Pulverización selectiva: una tecnología para aumentar la eficiencia y reducir costos económicos y ambientales

El presente documento tiene por objetivo presentar y detallar las características técnicas y operativas de los sistemas de detección de malezas. Asimismo, pretende exponer las ventajas, dificultades y resultados obtenidos en la utilización de dicha tecnología, de manera que el lector pueda evaluar el sistema e incluso analizar la posibilidad de incorporar el mismo a su sistema de producción. En relación a lo anterior, resulta indispensable que estos sistemas no sean percibidos como una panacea en la problemática del control de malezas, sino que constituyen en sí mismos herramientas complementarias a dicho control. Pensar en aplicaciones selectivas sin monitoreo, receta fitosanitaria, atención a las condiciones ambientales, etc no resultaría viable para definir resultados efectivos sobre las mismas.

Características técnicas

Existen hoy en el mercado dos tipos de tecnologías de detección de malezas; ambas han probado ser efectivas en el control de las mismas, sin embargo, las experiencias y características que serán mencionados corresponden al sistema de origen holandés, cuya marca comercial es “Weed it”. Estos equipos se encuentran constituidos por una consola de comando en la cual el operador ingresará los parámetros con los cuales desea realizar la aplicación, esto es: caudal de aplicación por hectárea, distancia de detección de malezas y sensibilidad de detección de las mismas, entre los parámetros mas importantes. Así mismo, podrá controlar la actividad de los sensores, configurar el equipo (distancias de sensores, picos, etc.) y regular otros como la velocidad de avance. Los parámetros prefijados son informados a los sensores; estos poseen cinco canales de detección de malezas que abarcan 20 cm de lectura de suelo cada uno, lo que hace a un metro de ancho efectivo de control por sensor. De esta manera, al ser detectada la presencia de una planta en alguno de los canales del mismo, esté actúa en función de la información ingresada en la consola, sobre su correspondiente válvula de control, la cual activa a su vez el pico de pulverización para rociar la maleza. Complementariamente encontraremos a la válvula neumática de control de presión (llamada Ramsay), la cual esta encargada de mantener constante la presión del sistema (se recomienda que la misma permanezca en 3 bares). Por último, el sistema requiere el dato de velocidad de avance, el cual es provisto por dos sensores de velocidad ubicados en las ruedas centrales del equipo.

El sistema de detección en el equipo pulverizador

Inicialmente, los primeros sensores en el país se encontraban instalados sobre equipos de arrastre de doble botalón y doble sistema de pulverización. Este modelo proviene de Australia y posee numerosas ventajas agronómicas debido a las posibilidades que ofrece de realizar distintos tipos de aplicación, incluso simultáneamente. A posterior y como consecuencia de la necesidad de realizar un gran volumen de trabajo por campaña, la tecnología comenzó a mudar a equipos autopropulsados. Si bien en los mismos la versatilidad disminuye (solo pueden realizarse aplicaciones selectivas o de cobertura completa), la capacidad operativa se ve sumamente incrementada. Como último avance podemos mencionar el montaje de equipos en botalones de fibra de carbono, lo cual, si bien requiere ciertos cuidados, permiten aunar las ventajas de ambos sistemas.

En equipos montados con doble sistema de aplicación, contamos con tres posibilidades de trabajo:

  • Sistema selectivo: donde solo se pulveriza aquella zona donde la maleza ha sido identificada. ·
  • Sistema “Bias” (la traducción literal seria “sesgada”): donde con el mismo sistema de pulverización selectiva es posible realizar un porcentaje de la aplicación (o dosis) en cobertura completa y el 100% de la dosis en aquellos puntos donde será detectada la presencia de malezas (con la sensibilidad que hayamos pre- ingresado en la consola). Esto es posible ya que las válvulas que activan los picos de pulverización poseen la capacidad de realizar modulación por pulsos de la misma; esta modulación no es otra cosa que pequeños micro cortes y aperturas del líquido pulverizado, los cuales permiten mantener la presión (y por ende el tamaño de gotas) constante pero regular el volumen de aplicación de la misma.
  • Selectivo mas cobertura completa: en este caso requerimos la utilización de ambos barrales. En uno de ellos actuará el selectivo ante la presencia de malezas, mientras que en el otro podremos realizar una aplicación sobre toda la superficie del lote.

