El arma secreta de los productores para recuperar suelos agotados

El arma secreta de los productores para recuperar suelos agotados

Tras años de desgaste, compactación y pérdidas, un grupo de productores encontró la fórmula para salvar los suelos y frenar la erosión con cultivos que nadie esperaba.

La escena fue tan alarmante como real: a fines de 2024, tormentas de polvo azotaron el sudoeste de Chaco y el este de Santiago del Estero, dejando un panorama desolador. Rastrojos arrancados, cultivos perdidos y suelos desnudos al viento. ¿La causa? Un modelo agrícola dominado por soja y algodón, y su escasa capacidad de proteger la tierra.

Pero en medio del caos, surgió una alternativa que gana cada vez más fuerza: los cultivos de servicio y rastrojos bien gestionados están demostrando ser más que una promesa. Así lo dejó claro el último taller de la Chacra Aapresid La Paloma, donde se compartieron avances concretos y medibles para restaurar la salud del suelo.

🌾 Cultivos que protegen y rinden más de lo que parecen

Según los especialistas, cambiar el paradigma comienza por intensificar las rotaciones y aplicar estrategias para maximizar la cobertura del suelo. Aunque sembrar cultivos de servicio en zonas con lluvias escasas parezca arriesgado, los datos muestran otra cosa: en 5 de cada 10 años, las condiciones hídricas permiten establecer cultivos antes de abril y aprovechar hasta 150 mm entre marzo y junio.

Los resultados son alentadores. Gramíneas como el centeno no solo lograron mayor biomasa y cobertura, sino que redujeron significativamente la presencia de Borreria, una maleza problemática. Y lo más llamativo: los suelos con cobertura capturaron más agua de lluvia que los barbechos, y perdieron mucho menos por evaporación.

En 43 días, la Chacra produjo 2,5 toneladas de materia seca por hectárea con sorgo granífero, cubriendo el 73% del suelo con apenas 55 mm de consumo hídrico. Un dato que reconfigura lo que se creía posible.


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🧱 Rastrojos: la armadura del suelo

Otra clave para recuperar los suelos es la cantidad y calidad del rastrojo. Para mantener niveles saludables de materia orgánica, se necesitan al menos 9,2 t/ha/año, un objetivo que pocos cultivos logran. Sin embargo, el sorgo se posiciona como campeón en cobertura, con un promedio de 6,9 t/ha y un 82% de suelo cubierto, superando ampliamente al algodón y la soja.

Además, estos residuos cumplen un rol inesperado: limitan el rebrote de malezas, con hasta un 50% menos presión que en parcelas con restos de soja o algodón.

🌱 Más allá del rinde: una nueva mirada sobre la agricultura

El trabajo de la Chacra Aapresid La Paloma no es una simple recomendación técnica: es una invitación a repensar el modelo productivo. Desde la elección del híbrido hasta la fecha de secado del cultivo de servicio, cada decisión suma para transformar un suelo vulnerable en un sistema resiliente.

La tierra está enviando señales claras. La pregunta ahora es: ¿escuchará el resto del país?

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