Sin lluvias en setiembre, el 30% del trigo está regular a malo

Se profundiza la falta de agua en el norte y oeste de la región pampeana y los lotes trigueros se ven afectados. La condición de sequía también acecha a la siembra de maíz, mientras que el área de soja podría crecer 7,5%.

 

Tambalea la posibilidad de concretar 20,5 Mt de trigo 2024/25

Hace un mes se proyectaba un potencial de producción de trigo en torno a 20,5 millones de toneladas, partiendo de un área sembrada de 6,7 M de ha. Pero hay que tener en cuenta que en el mes de setiembre no ha habido lluvias importantes y ya hay un 30% del trigo en condiciones regulares a malas. Estuvo la posibilidad de sumar algunos milímetros en la región centro en las últimas 24 horas, pero no sucedió. Solo una parte del SE bonaerense recibió entre 4 y 12 mm, con un máximo registrado en Coronel Suárez de 18 mm. En oposición, en el año pasado, setiembre ayudaba a sostener al cultivo tras la brutal sequía del verano. En 2021, la campaña que terminó con un récord de producción de 23 Mt, tuvo una primera quincena de setiembre que perfilaba con un muy buen escenario para el cultivo. Sin lluvias importantes para mostrar, más allá de lo sucedido el martes, se exhiben en los siguientes mapas las últimas precipitaciones significativas, las que ocurrieron en agosto 2024 versus las de la primera quincena de septiembre de 2021 y 2023.

A nivel país, se muestra la comparación del nivel de humedad en septiembre de 2024, versus 2023 y 2022. Ahora la situación es peor que la del año pasado y está muy lejos del escenario hídrico del 2021, el año del record triguero.

Con 2 millones de hectáreas en condiciones regulares a malas, sobre un área sembrada total de 6,7 M ha, es muy difícil que no se observe un deterioro en los rindes futuros y, por lo tanto, afecte la proyección que, por ahora, está en 20,5 Mt.

La sequía vuelve a aparecer en el oeste y centro del país

Tras la recomposición que dejaron las lluvias de marzo, abril y los primeros días de mayo, prácticamente no ha llovido en el oeste y norte argentino. Particularmente afectada la provincia de Córdoba, se exhiben las lluvias acumuladas en lo que va del año. Las lluvias están en las medias, pero el problema es que el agua estuvo al principio del período, mientras que de junio a hoy, los acumulados están en torno a los 10 mm para la franja oeste.


Esto es se nota en las reservas de agua útil para el primer metro y considerando el consumo de una pradera de gramíneas para el centro y parte del norte del país.

El trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón con un déficit hídrico que se agrava en el norte y oeste del país. Los lotes de trigo de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y una estrecha franja del oeste de Buenos Aires son los más afectados. De las 2 millones de ha bajo condiciones regulares a malas, se estima que la distribución está entre 480.000 ha de Santa Fe, 400.000 ha de Córdoba y 230.000 ha de Buenos Aires.

En el sur de Santa Fe, el trigo experimenta una notable mejoría, pero del norte de Rosario para arriba siguen muy preocupados por la falta de agua. El norte y este de la provincia de Buenos Aires siguen en carrera para buenos a muy buenos rindes. En el bastión triguero, el sudeste bonaerense, las amplias zonas productivas de Tandil y Tres Arroyos, hay posibilidades de alcanzar rindes muy buenos a excelentes. Para las zonas afectadas por la sequía y que aún están a tiempo de revertir la situación, el comportamiento de las lluvias de los próximos 30 días será determinante para evitar que las pérdidas se incrementen.

 

Ajustes en soja 2023/24 muestran una producción de 50 Mt

Se realizaron ajustes en la estimación del área implantada con soja 2023/24, reduciéndose a 16,4 M ha. Con un rinde promedio nacional, que se ajustó de 31 a 31,2 qq/ha, la producción de la oleaginosa, sin embargo, se mantuvo en 50 Mt.

La intención de siembra de soja 2024/25 subiría un 7,5%

Con la segunda suba más importante de las últimas 17 campañas, se estima que la intención de siembra de soja 2024/25 conllevaría una suba interanual de 7,5%, o de 1,3 millones de hectáreas, a 17,7 M ha. Tras la campaña 2008/09, que es la 1ra campaña de nuestra serie, hay un salto del 10% con el ciclo siguiente, 2009/10, año en que la soja subió en casi 1,8 M de ha después de una gran sequía que todavía es recordada en el sector. Esta vez la suba también es histórica, merced a la amenaza que representa el achaparramiento del maíz, enfermedad desencadenada por la “chicharrita”.

Por lo tanto, de materializarse, esta intención de siembra correspondería a un tercer ciclo consecutivo de avance de la oleaginosa, tras caer en 8 campañas seguidas desde el ciclo 2014/15.

De concretarse la proyección de siembra de 17,7 M ha, sobre la base de un área no cosechable promedio y un rendimiento promedio de 30,5 qq/ha, la producción podría estar entre 52 y 53 Mt.

Ajustes en el área de maíz 2023/24 ubica la producción por encima de 49 Mt

A partir de ajustes en el área sembrada y en el área perdida de maíz, muy afectada por la expansión de la “chicharrita”, se ubica la superficie implantada en 10,07 M ha. El área no cosechable también se corrigió a 2,49 M ha. Con un rinde promedio nacional en 65,4 qq/ha, la producción de maíz 2023/24 es estimada en 49,5 Mt.

La sequía acecha al maíz y se “fuerza” la siembra temprana para el ciclo 2024/25

La falta de agua que afecta al trigo en el oeste y norte del país también afecta a la siembra de maíz. Esto se agrava porque en este año hay necesidad de sembrar temprano, pero las lluvias de setiembre no aparecen. Otra particularidad de este año es que tras las tormentas en el centro del país a fines de agosto, se está “forzando la siembra” en muchos casos. Esto significa varias cosas, como, por ejemplo, que se está sembrando sin las condiciones necesarias de temperatura en el suelo en algunos casos, lo que garantiza una emergencia más uniforme y rápida. En otros casos, se agrega el sembrar sin las reservas hídricas necesarias en el perfil, esto es, contar con más del 80% de agua útil en los suelos. De hecho, hay varias zonas del centro del país, incluyendo el SE cordobés, que se está sembrando con reservas del 40 al 70%, con lo cual habrá una mayor dependencia de las lluvias que se den de acá en más. Hacia el oeste y el norte esta situación empeora.

 

También se está forzando la siembra de lotes que no tienen la calidad de suelo para hacer planteos de siembras tempranas, pero que se están llevando a cabo para escapar de las fechas tardías por el temor a la chicharrita. Por otro lado, el panorama de los precios de la soja y las experiencias con la oleaginosa están “forzando” al productor a tratar de diversificar el riesgo aún a riesgo de sembrar en condiciones no del todo adecuadas para el maíz en este año.

 

Setiembre no está siendo favorable para el maíz. Por ahora, se mantiene la proyección de 21% de caída en la intención de siembra maicera respecto del ciclo anterior. De esta manera se implantarían casi 8 M ha con maíz en 2024/25, lo que podría significar una producción de entre 51 y 52 Mt.

Fuente: Cristian Russo GEA BCR

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