🌾 INTA reveló la fórmula que potencia la alfalfa: más forraje y mejor uso del agua con fósforo y azufre
Un reciente estudio del INTA Anguil confirmó que ajustar la dosis de fósforo y azufre en suelos pobres en nutrientes puede ser clave para mejorar la producción forrajera en zonas semiáridas. Según los resultados, el rendimiento de la alfalfa —uno de los cultivos pilares de la ganadería argentina— puede incrementarse hasta un 33 %, además de optimizar el uso del agua, un recurso crítico en la región pampeana.
El equipo de investigación trabajó sobre suelos franco y franco-arenosos, caracterizados por su bajo contenido de fósforo. Se ensayaron aplicaciones crecientes del nutriente (9, 18 y 36 kg/ha por año), con y sin la incorporación de azufre. Los datos fueron contundentes: la combinación potenció la producción y la eficiencia hídrica.
“La alfalfa es muy demandante en nutrientes. Si no hay una fertilización adecuada, la productividad cae, sobre todo cuando falta agua”, explicó Romina Fernández, una de las investigadoras del proyecto.
La mayor respuesta a la fertilización se obtuvo en la dosis más baja de fósforo (9 kg/ha) con azufre. En este caso, el forraje aumentó entre un 12 y un 33 %, gracias a una mejor asimilación de nutrientes y a un mayor estímulo en la nodulación de las raíces, lo que mejora la fijación biológica del nitrógeno.
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💧 Más agua aprovechada, más forraje
Además del aumento en la materia seca, los ensayos mostraron mejoras significativas en la eficiencia en el uso del agua, especialmente cuando se combinó azufre con dosis medias y bajas de fósforo. Según Alberto Quiroga, otro de los responsables del estudio, la conversión de agua en forraje osciló entre 10 y 41 kilos de materia seca por hectárea por milímetro, según la época del año.
Sin embargo, este salto productivo viene acompañado de una fuerte exportación de nutrientes, algo que los productores deberán tener en cuenta para sostener la fertilidad del suelo a lo largo del tiempo. En solo tres años, las extracciones fueron notables:
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Fósforo: entre 50 y 119 kg/ha
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Azufre: entre 36 y 105 kg/ha
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Cationes (calcio, magnesio y potasio): entre 700 y 1800 kg/ha
⚠️ Clave para zonas semiáridas, pero con un ojo en el suelo
El mensaje de los investigadores es claro: fertilizar correctamente no solo mejora el rinde y la sustentabilidad, sino que también exige estrategias de reposición para evitar el agotamiento de los suelos. En zonas con poca agua y alta demanda ganadera, lograr este equilibrio será vital para sostener la producción a largo plazo.
“Es fundamental pensar no solo en cuánto se produce, sino en cómo sostener esa productividad sin degradar el suelo”, concluyeron desde INTA.
Fuente: INTA Informa
