El objetivo del estudio fue determinar el efecto de la utilización de CC y dos programas de control de malezas en la productividad y el impacto ambiental en una rotación soja/maíz.
El incremento en los costos de los herbicidas, sumado a cuestiones ambientales, impulsa la necesidad de encontrar alternativas que reduzcan su uso. Los cultivos de cobertura (CC) representan una práctica con potencial para el manejo racional de malezas. El objetivo del estudio fue determinar el efecto de la utilización de CC y dos programas de control de malezas diferentes en la productividad de los cultivos y el impacto ambiental en una rotación soja/maíz. Se utilizó para ello el coeficiente de impacto ambiental (EIQ) que contempla el consumo de herbicidas (dosis, concentración de producto y número de aplicaciones). En 2013 se instaló un ensayo en la EEA INTA Marcos Juárez. Se evaluaron los tratamientos: Triticale (X triticosecale Whittmack) rolado (T), Vicia villosa Roth rolada (V) y un barbecho sin CC (B). En T se sembró la soja (campaña 2013/2014 y 2015/2016) y en V se sembró maíz (campaña 2014/2015 y 2016/2017). Los valores de EIQ siempre fueron menores en los tratamientos con CC, a su vez los rendimientos de soja y maíz no fueron afectados por la utilización de CC. Los CC se presentan como herramientas importantes para un manejo racional y sustentable de malezas sin disminuir los rendimientos.
La gran adopción que tiene la siembra directa y la utilización de cultivares de soja resistentes a glifosato, generó que el sistema productivo sea cada vez más dependiente de la utilización de herbicidas de amplio espectro como el glifosato. Así, en los últimos 10 años se ha verificado un incremento significativo en las dosis y frecuencias de aplicaciones de herbicidas en los sistemas agrícolas y mixtos. La principal causa de esto puede correlacionarse con la aparición de tolerancia y resistencia de ciertas malezas al glifosato (Rainero, 2008).El incremento en los costos de los herbicidas, sumado a las cuestiones ambientales, impulsa la necesidad de encontrar alternativas que reduzcan el uso de los mismos. Para aumentar la sostenibilidad de las estrategias de manejo de malezas, el proceso de toma de decisiones debe incorporar una evaluación del impacto ambiental (Stewart et al., 2011). El coeficiente de impacto ambiental EIQ (sigla en inglés) puede ser usado para comparar diferentes plaguicidas o bien diferentes programas de manejo de las malezas de forma de obtener que programa o herbicida presenta un menor impacto ambiental. Los CC representan una práctica con potencial para, entre otros objetivos, reducir el uso de herbicidas y disminuir a su vez el impacto sobre el medio ambiente. El objetivo del estudio fue determinar el efecto de la utilización de CC y dos programas de control de malezas en la productividad y el impacto ambiental en una rotación soja/maíz.
MATERIALES Y MÉTODOS
Desde el año 2013 se lleva a cabo un experimento en el campo experimental de la EEA INTA Marcos Juárez (Córdoba, Argentina), sobre un suelo Argiudol típico, capacidad de uso (I) (INTA, 1978). El mismo es una secuencia de cultivos soja – maíz bajo siembra directa, en la cual el antecesor de la soja es triticale (T) mientras que la vicia villosa (V) es el antecesor de maíz, a su vez esta misma secuencia soja – maíz se realiza sin CC. El diseño experimental es en bloques completos aleatorizados con arreglo en parcela dividida con tres repeticiones. La parcela principal son T o V como CC y un testigo sin CC denominado barbecho (B), y la parcela secundaria dos manejos de malezas, con control adicional con herbicidas en postemergencia (CPOS) y sin control adicional con herbicidas en postemergencia (SPOS) en soja y maíz. Los CC se sembraron sin fertilizar, en los meses de Mayo – Junio, con una densidad de 150 plantas m-2 en triticale y 25 plantas m-2 en vicia villosa, con una distancia entre surcos de 17,5 cm. Se determinó materia seca de los CC (kg ha-1 ) al momento de secado (Método mecánico “rolado”), el que se realizó en los meses de Octubre – Noviembre dependiendo de las condiciones de cada campaña (fotos 1 y 2). El rolo utilizado en este experimento es de la marca JLS, con un ancho de labor de 2 m y un diámetro de 0,5 m. Posee cuchillas dispuestas en forma recta (sin filo) y un peso lleno con agua de 880 kg. Posterior al rolado del triticale se sembró la soja (campaña 2013/2014 y 2015/2016) y posterior al rolado de vicia villosa se sembró maíz (campaña 2014/2015 y 2016/2017) incluyendo además al barbecho sin CC.
