Ciencia argentina desarrolla maní resistente al carbón con apoyo internacional
En el corazón manisero de Córdoba, científicos del INTA Manfredi, en alianza con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y el prestigioso laboratorio Hudson Alpha, dieron un paso clave: desarrollaron una técnica que permite identificar genes de resistencia al carbón del maní, una de las enfermedades más temidas del cultivo.
El carbón, provocado por el hongo Thecaphora frezzii, ataca las vainas, reemplaza los granos por estructuras negras y puede arruinar hasta un tercio de la producción. Con pérdidas millonarias en juego, el desafío era encontrar un camino más rápido para seleccionar plantas resistentes.
La respuesta llegó desde la biotecnología. Ahora, gracias a un análisis de ADN aplicado a las semillas, los investigadores pueden saber con precisión qué líneas tienen genes de resistencia antes incluso de sembrarlas. Esto ahorra años de trabajo en el campo y permite enfocar los ensayos solo en los materiales más prometedores.
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“Evaluar la enfermedad en condiciones reales es complejo y costoso. Con esta herramienta ganamos tiempo y certezas”, explicó Jorge Baldessari, responsable del programa de mejoramiento de maní en INTA Manfredi.
El convenio internacional no solo beneficia a la Argentina. Para Estados Unidos, donde la enfermedad aún no está presente, la tecnología funciona como un escudo preventivo. En paralelo, Hudson Alpha aporta la secuenciación y el análisis genético de última generación, acelerando el desarrollo de variedades resistentes.
En Manfredi, el laboratorio local también multiplica esfuerzos: en pocos meses procesaron el doble de muestras que en años anteriores, aplicando miles de marcadores moleculares distribuidos en todo el genoma. El resultado: un salto de eficiencia. Lo que antes demoraba siete u ocho años, hoy puede lograrse en tres.
El próximo paso será clave: el INTA se prepara para inscribir dos nuevos materiales resistentes al carbón, fruto de la combinación de mejoramiento tradicional y biotecnología. Una señal clara de que la ciencia argentina no solo responde a los problemas locales, sino que también se proyecta a escala global.
Fuente: INTA Informa