Un legador familiar, la confianza de generación en generación y una moneda prestada. Los hijos de la firma Sáenz Valiente, remataron por primera vez en la 137° Exposición Rural de Palermo.
La moneda de un cuarto de dólar comenzó a girar bajo el cielo nublado de la pista central. El destino decidió que fuera el águila la que le daría la oportunidad a Gerónimo Sáenz Valiente, de 24 años, de rematar los primeros (y mejores) lotes del 7° Concurso de Novillos y Block Test en la primera jornada de la 137° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional.
Su hermano, Fernando (h), de 27, quien había elegido cara, continuó con el resto de los lotes y así compartieron juntos toda la jornada. “Íbamos a rematar los dos, pero teníamos que ver en qué orden, entonces pedimos una moneda a un amigo”, explicaron. Continuando el legado familiar fue la primera vez que ambos remataron en la Exposición Rural de Palermo.
Pasadas las 15.30, desde una camioneta y bajo la pista encharcada, el tío de los jóvenes, Gervasio Sáenz Valiente, dio por comenzado las ventas abriendo el remate con el primer lote y les otorgó el micrófono a sus sobrinos. “Nos pasó el martillo y fue un muy lindo momento”, explicó Fernando.
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“Cuando uno entrega el martillo significa entregar una herencia que no es económica, es la profesión, como un cirujano entregando un bisturí”, explicó Gervasio, y agregó: “Estamos muy contento por cómo se comportaron en la Pista Central”.
Aunque rematan hace ya casi tres años en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) y en otros eventos esta es la primera vez en la Rural de Palermo. En este caso se vendieron 380 novillos y novillitos.
“Estuve nervioso casi todo el día, trabajando mucho la parte de los compradores para que vengan, pero cuando arranco se me fueron todos los nervios: ya había entrado a la cancha. Disfruto mucho trabajar con mis tíos y con mi padre”, explicó Gerónimo.
Su hermano coincidió y explicó que siempre hay nervios previos. “Esta semana papá tuvo un problema con una muela, estaba internado y no llegaba a venir. Entonces nos dijo: ‘Hoy les toca a ustedes’. Es un orgullo y, gracias a Dios, estamos en una empresa que nos lugar, nos enseñan mucho y nos forman. Fue un día muy lindo. La moneda no la devolvimos; nos la quedamos de recuerdo”, concluyó.
Fuente: Prensa Palermo
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