🌱 Malezas imbatibles: detectan nuevos casos de crucíferas resistentes y preocupa a productores
Las malezas crucíferas se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza para los productores del centro y sur de Buenos Aires. Su rápida expansión y la acumulación de resistencias a distintos herbicidas están transformando el manejo en un desafío cada vez más complejo.
Este fue el eje de la última Jornada Testimonial de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM), realizada en Coronel Suárez con la participación de más de un centenar de productores, asesores y técnicos. El mensaje central fue claro: no hay soluciones mágicas, solo estrategias diversificadas, colectivas e integradas.
Malezas difíciles de frenar
Entre las especies que más problemas generan aparecen el nabo (B. rapa), nabón (R. sativus), nabillo (H. incana), mostacilla (R. rugosum) y la colza o canola (B. napus).
Su capacidad de producir semillas durante todo el año las convierte en competidores formidables. A esto se suma la confirmación de resistencias múltiples: glifosato, ALS, 2,4-D y, desde 2025, un caso inédito a nivel mundial: Brassica rapa resistente a flurocloridona, un activo clave en varios cultivos.
Los mapas de la REM muestran que, junto con el raigrás, estas crucíferas ya dominan buena parte de la provincia.
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Reconocer para actuar
La especialista Patricia Diez de Ulzurrun (FCA-UNMdP) subrayó la importancia de la identificación a campo:
“Parece básico, pero reconocer bien la especie es clave para planificar un control eficaz”.
También advirtió que ningún herbicida es invulnerable y que el abuso de los mismos modos de acción termina acelerando la resistencia.
Ensayos y nuevas estrategias
El Ing. Agr. Esteban Bilbao presentó comparativas de tratamientos pre y postemergentes. Los resultados mostraron que la rotación de modos de acción y el uso combinado de herramientas marcan la diferencia frente a la resistencia.
Además, se destacaron alternativas como:
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Cultivos de servicio para competir con las malezas.
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Ajuste de fechas de siembra.
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Aplicaciones dirigidas para reducir costos y minimizar impactos.
El objetivo ya no es sólo la eficacia inmediata, sino la sustentabilidad de los sistemas productivos en el largo plazo.
📌 El mensaje que queda
Las crucíferas resistentes ya no son un problema del futuro: son una amenaza actual y concreta. Desde la REM, la recomendación es trabajar en red, diversificar manejos y dejar atrás las recetas únicas. Solo así será posible frenar una maleza que no deja de ganar terreno en Buenos Aires.