Criterios para la elección de variedades de trigo

El trigo es un cultivo que cumple un rol fundamental en los planteos rotacionales
agrícolas de la Argentina. Además es el cultivo invernal de mayor difusión en la Región
Pampeana. Este año en particular, se encuentra ante la coyuntura de un incremento en
su costo de producción debido, principalmente al aumento de los insumos necesarios
para realizarse.

Los fertilizantes, incrementaron su peso relativo en el costo del cultivo en
un 100%. Hay que tener en cuenta que la creciente problemática de malezas, es otro
factor adicional que empuja a los productores a incluir al trigo en las rotaciones, debido
a la supresión de malezas que realiza esta especie durante su cultivo.
Ante escenarios adversos, se hace relevante tomar muy bien las decisiones que
podríamos llamar de costo cero. Determinar con precisión la fecha de siembra, el ciclo y
la variedad a utilizar se vuelve sumamente estratégico para disminuir el riesgo productivo
al momento de decidir llevar adelante el cultivo.

Al momento de elegir una variedad de trigo, se abre un abanico de posibilidades,
dado que actualmente la oferta de genética de los semilleros y criaderos es muy amplia.
Es importante definir el objetivo productivo y elegir la variedad en función de esto. No
hay una única variedad que permita incluir todas las características deseables, sin
embargo existe la posibilidad de elegir alguna que al menos reúna cualidades para
expresar buen rendimiento en las condiciones ambientales que se le ofrecen en el
ambiente productivo que le proponemos. Por lo tanto, podemos enunciar tres cualidades
a considerar y que pueden combinarse en pos de un determinado objetivo productivo:
rendimiento (potencial y estabilidad), calidad y perfil sanitario.

La buena caracterización de nuestro ambiente es determinante del resultado a
obtener. Por ejemplo, el agua en el suelo al inicio del cultivo y un análisis de suelo para
poder diagnosticar y ajustar con mayor precisión la fertilización puede acompañar la
determinación del objetivo productivo. En aquellos ambientes de alta productividad
podemos priorizar una variedad de alto potencial de rendimiento, aunque ello obligue
al uso de un paquete tecnológico de alto costo, y viceversa, en los ambientes marginales,
o posiciones en el relieve de lomas pronunciadas, optar por variedades que obtengan
una calidad comercial y/o panadera aceptable, dado que la limitación del rendimiento
las va a imponer el mismo ambiente, y no la genética en sí. Asimismo, puede resultar una
oportunidad para emplear un paquete tecnológico de menor valor y así promover bajar
costos o buscar mejor eficiencia productiva de las prácticas de protección de cultivo.


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Para ello en este informe, nuestro objetivo es presentar resultados de los ensayos
de evaluación de cultivares de trigo pan, conducidos durante la campaña agrícola
2021/22, en las localidades de Plá, 9 de Julio y Chacabuco, partidos ubicados en la nueva
Subregión triguera 6 denominada Pampa subhúmeda sur. Estos ensayos forman parte de
la “Red Nacional de Ensayos Comparativos de Cultivares de Trigo pan” (RET), coordinada
por el Instituto Nacional de Semillas (INASE), dependiente del Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca.

Los ensayos de la RET son conducidos en las tres localidades mencionadas, en
microparcelas, sembradas en bloques completos al azar, y se realizan con tresrepeticiones. Además se llevan adelante ensayos en cuatro épocas de siembra que van
desde fines de mayo hasta mediados de julio, y en cada época se implantan las variedades
que mejor se adaptan a esa fecha de siembra en función del largo de su ciclo. Los
resultados son recopilados por año y por localidad. La información recopilada incluye,
rendimiento, fenología, comportamiento agronómico y sanidad de cada cultivar
evaluado en distintos manejos (con y sin fungicidas), tradicional y alta tecnología. El
monitoreo del estado sanitario y fenológico se toma comparándolo con distintas fechas
de siembra, lo que robustece aún más la información que se genera para el sector
productivo. Como parte del trabajo en red se integran los datos obtenidos, lo que
permite un mejor ajuste e interpretación del comportamiento del cultivo a nivel regional.

Otro aspecto a tener en cuenta, es el perfil sanitario de las distintas variedades.
Dentro de las enfermedades que afectan al trigo, la roya anaranjada (Puccinia triticina)
y mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis) son las más prevalentes, pero en las últimas
campañas aparecieron la roya negra o del tallo (Puccinia graminis) y de manera mucho
más generalizada la roya amarilla o estriada (Puccinia striiformis). La ocurrencia de esta
última, en Argentina solo había sido esporádica y estaba limitada a regiones con
temperaturas medias más frías, como el Sudeste de la provincia de Buenos Aires. Sin
embargo, la roya amarilla se ha extendido a regiones con temperaturas medias más altas,
tomando carácter de epifitia y apareciendo como un serio problema en nuestra zona
triguera. Dado que la roya amarilla aparece en forma temprana y agresiva, los
productores se ven obligados a realizar aplicaciones adicionales de fungicidas en
variedades susceptibles. El grado de incidencia y severidad de esta enfermedad está
relacionado al comportamiento de cada variedad frente a la misma.

Un manejo adecuado arranca con la elección de una variedad que tenga buen
comportamiento a una determinada enfermedad. Luego, la elección de la fecha de
siembra y la fertilización determinan comportamientos diferentes frente a la misma
adversidad. Por último, se cuenta con el manejo químico a base de fungicidas y dentro
de estos, los que se aplican sobre la semilla y los de uso foliar. La elección de una variedad
por su rendimiento hace que la sanidad de las mismas muchas veces no sea tenida en
cuenta. En este aspecto, las pérdidas potenciales por enfermedades en materiales
susceptibles, merecen que al momento de elegir la variedad a utilizar, se deba buscar un
equilibrio entre las variables: rendimiento y perfil sanitario. Esta elección, como ya
mencionamos, es considerada una herramienta de bajo costo ya que, la toma de decisión
acertada define el impacto que pueden tener a futuro las enfermedades fúngicas sobre
el rendimiento potencial del cultivo. Lucrecia Couretot y equipo, de INTA Pergamino,
proponen considerar que las variedades tienen perfiles sanitarios dinámicos, debido a
que cambian a través de las campañas su comportamiento frente a las enfermedades.

A modo de integrar la información de rendimiento, calidad y perfil sanitario se
presentan los gráficos 1 y 2, donde se puede ver a las variedades con las respuestas
promedios obtenidas en las localidades mencionadas, graficadas en función del nivel de
proteína y como tercer variable, se tiene en cuenta la respuesta promedio al fungicida de
cada variedad, representada en los esquemas por el tamaño de la burbuja.

Como conclusión, son varios los aspectos a considerar al momento de elegir una
determinada variedad. Usar toda la información disponible para hacerlo de la mejor
manera posible es obligada en años donde la rentabilidad del cultivo se ve afectada.
Entre otras fuentes de información, se dispone de la RET, red de ensayos
comparativos públicos y de libre acceso, coordinada por INASE en las distintas
subregiones trigueras de nuestro país. Los datos pueden consultarse y descargarse en su
página web: https://www.inase.gov.ar. Adicionalmente el INTA realiza ensayos en
diferentes localidades del territorio y evalúa también el comportamiento de los distintos
materiales.

La correcta planificación y aplicación de todas las herramientas tecnológicas
disponibles permiten disminuir los riesgos y aumentar las posibilidades de obtener los
resultados esperados al momento de decidir la siembra de los cultivos.

 

Fuente: INTA por David Melion

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