 

Tecnologías acompañantes

Con el objetivo de incrementar la eficacia y eficiencia de estos sistemas, algunas herramientas tecnológicas pueden ser de utilidad para acompañar la actividad de los sensores.

Estas son:

  • Guía satelital.
  • Piloto automático.
  • Caudalímetro de carga.
  • Corte por secciones de la línea de cobertura completa.
  • Mixer de carga.
  • Telemetría.
  • Señal de corrección de satélites.

 

Esquema de trabajo

Un posible esquema de trabajo para la implementación inicial de sensores en el control de malezas es aquel que integra las siguientes etapas: 1. Generación de la orden de pedido. 2. Visita del lote con una planilla de relevamiento estandarizada. 3. Prescripción de los fitosanitarios a utilizar. 4. Aplicación. 5. Revisión del lote. Particularmente, al ser la etapa N°2 sistematizada, protocolizada y llevada a cabo por técnicos preparados para tal fin, permite determinar con precisión el porcentaje de malezas presentes en el lote, así como prescribir la dosis de producto más adecuados para el control de las mismas.

 Estudio de casos

Existe innumerable cantidad de lotes aplicados con esta nueva tecnología y evaluados desde la óptica técnica y económica. Para la faceta económica, resulta de valor la creación de planillas que permitan comparar el ahorro en función de los productos utilizados, el grado de enmalezamiento del lote, el valor de costo del servicio, entre otros. Como valor promedio, el consenso del mercado apunta a un ahorro promedio de entre 70 a 80% del volumen de fitosanitarios. Queda claro que, para lograr estos valores, se realiza una discriminación de los lotes a aplicar, prefiriéndose aquellos de menor grado de cobertura de malezas.

Sensibilidad: En el cuadro siguiente puede observarse como a partir de grados de cobertura de malezas superiores al 50%, la aplicación selectiva resulta económicamente mas costosa que una de tipo convencional.

Resultados de impacto ambiental

En experiencias de la empresa Aceitera General Deheza S.A, durante la campaña 2014, se obtuvo un ahorro promedio del 70% en aplicaciones a los clientes (2783 has realizadas), lo cual redundo en 5.173 litros de producto puro no liberados al ambiente. En la siguiente campaña (2015), los valores de ahorro tuvieron un leve aumento (en parte debido a una mejor selección de lotes), culminándose la misma con un 75% de ahorro promedio y un total de 49.387 litros de producto puro no pulverizados. En cuanto a las dosis y productos, si bien se utilizaron diversas combinaciones, la mayor proporción combinó la mezcla de cletodim y glifosatos Premiums, acompañado en todos los casos de correctores y coadyuvantes para un control de las condiciones de aplicación. En este sentido y por el menor volumen de líquido utilizado, el productor no duda al momento de utilizar estas tecnologías de insumo, lo cual repercute en una mayor eficiencia de aplicación y cuidado de las áreas circundantes.

Situaciones no aptas

En virtud a la experiencia de uso de los equipos, existen algunas situaciones donde la eficacia de los mismos puede verse disminuida.

Alto porcentaje de cobertura de malezas en el lote: no solamente puede tornarse económicamente no viable la aplicación, sino que existe un pequeño solapamiento entre los picos de pulverización, que determina que el volumen total del equipo al abrir todas sus boquillas sea de un 20 a un 30% superior que una maquina en aplicación convencional.

Presencia de verdín o agua en superficie: abundante población de estos organismos o láminas de agua, pueden generar saturación del sensor y, en consecuencia, su activación. Disminuir la sensibilidad de lectura de los sensores podría ser una alternativa en casos de amplia cobertura.

Lotes labrados: debe tenerse especial cuidado con estas situaciones ya que, al elevar el polvo desde la superficie, el mismo se deposita en los cristales del sensor, disminuyendo su capacidad de detección.

Malezas de alto porte: en equipos de arrastre imposibilitados de variar su altura de aplicación, pueden ocurrir casos de mal control. Esto se explica producto de un mal asperjado de dichos individuos.

 

 

Fuente: INTA por Guillermo Gadea