El secreto de la siembra temprana de girasol: más rinde y mayor rentabilidad

El secreto de la siembra temprana de girasol: más rinde y mayor rentabilidad

Según los datos presentados en el Congreso PURO GIRASOL, las implantaciones realizadas en octubre arrojan picos de rendimiento y materia grasa, claves en el negocio. Además, la correcta protección del cultivo y el manejo del barbecho son determinantes para alcanzar el potencial.

En el 1er Congreso Puro Girasol, organizado por Advanta, el consultor privado Mauro
Mortarini ilustró sobre la importancia de sembrar el oleaginoso en fechas de octubre para
“hacer la diferencia”. El especialista argumentó con datos de las campañas 2020 a 2024, que revelaron que las siembras de inicios de octubre registraron los picos más altos de
rendimiento y materia grasa, atributos clave para la rentabilidad del cultivo.

Mortarini aseveró que la fecha de siembra tiene un peso decisivo explicando 63% de la
variación en la materia grasa, muy por encima de factores como el ambiente o el genotipo. Y advirtió que, por ejemplo, las siembras tardías de mediados de diciembre pueden recortar el rendimiento en casi 40%, y reducir las probabilidades de bonificación por contenido de aceite en más de 10%.


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El secreto de “octubre” está en la radiación y el régimen térmico. Las siembras tempranas
permiten al cultivo atravesar la floración en condiciones de temperaturas moderadas y
aprovechar una mayor radiación solar en el llenado de granos. Además, las menores
temperaturas entre siembra y floración reducen el estrés térmico y favorecen una estructura vegetativa más eficiente.

Por el contrario, cuando la implantación se retrasa a mediados de noviembre o diciembre, el cultivo atraviesa etapas con condiciones más extremas, lo que se traduce en una pérdida de rendimiento y calidad.
Mortarini reforzó además que la fecha de siembra “debe ir acompañada de un manejo
sanitario adecuado”.

Pero el especialista habló también del manejo integrado de malezas, remarcando la
“importancia del barbecho químico”, considerando variables como textura del suelo, pH,
materia orgánica y vida media de los herbicidas.
Respecto a herbicidas residuales, si bien su uso depende del complejo de malezas presentes y el tipo de suelo, los aconsejó entre mayo y 10 de junio. Para el uso de “hormonales” recomendó que se un combinado de componentes.

Con el cultivo avanzado, el uso de herbicidas desecantes debe ser planificado con al menos
14 días de anticipación a la cosecha, cuando el cultivo alcanza la madurez fisiológica, que se identifican por el contenido de humedad del fruto.
En el caso de las plagas principales, apuntó sobre los insectos defoliadores; en estos casos,
exhortó a realizar monitoreos frecuentes para “evitar daños irreversibles en etapas
tempranas”.

En sus conclusiones, Mortarini destacó el potencial del girasol con especial atención en que
la fecha de siembra sea en octubre, “hacer barbechos largos”, que se implante en “lotes
profundos” y hacer una “precisa” elección del híbrido. “El cultivo, además, debe ser
acompañado con un manejo agronómico y sanitario ajustado para transformar ese potencial en resultados concretos”.

Fuente: Congreso Puro Girasol 2025

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