🌾 Trigo y agua útil: la clave invisible que define el rinde desde el arranque

🌾 Trigo y agua útil: la clave invisible que define el rinde desde el arranque

Aunque muchas veces pasa desapercibido, el contenido de agua útil en el perfil del suelo al momento de la siembra es uno de los factores más decisivos para el rendimiento del trigo.

El éxito del cultivo no depende solo del clima, la genética, la nutrición o el manejo: comenzar con buenas reservas hídricas puede marcar la diferencia entre un rendimiento limitado y uno potencial.

Pensar el trigo como un sistema con balance hídrico ayuda a entender su dinámica: el cultivo toma agua del suelo para crecer y desarrollarse, y esa demanda hídrica cambia a lo largo de su ciclo. En las primeras etapas (emergencia y macollaje), la demanda ronda los 1,5 mm/día, pero escala rápidamente: 3 mm/día en encañazón (septiembre), 4 mm en floración (octubre) y hasta 5 mm/día en el llenado de grano.


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🔍 Si la oferta de agua no alcanza para cubrir esa demanda, el cultivo lo paga con menor rinde.

Reservas estratégicas para un rinde sostenible

En zonas como el oeste pampeano, las lluvias invernales son escasas. Por ejemplo, en América (provincia de Buenos Aires), entre junio y agosto apenas se acumulan unos 60 mm, y septiembre aporta en promedio otros 50 mm. Pero la demanda en ese mismo período supera los 190 mm, lo que obliga a contar con reservas previas en el perfil.

El trigo puede explorar hasta 2 metros de profundidad, aunque entre 0 y 120 cm ocurre la mayor absorción durante las fases iniciales. En suelos secos, el rinde base ronda los 1400 kg/ha, pero por cada milímetro extra de agua útil, se pueden sumar 22 kg/ha. Para aspirar a 4000 kg/ha, se necesitan al menos 120 mm de agua útil en los primeros 120 cm del suelo.

Más que agua: decisiones agronómicas bien informadas

Conocer el contenido hídrico antes de sembrar no solo permite proyectar el rinde: también ayuda a ajustar la dosis de nitrógeno. A mayor potencial, mayor requerimiento nutricional.

A largo plazo, una buena gestión del agua también implica:

  • Rotaciones con cobertura y siembra directa

  • Fechas de siembra ajustadas a la región

  • Cultivares adaptados

  • Sanidad y nutrición balanceadas

📌 En síntesis: medir el agua útil antes de sembrar no es solo una herramienta técnica. Es una estrategia de manejo clave que puede definir la rentabilidad y la sostenibilidad del trigo desde el inicio.

Fuente: Fundación Producir Conservando-Por Dr. Diego Hernán Rotili
Director América Agroinnova | Coordinador de Agricultura CREA Oeste Arenoso, Oeste y Grupo Riego Sudoeste | Profesor Adjunto FAUNLPam

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