Crisis en Vassalli: atrasos salariales, protestas y tensión en la fábrica de cosechadoras
La emblemática fábrica santafesina de cosechadoras Vassalli, con sede en Firmat, atraviesa un nuevo capítulo de conflictividad laboral. Trabajadores nucleados en la UOM realizan asambleas y protestas frente a la planta y sobre la Ruta Nacional 33, reclamando el pago de salarios atrasados.
Según el gremio, la empresa debe parte de los haberes de junio, la totalidad de julio, el medio aguinaldo y montos retroactivos. La situación se agravó cuando la conducción ofreció un adelanto de $300.000 “si entra un cheque”, propuesta que los operarios rechazaron por insuficiente. “La gente necesita respuestas ya. Queremos que el titular de la empresa explique cuál es el plan para la fábrica”, señaló Diego Romero, secretario general de la UOM Firmat, en referencia a Eduardo Marsó, accionista mayoritario desde enero de 2024.
Te puede interesar
- Pronóstico de lluvias hasta el 18 de agosto
-
Nuevo aumento salarial para trabajadores rurales: cuánto cobrarán en julio y agosto 2025
- El trimestre arranca con clima dividido entre el norte y el sur
-
Ranking caliente: las tres camionetas más vendidas del año en Argentina
-
Un sueño hecho realidad: un joven pisa La Rural por primera vez y emociona con su historia
- Brasil eliminó retenciones y duplicó exportaciones: ¿Qué espera Argentina?
El desembarco de Marsó, exdueño de la avícola Las Camelias y actual titular de la metalúrgica Albace, había generado expectativas de reactivación, con una inversión inicial anunciada de 4 millones de dólares. Sin embargo, la combinación de caída en las ventas de maquinaria agrícola, falta de financiamiento, competencia de equipos importados y problemas financieros propios dejó a la firma en una situación crítica.
El plan de lucha incluye quema de cubiertas y permanencia en el acceso a la planta, aunque sin cortes de tránsito. A esto se suman dificultades para conseguir insumos y ausencia de un esquema productivo claro.
Un símbolo en declive
Fundada en 1949 por Roque Vassalli, la compañía fue un emblema nacional con modelos como Don Roque y Vassalli, llegando a fabricar más de 1.000 cosechadoras al año en su época dorada. Sin embargo, en la última década transitó cierres, reaperturas y cambios de dueños que no lograron estabilizar la producción.
Hoy, los números muestran un panorama preocupante: según registros del Banco Central, la firma acumula cheques rechazados por más de $12 millones, con deudas que incluyen cargas sociales y sueldos pagados en cuotas.
Mientras el sector muestra señales tímidas de recuperación —en julio se patentaron 53 cosechadoras, un 54,5% más que en 2024—, para empresas nacionales como Vassalli la volatilidad de la demanda y el financiamiento restringido siguen siendo un obstáculo. En Firmat, la UOM advierte que, sin un plan de pago concreto, el conflicto podría escalar.