🌾 El zinc, la nueva alarma en los suelos del sur bonaerense: riesgo de pérdidas en trigo y cebada
Un relevamiento del INTA Balcarce, el Conicet y la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce advirtió que la baja disponibilidad de zinc en los suelos de la región podría convertirse en un serio limitante para el rendimiento de los cultivos de trigo y cebada. Los especialistas recomiendan realizar análisis preventivos y ajustar la fertilización para evitar pérdidas económicas.
Durante décadas, la fertilidad en la región pampeana se enfocó en macronutrientes como nitrógeno, fósforo y azufre. Sin embargo, la atención se traslada ahora a los micronutrientes. El zinc, clave para procesos fisiológicos como la fotosíntesis y la síntesis de proteínas, comienza a mostrar deficiencias que impactan de lleno en la productividad.
Según el relevamiento, un 33 % de los lotes analizados en el sur bonaerense presentan niveles de zinc por debajo de 0,80 partes por millón, lo que puede traducirse en pérdidas de entre el 5 % y el 15 % del rendimiento si no se fertiliza. En números: un lote con niveles bajos puede perder hasta 840 kilos de trigo por hectárea, frente a un costo de fertilización que apenas ronda los 20 dólares.
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“Hoy el zinc empieza a marcar limitantes en suelos donde antes no era un problema. Esto nos obliga a repensar estrategias de diagnóstico y manejo”, señaló Hernán Sainz Rozas, especialista en fertilidad de suelos del INTA Balcarce.
Los técnicos recomiendan análisis de suelo antes de la siembra, con muestreos representativos, y destacan la efectividad de fertilizantes sólidos compuestos, recubrimientos fosfatados con zinc y aplicaciones foliares. El objetivo: llevar los niveles de zinc a 1,3 ppm para evitar restricciones futuras y mejorar el capital nutricional del suelo.
El dato preocupante: el 66 % de los suelos pampeanos ya presenta valores medios o bajos de zinc, una tendencia que se extiende más allá del norte y afecta de lleno al sur bonaerense, región clave para la producción de trigo y cebada en Argentina.
“Invertir en diagnóstico y reposición inteligente no es un gasto, es una estrategia para blindar los rendimientos y sostener la competitividad de los sistemas agrícolas”, concluyeron desde el INTA.
Fuente: INTA Informa