El programa de aplicaciones de herbicidas en las diferentes campañas evaluadas se detalla en la (Tabla 1). Se cuantificó la producción de granos de soja y de maíz (kg ha-1) cosechando dos surcos centrales de cada parcela. Para el cálculo del EIQ se utilizó el método propuesto por Kovach et al., (1992), los valores de EIQ de cada herbicida fueron tomados del sitio: http://www.nysipm.cornell.edu/publications/eiq/files/EIQ_values_2012herb.pdf . A partir de las dosis, número de aplicaciones y el ingrediente activo se calcula el EIQ de campo como se muestra a continuación: EIQ de campo= EIQ* Porcentaje de ingrediente activo* Dosis* Nº de aplicaciones.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El nivel de producción de materia seca al momento de secado vario significativamente (p<0,05) entre especies (Gráfico 1). La materia seca promedio de T y V fue de 10158 y 6377 kg ha-1 respectivamente. Trabajos realizados con triticale como CC en la región sudeste de la provincia de Córdoba en suelos Arguidoles típicos, mostraron que la producción de MS es variable según el año y manejo aplicado. Por ejemplo en años con un adecuado perfil de humedad (entre 80 y 100% de la capacidad de campo) y aplicación de 100 kg N ha-1 en forma de UREA se alcanzaron producciones de materia seca de 15940 kg ha-1 (Bertolla et al., 2012), mientras que en años con contenidos de humedad (inferiores al 50% de capacidad de campo) a la siembra se lograron producciones de 5560 kg ha-1 (Baigorria & Cazorla, 2010). Dentro de las leguminosas, vicia villosa es una especie con buen comportamiento a las bajas temperaturas, aporte de N y control de malezas (Ebelhar et al., 1984; Clark et al., 1995; Renzi et al., 2008; Vanzolini et al., 2012), con producciones de materia seca que van de los 3000 a 8000 kg ha-1 (Capurro et al., 2012; Rillo et al., 2012; Baigorria et al., 2011; Vanzolini et al., 2012). Estos datos, muestran que el manejo y los ambientes influyen en la producción de MS del CC (gramíneas y leguminosas), lo cual puede producir diferentes resultados en el grado de supresión de las malezas según la situación de análisis.
Durante las campañas analizadas los rendimientos de soja y maíz variaron entre 4032 a 1108 y 10847 a 1991 kg ha-1 respectivamente (Gráfico 2a). Tanto en soja como en maíz no se observaron diferencias significativas (p<0,05) por hace un CC respecto de B cuando se hizo CPOS. Los rendimientos de soja en los tratamientos CPOS siempre fueron significativamente mayores (p<0,05) respecto de SPOS, independientemente del antecesor, mientras que en los rendimientos de maíz CPOS siempre fueron significativamente mayores a los SPOS, salvo en V la campaña 2016/2017.
En los tratamientos SPOS los rendimientos siempre fueron significativamente (p<0,05) mayores con CC respecto de B, salvo la campaña 2013/2014. En B se observaron los incrementos más altos en el rendimiento en soja (1082% campaña 2015/2016) y maíz (395% campaña 2014/2015) por hacer CPOS. Mientras que en T y V se observaron los incrementos más bajos en el rendimiento de soja (105% campaña 2013/2014) y maíz (8,6% campaña 2016/2017) por hacer CPOS. En promedio el rendimiento de soja y maíz en los tratamientos SPOS rinden un 24% (384 Kg ha-1 ) y un 48% (3488 Kg ha-1 ) más en T y V respecto de B, a su vez Reddy (2003) encontró que el rendimiento de soja SPOS es un 35% mayor en centeno utilizado como CC, por otro lado (Mischler et al., 2010) obtuvo 74% más de rendimiento en maíz SPOS utilizando vicia villosa como CC respecto de un testigo sin CC. En términos generales, los CC han incrementado o no han afectado los rendimientos de los cultivos de soja y maíz.
CONCLUSIÓN
La utilización de CC y el rolado de los mismos, permiten reducir significativamente las dosis y el número de aplicaciones de herbicidas minimizando de esta manera el impacto sobre el medio ambiente, sin afectar el rendimiento de los cultivos de soja y maíz. Este sistema permitiría un uso más sustentable de los recursos naturales y además sería una opción promisoria en áreas con restricciones en la aplicación de herbicidas (agricultura orgánica y zonas periurbanas).
Fuente: INTA