Una vez más, las declaraciones del Señor Presidente Fernández diciendo que “los ganaderos le quieren cobrar a los argentinos la carne al mismo precio que a los chinos” nos asombran por lo alejado de la realidad. El fuerte empeño por retacear la confianza en su administración de los actores económicos, y en particular del campo, es encomiable.
Dice el presidente que la carne no para de subir y es necesario “desacoplar” los precios del mercado interno del externo.
Señor presidente: por si no sabe hace un año existen 7 cortes de carne imposibilitados de exportar con lo cual se deben vender si o si en el mercado interno y lejos sus valores pueden estar afectados por los precios internacionales. Queda entonces en claro que el problema es la inflación, incontrolada debido a la impericia de su gabinete económico para disminuirla y contenerla, y a la falta de confianza en su administración, justamente por las frecuentes expresiones suyas alejadas de la realidad, haciendo mención de recetas ya probadas y fracasadas.
En este último año la carne aumento al consumidor más de un 65 %, se le pago menos al productor y la Argentina exporto menos carne. Perdió el consumidor, perdió el ganadero y perdió el país por la retracción de las exportaciones.
Mientras nuestros competidores en exportación de carne vacuna aumentaron sus exportaciones, en el mismo contexto mundial de pandemia y conflicto bélico, nosotros hemos retraído las exportaciones y perdido más de 1500 millones de dólares en exportación.
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