💧 El agua, la clave oculta detrás del éxito de la alfalfa en Santiago del Estero
En el Área de Riego del Río Dulce, donde se concentran unas 20.000 hectáreas de alfalfa, especialistas del INTA advierten que la eficiencia en el manejo del agua puede marcar la diferencia entre una campaña rentable y otra con pérdidas. Con una planificación precisa y tecnologías de control, el cultivo podría alcanzar rendimientos de hasta 20 toneladas de materia seca por hectárea, fortaleciendo la producción forrajera y ganadera de la región.
Actualmente, las 20.000 hectáreas implantadas producen un promedio anual de 15 toneladas por hectárea. Sin embargo, según los técnicos del INTA, mejorar la gestión del riego permitiría elevar ese rendimiento en un 30%. En esta zona, los requerimientos hídricos de la alfalfa rondan los 1.250 milímetros anuales, de los cuales entre 650 y 720 deben ser aportados mediante riego.
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Las prácticas de nivelación, la sistematización de lotes y el control de los caudales son consideradas claves para aumentar la productividad y garantizar la sustentabilidad del sistema. “Conocer los requerimientos de agua de los cultivos y los momentos críticos en los que el déficit hídrico tiene mayor impacto es fundamental para maximizar los rendimientos”, explicó Gabriel Angella, especialista en gestión del agua del INTA Santiago del Estero.
Desde el organismo remarcan que mejorar la eficiencia del riego no sólo representa un desafío técnico, sino también económico y ambiental. La incorporación de tecnologías de precisión y un manejo planificado del recurso podrían asegurar la estabilidad productiva del sistema forrajero.
Mónica Cornacchione, referente del INTA en cultivos de alfalfa, sostuvo que “en esta región, las alfalfas de dos o tres años suelen tener entre seis y ocho cortes anuales, con intervalos de 25 a 40 días según las condiciones ambientales”. Y agregó: “Con un manejo eficiente del riego se pueden alcanzar rendimientos de hasta 20 toneladas de materia seca por hectárea”.
Para los especialistas, el futuro de la alfalfa en el Área de Riego del Río Dulce depende directamente del agua. “Optimizar el riego no es una opción, es una condición indispensable para sostener la competitividad y la sustentabilidad del cultivo en Santiago del Estero”, concluyó Cornacchione.
Fuente: INTA