La chicharrita (Dalbulus maidis) se ha convertido en un tema de creciente preocupación para los productores agrícolas en la región central de Argentina. Durante la jornada organizada por la regional AAPRESID Laboulaye en septiembre, se discutieron estrategias de manejo integrado para abordar este desafío, al tiempo que se analizaron las experiencias de expertos en el área.
El especialista Daniel Igarzabal destacó que es crucial entender cómo la dinámica poblacional de la chicharrita afectó a la campaña anterior. Originaria de México, la chicharrita llegó a Argentina en la década de 1940, convirtiéndose en una plaga en el norte del país. Factores climáticos como inviernos templados y lluvias caudales han contribuido a su proliferación, lo que subraya la necesidad de monitoreo continuo.
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De cara a la campaña siguiente, Igarzabal instó a los productores a actuar con anticipación. Un clima frío puede limitar la reproducción de la chicharrita, pero las condiciones pueden cambiar rápidamente, alterando la dinámica poblacional. Para minimizar su impacto, es esencial adoptar un enfoque proactivo que incluya el uso de insecticidas y el control biológico. Los productores deben estar preparados y contar con herramientas efectivas para manejar la chicharrita, asegurando así la viabilidad de sus cultivos de maíz.
Fuente: Aapresid