La comisión provincial de emergencia agropecuaria de Santa Fe ha recomendado oficialmente la declaración de emergencia o desastre agropecuario en los departamentos de 9 de julio, Vera, General Obligado, y San Cristóbal. Esta decisión responde a la evaluación de los severos efectos provocados por la sequía. Los informes presentados por el INTA y los equipos técnicos provinciales confirmaron el impacto crítico de la falta de lluvias, que ha comprometido las actividades agropecuarias en estas zonas.
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El secretario de Agricultura y Ganadería, Ignacio Mántaras, subrayó que la situación es grave para la ganadería de cría, especialmente durante la etapa de parición. Es vital que las vacas se recuperen rápidamente para poder volver a preñarse. Además, la producción de trigo se encuentra “muy condicionada”, y el cultivo de algodón podría enfrentar retrasos en su siembra. Aunque algunos distritos del centro de la provincia están experimentando dificultades, tienen el potencial de mejorar con lluvias, lo que ha llevado a su exclusión de la declaración de emergencia por el momento.
Entre las medidas a implementar, se encuentran prórrogas o exenciones del impuesto inmobiliario rural (IIRR). Si la declaración es homologada a nivel nacional, se aplicarán beneficios sobre el impuesto a las ganancias. Además, se está trabajando en una nueva ley que garantice recursos suficientes para abordar futuros eventos climáticos, enfocándose en una respuesta integral del estado. La construcción de aguadas comunitarias y la asistencia con forraje son parte del plan de acción para apoyar a pequeños y medianos productores, demostrando así un compromiso hacia la recuperación del sector agropecuario.