquina, pero elijo dividirlo en 2 porque es más productivo”, explicó y agregó que “uno siente que esto va a pedal, porque es un día sí y otro no”.
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Por su parte, también en diálogo con La Nación, Mariela Kasko, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa (Chafor), manifestó: “El panorama es realmente alarmante en toda la provincia, no solo que lo venden en pequeños cupos, sino que además los productores nos manifiestan que se los venden con sobreprecio, de hasta 210 pesos el litro, siendo que para el agro ronda los 140″, indica.
“Lo dramático es que en esta zona estamos en plena cosecha de soja, algodón y maíz con muchas máquinas paradas. Los productores quieren empezar a sembrar trigo, pero así no pueden”, agregó la dirigente.
En el mismo sentido, Konsimal reclamó: “Dentro de 15 días tenemos que iniciar la cosecha de maíz y el panorama es desalentador porque toda la cadena de producción está afectada por esta situación”. Según el productor, es un año “atípico” porque, por un lado, la siembra fue buena, pero por la sequía los rindes no fueron los esperados. Además, están los problemas con el gasoil. “Empezamos a sembrar con una perspectiva de un precio de gasoil que al final terminó siendo, si lo conseguís, de casi el doble”, concluyó.
