Inundaciones en Buenos Aires: un millón de hectáreas bajo agua y 40 mil millones de dólares perdidos por obras inconclusas
La falta de infraestructura rural vuelve a mostrar su costo más alto: más de un millón de hectáreas del campo bonaerense se encuentran afectadas por inundaciones, con pérdidas productivas millonarias y caminos intransitables. Productores y entidades agropecuarias advierten que gran parte de este daño se podría haber evitado si se hubiera completado el Plan Maestro del Río Salado, diseñado hace 25 años y que apenas alcanza un 50% de ejecución.
Las zonas más comprometidas incluyen a Carlos Casares, Bragado, Bolívar, Pehuajó, Olavarría, Alvear, Tapalqué y Roque Pérez, donde la saturación de suelos, la falta de limpieza de canales y alcantarillas, y el deterioro de los caminos rurales complican tanto la producción como la logística.
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“El productor tiene que producir y pagar impuestos, pero esos recursos deben volver en mejoras concretas. Si se hubieran hecho las obras necesarias, no estaríamos otra vez frente a este flagelo”, reclamó Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina.
Desde CARBAP subrayan que la magnitud de la crisis no solo responde a las lluvias, sino a décadas de inacción. El costo del Plan Maestro era de USD 2.000 millones (hoy, unos 4.000 millones), mientras que las pérdidas acumuladas superan los USD 5.000 millones, a lo que se suma una recaudación fiscal superior a USD 35.000 millones que nunca volvió en obras.
En total, estiman que la combinación de recaudación no reinvertida y pérdidas productivas implica un costo de más de 40.000 millones de dólares, diez veces el valor original del proyecto.
El impacto no es menor: la cuenca del Salado concentra el 75% del stock bovino bonaerense (28% del nacional), entre el 60% y 70% de la producción provincial de granos y el 40% de la producción nacional de cebada y girasol. Además, más del 75% de la lechería provincial se encuentra en esta región.
“Las obras inconclusas nos dejan expuestos. No se trata solo de lluvias: se trata de planificación postergada y de recursos que nunca volvieron al campo”, advirtieron desde la entidad ruralista.